Estados Unidos reiteró su oferta en el primer día de la 15 Conferencia de las Partes de la Convención Marco sobre Cambio Climático (COP 15), que se desarrolla en la capital danesa, pero la Unión Europea condicionó la suya a un mayor esfuerzo de Washington.
El presidente estadounidense Barack Obama es el gran esperado en Copenhague, sobre todo porque se presume que hará un importante anuncio sobre financiamiento para afrontar el cambio climático.
Pero Obama finalmente cambió de opinión y asistirá a la reunión de jefes de Estado y de gobierno, que está prevista para clausurar el encuentro, el 18 de este mes. Así lo confirmó este lunes en rueda de prensa el coordinador de la delegación estadounidense, Jonathan Pershing.
"Basándose en la conversación con otros lideres, y para darle un impulso a las negociaciones, el presidente decidió que, continuando con su liderazgo, sería más productiva su participación al final de la conferencia de Copenhague", afirmó.
Obama inicialmente había anunciado que no asistiría a la cumbre final sino que haría una escala de un día esta misma semana en Copenhague en su viaje hacia Estocolmo, donde recibirá el premio Nobel de la Paz.
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Sobre el financiamiento, Pershing se resistió a dar cifras y aclaró a los periodistas este lunes que Washington solamente contribuiría con una "parte justa" de los 10.000 millones de dólares por año que se calculan necesarios de aquí a 2012 para combatir el fenómeno climático.
Además, insistió en la necesidad de que los países en desarrollo que habrían de recibir esos fondos presenten datos sobre los resultados del uso y alcance de los recursos.
En cuanto a los recortes de emisiones de gases contaminantes, el jefe negociador de Estados Unidos reiteró que su gobierno ofrecía una reducción de 17 por ciento para 2020, respecto de los niveles de 2005, pero subrayó que eso debía enmarcarse en un acuerdo general "que incluya compromisos de todas las grandes economías", en aparente alusión a China.
Pershing sostuvo que los esfuerzos de Washington no sólo apuntan a brindar soluciones a un problema de carácter "humanitario", sino también de "seguridad común" y de protección a la economía mundial, y subrayó que sus compromisos de cara a 2012 van de acuerdo con lo que reclama la comunidad científica.
El delegado se esforzó por repartir cargas. "Estados Unidos emite una quinta parte de los gases invernadero que se emiten en el mundo, o sea que hay otras cuatro quintas partes responsables", indicó. "A menos que todos redoblemos los esfuerzos no llegaremos a un acuerdo, que es para lo que llegamos aquí", sentenció.
Fuentes de la Organización de las Naciones Unidas dijeron a IPS que existía gran expectativa en Copenhague sobre la presencia de Obama, considerando que Estados Unidos no ratificó el Protocolo de Kyoto de 1997, único instrumento internacional actual contra el cambio climático, y la postura escéptica de su predecesor, George W. Bush (2001-2009).
Para marcar un contraste con el anterior gobierno, del Partido Republicano, Pershing manifestó de modo contundente este lunes que existía una "enorme multitud de evidencia" sobre el recalentamiento planetario. Este mismo delegado fue uno de los autores del informe de 2007 del Grupo Internacional de Expertos sobre el Cambio Climático.
"Somos optimistas porque los países están poniendo ofertas sobre la mesa, las sesiones se desarrollan sin mayores discusiones y se percibe gran emoción y esperanza", dijo a IPS un funcionario vinculado con las conversaciones.
No obstante, desde el primer día comienza la pugna. Minutos antes de la conferencia de Pershing, en el mismo salón, la delegación negociadora de la Unión Europea (UE) puso como condición para su oferta de recortar 30 por ciento de las emisiones de gases invernadero en 2020, respecto de los niveles de 1990, que Estados Unidos muestre un mayor compromiso.
"Independientemente de las acciones tomadas por otros países, la UE reducirá sus emisiones 20 por ciento para 2020, pero quiere reducirlas 30 por ciento si otras partes están dispuestas a asumir compromisos similares", dijo el ministro de Ambiente de Suecia, Andreas Carlgren.
"Estados Unidos y China han puesto ofertas sobre la mesa, y lo celebramos, pero esos compromisos no alcanzan para lograr mantener el recalentamiento planetario por debajo de los dos grados", como sugiere necesario la comunidad científica, apuntó el funcionario, cuyo país ejerce la presidencia rotativa del bloque.
La delegación estadounidense señaló que apuesta a un acuerdo político que sea seguido por conversaciones tendientes a la adopción de uno legalmente vinculante, del que Washington sería parte.
Por su parte, la UE apuesta a un "acuerdo legalmente vinculante para el periodo que comienza el 1 de enero de 2013, construido sobre el Protocolo de Kyoto y que incorpore toda su esencia".
"Se ha hablado sobre la solución de los dos pasos, pero para la UE, el acuerdo en Copenhague es más bien el paso Dentro de un periodo claramente acordado, este acuerdo vinculante debe ser traducido en un texto ratificado", dijo Carlgren.
A la COP 15 asisten más de 32.000 delegados, mientras que unos 3.500 periodistas cubren sus actividades. A la capital danesa llegarán 110 jefes de Estado y de gobierno.