Las negociaciones sobre cambio climático que se desarrollan en la capital danesa deben tomar en cuenta los reclamos de los pueblos indígenas, los más perjudicados y los menos responsables del recalentamiento planetario, aseguran activistas.
«Tenemos derecho a nuestras tierras y a nuestro medio ambiente», dijo Malia Nobrega, del Foro Internacional de Pueblos Indígenas sobre el Cambio Climático (IIPFCC, por su sigla en inglés), presente en la conferencia de Copenhague.
«Esta crisis climática amenaza la supervivencia misma de los pueblos indígenas, en particular de los pueblos que dependen de los bosques y los hielos y de los pequeños estados insulares y las comunidades locales», declaró el IIPFCC en un texto propuesto para las negociaciones en Copenhague, que comenzaron el lunes y concluyen el día 18.
La 15 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP 15) intenta acordar un nuevo tratado para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, causantes del recalentamiento. El texto deberá dar continuidad al Protocolo de Kyoto, adoptado en 1997 y cuyas metas vencen en 2012.
Los bosques significan más que su capacidad de absorción del dióxido de carbono el principal gas invernadero para los pueblos indígenas y las comunidades locales. Tienen una importancia histórica, cultural y espiritual para ellos.
Joan Carling, secretaria general de la organización Asia Indigenous Peoples Pact (AIPP), dijo que los pueblos indígenas del mundo saben que la principal causa del cambio climático son los países desarrollados.
«También saben que los indígenas tienen la menor huella de carbono (la cantidad de gases invernadero emitidos) pero son los más perjudicados por el cambio climático», agregó.
Dado que los países industrializados son los principales responsables del recalentamiento del planeta, la AIPP considera que es su deber asumir el compromiso de reducir en serio sus emisiones de gases contaminantes y de financiar las medidas de mitigación del cambio climático y la transferencia de tecnología al Sur en desarrollo.
«Esto es para reconocer su deuda histórica», sostuvo Carling.
Los pueblos indígenas también proporcionan soluciones que recurren a sus conocimientos tradicionales, innovaciones y prácticas propias, especialmente en relación con la mitigación de las repercusiones del cambio climático.
En este punto, argumentan que han gestionado los ecosistemas durante generaciones, fomentando su integridad y complejidad de maneras sostenibles y culturalmente diversas.
Entre esas maneras se incluyen el pastoreo móvil en las zonas áridas y montañosas, la rotación de cultivos y la agricultura ecológica en las regiones de bosques tropicales, y la conservación, gestión y restauración de otros ecosistemas naturales, como los manglares, las sabanas y los humedales.
Pero Carling sostiene que esto no es reconocido.
Nobrega cree que el desarrollo no debe ser detenido, sino orientado por el conocimiento tradicional de los pueblos indígenas.
«Nuestros ancestros han cuidado de la Madre Tierra por mucho tiempo. Ahora debemos asegurarnos de que sigamos teniéndola para las generaciones venideras», manifestó.
El ecuatoriano Johnson Cerda, asesor del Programa de los Pueblos Indígenas y Tradicionales de la organización ecologista Conservación Internacional, dijo que cuando se habla de la tecnología, los países desarrollados sólo se refieren a la transferencia de conocimientos del Norte industrializado a los países pequeños.
«También hay conocimiento en nuestras comunidades. ¿Ven los bosques? ¿Saben cómo hemos trabajado para conservarlos durante siglos?», preguntó Cerda.
La reducción de las emisiones derivadas de la deforestación y la degradación ambiental es algo que los pueblos indígenas han hecho durante siglos, aseguró.
«Ahora otros intentan reinventarlo porque hay dinero allí», insistió. «Los pueblos indígenas tienen el conocimiento para la adaptación y la mitigación, pero no tienen acceso a los fondos», agregó Cerda.
Pero a Carling le inquieta que la REDD (Programa de las Naciones Unidas de Reducción de Emisiones Causadas por la Deforestación y la Degradación de los Bosques) se esté implementando en algunos países sin consultas ni intercambio de información con las comunidades indígenas.
La responsabilidad de todo recae así sobre las fuentes de financiación, entre ellos el Banco Mundial, explicó.
Joseph Ole Simel, director ejecutivo de la organización Manyoito Pastoralist Integrated Development Organisation, de Kenia, cree que el texto en discusión en Copenhague ni siquiera reconoce a los indígenas como seres humanos.
«Por lo tanto, no gozamos de derechos», sostiene. Los pueblos indígenas están presentes en Copenhague «porque experimentan un fuerte impacto en sus vidas a raíz del cambio climático».
Toda negociación debe tomar en cuenta los derechos de los pueblos indígenas «para que no seamos víctimas ni sujetos de la mitigación», exhortó Simel.