DDHH-EGIPTO: Bloggers denuncian la tortura con nombre y apellido

La periodista Noha Atef utiliza Internet para denunciar a la policía en su blog Tortura en Egipto, el más completo de su tipo en Medio Oriente, con artículos, fotografías y videos que buscan dejar al descubierto la identidad de los agentes de seguridad que cometen esos delitos en este país.

"La tortura es una práctica habitual en Egipto porque no se castiga a los policías si se los atrapa", explicó Atef, de 25 años. Las presuntas "sanciones son sólo propaganda del gobierno. Como mucho, los agentes reciben sanciones leves, que suelen apelar", agregó.

Atef, reportera de un periódico independiente egipcio, cuenta que su interés por el tema se remonta a 2005, cuando leyó un informe de una organización de derechos humanos sobre mujeres sometidas a abusos y torturas en las estaciones de policía. Algunas de esas mujeres no habían sido acusadas de delito alguno, y otras fueron torturadas por policías presuntamente contratados para llevar a cabo venganzas personales.

"La tortura se utilizaba como arma de alquiler", aseguró Atef.

La periodista comenzó en 2006 a relatar los incidentes de abuso policial en su blog, tortureinegypt.net, en árabe y parcialmente en inglés. A medida que crecía el contenido, la joven vinculó los relatos de torturas a los policías presuntamente responsables de los hechos. En la sección "Torturepedia" de su sitio figuran los perfiles de más de 25 policías.

"Cada registro incluye una lista de sus delitos y una foto, si existe", explicó Atef. "Si la policía o los agentes de seguridad del Estado torturan o golpean a alguien, las víctimas pueden recurrir al álbum e identificar a quien las golpeó".

Atef y otros escritores de blogs egipcios comenzaron a identificar a los policías torturadores luego del 25 de mayo de 2005. Ese día, conocido como "Miércoles Negro", agentes de civil y matones parapoliciales atacaron a manifestantes de la oposición y periodistas mientras se celebraba un referendo constitucional, y manosearon y arrancaron las ropas de las mujeres presentes con el aparente intento de humillarlas.

La reforma, aprobada por amplia mayoría, estableció la celebración de elecciones presidenciales directas.

Los activistas enfurecidos respondieron publicando fotografías de las fuerzas de seguridad en Flikr, una página de Internet para compartir imágenes, con leyendas que explicaban los presuntos abusos de los agentes, incluso el uso excesivo de la fuerza, la violación y la tortura.

"Hay que denunciar a estas personas. Hay que nombrarlas y avergonzarlas", explicó el activista sindical Hossam El Hamalawy, creador de Piggipedia, el grupo de Flikr en cuestión. "No se puede torturar, golpear en una manifestación, y luego volver a casa con tu esposa e hijos como si nada y sin que nadie sepa lo que le haz hecho a otro ser humano. Eres un monstruo y hay que denunciarlo".

El álbum de Piggipedia cuenta con más de 165 fotografías de menos de una decena de colaboradores habituales.

"Lo bueno de trabajar en las redes sociales es que dan margen para que otros contribuyan", señaló El Hamalawy. "Una cosa es que yo coleccione imágenes en mi blog, y otra que arme un grupo en Flikr que le permita a otros, incluso egipcios anónimos, tomar una fotografía y agregarla", comentó el activista.

La tortura se generalizó a principios de la década de 1990 como medio para extraer confesiones e intimidar a los militantes islámicos. Se ha utilizado cada vez más en contra de detenidos políticos, sospechosos en casos criminales y sus familiares.

"Quienes caen en manos de la policía, los pobres en especial, corren el peligro inminente de sufrir torturas y daños físicos mediante diversos medios", denunciaba el mes pasado un informe publicado por 16 organizaciones de derechos humanos en este país.

Entre las torturas el informe incluía "golpizas, puntapiés, azotes, quemaduras con cigarrillos, abusos sexuales, choques eléctricos a los pies, la cabeza, los genitales y los senos, y colgamiento de barras de hierro o de la puerta de la celda".

Los bloggers egipcios han publicado decenas de fotos y videos comprometedores en Internet.

Un video muestra a policías abusando verbalmente de un detenido, mientras lo sodomizan con un palo. La víctima, el conductor de autobús Emad El Kebir, de 21 años, fue arrestado luego de intervenir en una disputa entre la policía y su primo.

Los agentes captaron las imágenes con un teléfono celular y luego las distribuyeron a otros conductores de autobuses, con el presunto objetivo de obligarlos a pagar las ‘multas’ que la policía les exige habitualmente.

Pero cuando Mohammed Khaled, que en los blogs firma como Demagh MAK, consiguió el video y lo publicó en el sitio YouTube a fines de 2006, provocó un escándalo público. Imágenes de la ordalía de El Kebir se esparcieron por otros blogs y medios independientes. Los canales satelitales árabes reprodujeron el hecho, que finalmente alcanzó a la prensa extranjera.

La publicidad catapultó el caso a los tribunales, donde el fiscal utilizó el video como evidencia para lograr un veredicto poco común contra dos policías que condujeron la tortura.

"Hemos trabajado en derechos humanos durante más de 20 años y siempre hablamos de la tortura, pero no todos nos creían o sabían al respecto", destacó Gamal Eid, director ejecutivo de la organización Arabic Network for Human Rights Information (ANHRI).

"Con el caso de Emad El Kebir, la gente quedó escandalizada y se percató de que lo que decíamos todo este tiempo era verdad. Solemos hablar de la tortura, pero los bloggers están proporcionando la evidencia física", precisó.

Participar en blogs dedicados a la brutalidad policíaca tiene sus riesgos. Algunos activistas en línea se convirtieron en víctimas del abuso que pretendían denunciar.

El Hamalawy ha tenido suerte. Hasta la fecha, los golpes de la policía sólo cayeron sobre sus cámaras.

"Ciertamente estamos arriesgando nuestra seguridad", reconoce. "Nadie está inmune, pero diría que el utilizar nuestros nombres verdaderos en los blogs nos dio cierto grado de protección. Cuando los bloggers son conocidos, el gobierno reconoce que tendrá más problemas si los detiene".

Atef afirma que las fuerzas de seguridad acosaron a su familia, la llamaron a la estación de policía e intimidaron varias veces a los propietarios del periódico donde trabaja. A pesar de eso, ella promete seguir con el blog.

"Si quieren mandarme a la cárcel tienen información suficiente. No creo que me arresten, pero los policías sobre los cuales escribo pueden tomar represalias", alertó la periodista.

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