El presidente de Bolivia, Evo Morales, convocó a la oposición a sumarse al proyecto de «revolución democrática mediante el voto» para seguir construyendo el Estado plurinacional, luego de lograr su reelección consecutiva con más de 63 por ciento de los sufragios.
"Vengan a trabajar por el pueblo boliviano, al margen de cualquier reivindicación de carácter regional. Primero es Bolivia y debemos unirnos", dijo Morales desde los balcones de la casa de gobierno en La Paz, en un mensaje dirigido expresamente a empresarios e intelectuales de la llamada Media Luna oriental que pugnan por una total autonomía económica y política.
Morales, de 50 años y el único indígena en la historia en conducir los destinos de este país de 10,2 millones de habitantes, se alzó con un cómodo triunfo el domingo en una histórica votación que por primera vez contó con la participación de los emigrantes desde su lugar de residencia, mayoritariamente Argentina, Brasil, y España Estados Unidos.
Es la primera vez que un candidato consigue el más alto respaldo ciudadano desde la reapertura democrática en 1982, según encuestas a boca de urna coincidentes que transmitieron las redes privadas de televisión. De este modo el líder izquierdista del Movimiento al Socialismo (MAS) continuará en la presidencia, esta vez por cinco años a partir de enero de 2010, según la nueva Constitución.
También en la pasada jornada resultó triunfante el sí en los plebiscitos para adoptar los modelos autonómicos en los occidentales departamentos de La Paz, Oruro y Potosí, en el sureño Chuquisaca y en el central Cochabamba. En promedio, alrededor de 70 por ciento de los votantes se pronunciaron a favor de seguir el camino resuelto en 2006 por Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija, que conforman la Media Luna.
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Morales, elegido por primera vez en diciembre de 2005 con 53,7 por ciento de los sufragios, disfruta de una popularidad afianzada en cuatro años de gobierno con una política orientada en especial a favorecer a pobres, ancianos, escolares, madres en estado de gestación, que se suma a la recuperación de grandes empresas estatales transferidas al capital extranjero por sus antecesores.
"El pueblo hace historia gracias a su participación consciente en las elecciones y demuestra que es posible cambiar Bolivia en base al voto", expresó.
El mandatario ha extendido los alcances de su modelo "revolucionario democrático" al plano internacional. Al respecto anunció que los países de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), que reúne a Bolivia con Cuba, Dominica, Ecuador, Honduras, Nicaragua, Paraguay, San Vicente y las Granadinas y Venezuela, debatirán el 13 y 14 de este mes la propuesta de "nuevo socialismo y el salvataje de la humanidad con propuestas a favor de sectores sociales postergados y la defensa el medio ambiente".
Los resultados obtenidos en las urnas representan un homenaje a los países que luchan por la dignidad de los pueblos, y profundizan en Bolivia las transformaciones económicas, sociales y culturales, en un marco de "revolución democrática", añadió el mandatario reelegido.
La votación del domingo también está coronando la mayor expectativa del presidente indígena, pues logró el domino en la nueva y bicameral Asamblea Legislativa Plurinacional, al sumar 110 representantes de los 166 que la conforman, suficientes para instrumentar la Constitución vigente desde febrero de este año y con un fuerte contenido social.
Aunque los datos oficiales serán difundidos en unos 10 días, los sondeos de los expertos difundidos por los medios locales otorgan 86 de los 130 legisladores al gobernante MAS en la Cámara de Diputados y 25 de los 36 escaños en el Senado, la cantidad exacta para los cambios estructurales en instituciones estatales orientados a disminuir las desigualdades sociales, según los portavoces oficialistas.
"Se comentaba que la clase media abandonó a Evo. Falso, ahí está la clase media", expresó el propio presidente al señalar a la multitud que llegó hasta las puertas del Palacio de Gobierno para saludar su triunfo.
Pero en opinión del historiador y profesor universitario Alexis Pérez, la clase media entregó su voto a cambio de los bonos sociales, a los cuales señala como un incentivo sugerido por el Banco Mundial y la Organización de las Naciones Unidas.
El segundo lugar en las elecciones le correspondió al derechista Manfred Reyes Villa, postulado por el Plan Progreso para Bolivia-Convergencia Nacional (PPB-CN), con un lejano 27 por ciento de votos, mientras el industrial Samuel Doria Medina, de la centrista Unidad Nacional (UN), consiguió sólo seis por ciento de respaldo.
Con un discurso de unidad y también con origen indígena, el ex alcalde de la ciudad de Potosí, René Joaquino, obtuvo tres por ciento de apoyo, pero su presencia en los nueve departamentos en que se divide Bolivia le permitirá alcanzar tres escaños y una presencia permanente en el debate parlamentario.
El profesor Pérez comentó a IPS la ausencia de liderazgo y propuesta en los partidos de oposición, que "basados en un libreto heredado del liberalismo, ofrecieron respaldo a emprendimientos individuales y agrícolas, pero sin realizar una interpretación de las realidades de pueblos rurales alejados".
"No hubo una lectura que hable por nuestra realidad y el pueblo ha preferido votar por quien paga un bono", según el historiador. Tras conocer los primeros resultados, el candidato que representa a la oposición conservadora asentada en la Media Luna oriental, Reyes Villa, aceptó la derrota y prometió continuar con la lucha por la democracia en función de los intereses de Bolivia.
"No tengo la intención de abandonar el país", dijo al desvirtuar versiones que anunciaban su viaje al exterior después del verificativo de las elecciones. El tercero en las preferencias electorales, Doria Medina, interpretó los resultados preliminares como una segunda oportunidad concedido por el pueblo a Morales, pero expresó preocupación por los niveles de pobreza, falta de empleo, la reducción de las libertades democráticas y el incremento en los cultivos de coca y el tráfico de drogas.
La cómoda victoria de Morales es un deseo de la sociedad boliviana por cerrar definitivamente las puertas del poder a las viejas élites que gobernaron entre los años 1985 y 2003, dijo a IPS el sociólogo Franco Gamboa.
Advierte que Morales tendrá desafíos urgentes para garantizar ingresos por los hidrocarburos, trabajar en el terreno diplomático con Estados Unidos y perfeccionar la administración estatal de las finanzas públicas.
Pérez tiene mayores preocupaciones por el poder que otorga el electorado al gobierno, con el cual "impondrá un proyecto" usando los votos de los nuevos congresistas a los que resta "conciencia de clase" para decidir por el futuro de un país.
También pone en duda el modelo socialista, en un país donde abunda la pobreza y se captan los escasos recursos de la clase media por la vía impositiva para compensar las dificultades financieras del Estado.
Para respaldo de su proyecto, el gobierno ha ganado el apoyo policial y militar mediante la entrega de equipo y tecnología, y ello anticipa un gobierno de fuerza, advirtió.
La jefa de la Misión de Observadores de la Unión Europea, Renate Weber, calificó de tranquila a la jornada electoral y al margen de temas administrativos, dijo no haber conocido denuncias graves en el proceso de recepción y recuento de votos.