El gobierno de Alan García insiste en que fue víctima de espionaje por parte de Chile y reclama a las autoridades de ese país que colaboren en la identificación de sus compatriotas acusados de convencer al suboficial de la aviación peruana Víctor Ariza para que entregase información militar secreta.
"Los que compraron a Víctor Ariza son personas reales y no ficticias, lo que se desprende de las pruebas que se entregaron al gobierno chileno, que son suficientemente claras y absolutamente irrefutables", dijo el ministro de Defensa, Rafael Rey.
Ariza, quien trabajaba en la Dirección de Inteligencia de la Fuerza Aérea de Perú, fue detenido el 30 de octubre tras ser denunciado por la jefatura de esa arma de haber vendido documentos secretos a Chile.
En declaraciones al fiscal Jorge Chávez Cotrina, a las que tuvo acceso IPS, Ariza dijo que se vinculó con efectivos de la Fuerza Aérea de Chile (FACH) en 2002, mientras cumplía funciones como auxiliar del agregado aéreo de la embajada de Lima en Santiago.
En 2004, debido a problemas económicos y familiares, escribió a sus amigos chilenos si lo podían ayudar con dinero. El militar Daniel Márquez le respondió que podía solucionar sus dificultades.
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Márquez, siempre según el documento de la fiscalía, se reunió en Santiago con Ariza, quien ganaba en ese entonces el equivalente a 600 dólares por mes, y acordó pagarle 3.000 dólares mensuales por enviar secretos militares peruanos.
Ariza volvió a Chile en 2008 para conocer a su nuevo contacto Víctor Vergara, que reemplazó a Márquez, a quien continuó suministrándole los reportes de inteligencia.
Las autoridades peruanas pidieron a sus pares de Chile verificar la identificación de Márquez y Vergara, apellidos que, sin embargo, el propio Ariza afirmó que eran ficticios. El fiscal nacional de Chile, Sabas Chahuán, respondió el lunes que Márquez y Vergara no se encontraban en los registros de identificación de su país.
"No estaría confirmada ninguna identidad. Para ser claro y dentro de la reserva pertinente, lo que nos solicitó Perú no existe en Chile", declaró Chahuán.
"En lo que nos compete técnicamente, no corresponde por ahora abrir ninguna investigación con los antecedentes que se nos pidieron desde Perú", añadió.
IPS tuvo acceso al expediente judicial del proceso seguido contra Ariza y verificó que las autoridades le incautaron a éste documentación que demuestra que durante su permanencia en Santiago mantuvo un fluido contacto con los suboficiales de la FACH Jaime López y Adrián Bravo.
López y Bravo frecuentaban con Ariza la Asociación de Auxiliares Castrenses y Policiales Extranjeros en Chile (Cafape) porque eran sus enlaces con las autoridades de la FACH.
Incluso el propio Ariza reconoció que en las reuniones sociales del Cafape conoció al supuesto Daniel Márquez, quien lo reclutó para que espiara a favor de Chile.
Sin embargo, Ariza no ha mencionado hasta ahora a sus contactos con López y Bravo. Las autoridades chilenas tampoco investigan a esos militares.
En Perú se sospecha que Márquez y Vergara serían los nombres ficticios de López y Bravo.
Pero el imputado insiste en que no conocía la verdadera identidad de los chilenos que le pagaron por enviar información sobre la situación de las aeronaves de combate de Perú, el sistema defensivo antiaéreo, la modernización y potenciación del equipamiento militar, las órdenes de batalla y otros detalles secretos.
De allí que, al conocer que la fiscalía de Chile informó que Márquez y Vergara no existían, el canciller de Perú, José García Belaunde, anunció que se harán más requerimientos de información al vecino país.
"Esperamos que el gobierno de Chile colabore", apuntó.
El proceso judicial por espionaje está cargo de la jueza Antonia Saquicuray.
El embajador peruano en Santiago, Carlos Pareja, ratificó a la prensa de ese país que las autoridades judiciales de Perú continuarán requiriendo mayor información en el ámbito de la mutua cooperación.
"Este es un proceso que no se agota en esta primera respuesta (negativa de la fiscalía de Chile). Todo lo contrario. Servirá para que la jueza Saquicuray haga más solicitudes de información y asistencia judicial", declaró.
Fuentes del despacho judicial dijeron a IPS que probablemente el siguiente pedido de información sería sobre López y Bravo.
"La forma como conozco a estas personas (los falsos Márquez y Vergara) fue de la siguiente manera: en marzo de 2002, mi comando me designó como auxiliar de la Agregaduría Aérea en Chile ( ), y debido a la función que realizaba teníamos reuniones sociales con diferentes auxiliares militares de distintos países y también con miembros de las Fuerzas Armadas chilenas", declaró Ariza a la fiscalía, conforme la documentación obtenida por IPS.
"Es así que en septiembre de 2002, aproximadamente, durante una reunión social que se llevaba a cabo en un lugar campestre ubicado en las afueras de Santiago ( ) y organizada por la Asociación de Auxiliares Castrenses y Policiales Extranjeros en Chile, es donde entablo conversación con un señor de nacionalidad chilena que se identificó como Daniel Márquez Contreras ( ), a quien posteriormente volví a ver en dos reuniones sociales más", sostuvo Ariza.
"Por las conversaciones que sostuve con esta persona y por los temas tratados asumí que era miembro de la Fuerza Aérea de Chile", añadió.
Ariza, además, manifestó que las identidades de Márquez y Vergara eran falsas.
"Sí, he intercambiado información clasificada, así como secreta, reservada y confidencial, en principio con Daniel Márquez Torrealba, quien es miembro de la Fuerza Aérea de Chile y que tengo entendido no es su verdadera identidad. Y, posteriormente, con Víctor Vergara Rojas, quien también presumo es miembro de la FACH, ya que era su relevo, y también tengo entendido que no es su verdadera identidad", testificó el efectivo acusado de espionaje.
Para comunicarse con Vergara y Márquez, el suboficial peruano también usó una identidad falsa: Óscar Díaz Novoa.
"¿Cómo Víctor Ariza, un suboficial experto en inteligencia con 26 años de servicios efectivos y un alto nivel de coeficiente y eficiencia, que pasó la mayor parte de su carrera en la Dirección de Inteligencia de la Fuerza Aérea de Perú, puede decir que no sabía quiénes eran sus contactos chilenos?", se preguntaron ante IPS fuentes del despacho de la jueza a cargo del caso.
"Aparentemente conoce sus verdaderas identidades, si nos atenemos a sus declaraciones. Todo indica que parte de su estrategia es no decir quiénes son hasta el final".
