El presidente Hugo Chávez denunció que un avión espía no tripulado proveniente de Colombia ingresó hace pocos días en el noroeste de Venezuela y fue avistado por militares emplazados en el Fuerte Mara, cerca de la frontera.
"Avioncito de esos que aparezca, ¡túmbenlo!", ordenó Chávez, tras explicar que el avión visto a medianoche por soldados venezolanos "es pequeño, de dos a tres metros, de los que se manejan a control remoto, pero filman todo, incluso tiran bombas. Es tecnología yanqui (estadounidense)".
"Quizás los soldados venezolanos confundieron el trineo de Papá Noel con un avión espía", bromeó este lunes el ministro colombiano de Defensa, Gabriel Silva, tras asegurar que Colombia "no tiene las capacidades" descritas por Chávez.
El general Freddy Padilla, comandante de las Fuerzas Militares de Colombia, dijo que esa institución "no sobrepasa los límites de nuestra nación en el cumplimiento de sus misiones" y emplea aviones-espía no tripulados de menos de un metro de largo "principalmente para vigilar oleoductos, pero no tienen ninguna capacidad de fuego".
Desde que Bogotá anunció en julio acuerdos con Washington para que fuerzas militares estadounidenses utilicen siete bases terrestres, navales y aéreas de Colombia, Chávez denunció preparativos de agresión contra su país con el objetivo de derrocarlo y así destruir el proyecto político que conduce, de tinte socialista.
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El comercio bilateral, que alcanzó un récord de 7.200 millones de dólares en 2008, se redujo a la mitad, la diplomacia fue al congelador, los mecanismos de diálogo político desaparecen entre acusaciones y advertencias, crecen las dificultades para vivir y trabajar en las poblaciones de frontera y ambos países incrementan sus programas de defensa.
"Alerto a lo que llaman comunidad internacional que las agresiones contra Venezuela se están incrementado y los preparativos son evidentes", dijo Chávez el domingo.
En una entrevista al diario bogotano El Tiempo, Silva sostuvo que "nos preparamos para evitar una agresión. En Colombia estamos concentrados en la amenaza interna, pero ha aparecido el riesgo de una eventual acción externa contra Colombia", tras criticar que "Venezuela ha invertido miles de millones de dólares en armas".
Colombia "prepara el terreno para agredir y hacer ver a Venezuela como la agresora, pero no caeremos en la provocación, aunque permanecemos alerta. Créanme, señores burgueses de Colombia, si ustedes agreden a Venezuela se van a arrepentir. Lo último que quiero es una guerra con Colombia, pero no estamos desarmados", dijo Chávez.
De su lado, Silva destacó que "es bueno decir que los colombianos no estamos con las manos amarradas: tenemos el mejor ejército de América Latina, hombres y mujeres que han combatido. Es un ejército de calibre mundial, no estamos inermes".
Colombia anunció la semana pasada que construirá una nueva base militar en la península de la Guajira, en la frontera norte, y activará seis nuevos batallones de aviación y fuerzas especiales, dentro de un plan para incrementar su capacidad de combate contra la guerrilla y el narcotráfico, así como "repeler una agresión externa", según el gobierno.
"La situación parece casi predispuesta para un incidente que, de iniciarse, sería catastrófico", observó el académico argentino Juan Tokatlián, quien considera que cada bando "ve al otro con la intención de cambiar el régimen político que ha adoptado".
"Agitar el nacionalismo para calmar críticas domésticas o producir hechos mediáticos con propósitos personales debiera ser evitado a toda costa. La irresponsabilidad en esta hora puede tener costos desmesurados en el futuro", advirtió Tokatlián, profesor en universidades de Colombia y Argentina.
Fernando Gerbasi, quien fue embajador de Venezuela en Colombia en la década pasada, dijo a IPS que "esta no es una crisis pasajera más, sino una confrontación permanente de Chávez con el estamento político, económico y militar colombiano".
En su opinión, "la crisis con Bogotá le permite a Chávez confrontar con (el presidente estadounidense, Barack) Obama, vía Colombia", y además consideró que "la crisis se va a profundizar en la medida en que la situación interna le sea desfavorable".
LA CONEXIÓN HOLANDESA
La semana pasada, en un encuentro en Copenhague paralelo a la cumbre gubernamental sobre el cambio climático, Chávez acusó a Holanda de participar en los planes de agresión contra su país desde Estados Unidos y Colombia.
"Acuso al Reino de los Países Bajos de estar preparando, junto al imperio yanqui, una agresión contra Venezuela. El imperio está llenando de aviones y barcos de guerra, de espías, de asesinos de los cuerpos de inteligencia, estas islas de Aruba y Curazao".
Aruba, Curazao y Bonaire son islas holandesas ubicadas en el mar Caribe Sur, a unos 30 kilómetros de las costas del noroeste de Venezuela. En Curazao, la empresa estatal Petróleos de Venezuela opera una refinería en alquiler y en su aeropuerto se estacionan regularmente aviones militares estadounidenses.
Holanda rechazó las acusaciones y su canciller, Maxime Verhagen, sostuvo que "es absolutamente falso que haya un complot para agredir a un país latinoamericano. Los estadounidenses tienen autorización para utilizar aeropuertos civiles en el grupo de islas cercano a Venezuela, en su lucha contra el narcotráfico, y Caracas lo sabe".
La analista estadounidense Eva Golinger, simpatizante de Chávez, aseguró que "desde hace tres años y medio buques de guerra y aviones estadounidenses usan instalaciones en Curazao con el pretexto de combatir el narcotráfico pero sirven como punta de lanza para una agresión contra Venezuela".
También Eleazar Díaz Rangel, director del diario caraqueño Últimas Noticias, sostuvo que en una visita a Curazao años atrás contó seis cazabombarderos estadounidenses F16 estacionados en el aeropuerto de Hato.
"Los informes sobre movimientos en las bases de Estados Unidos en Curazao y Aruba debieron ser confiables para que el presidente Chávez hiciera la denuncia que hizo en Copenhague", apuntó Díaz Rangel.
Según el mandatario venezolano, los movimientos militares que denuncia constituyen un cerco que "amenaza también a Ecuador, Bolivia, Nicaragua y Cuba".
"Nos hemos acostumbrado a ver que el presidente Chávez no da puntada sin dedal, y da la impresión de que está construyendo la vieja tesis, el viejo recurso del enemigo externo o la amenaza exterior para tratar de paliar las dificultades internas", dijo a IPS Edmundo González, ex embajador venezolano en Argentina y Argelia.
Felipe Mujica, coordinador de la comisión internacional de la coalición opositora Mesa Democrática, dijo a corresponsales de la prensa extranjera que "Chávez pretende convertir en un conflicto regional su confrontación con Colombia, y esa crisis se profundizará en la medida en que aprecie que los números electorales pueden serle adversos".
Venezuela prevé efectuar elecciones parlamentarias en septiembre de 2010, en tanto Colombia tendrá comicios presidenciales en mayo.
