«No es necesario ir lejos, está entre nosotros», dijo el jefe de la División de Género de la cancillería holandesa, Robert Dijksterhuis, a una concurrencia principalmente femenina. «Al menos una de cada tres mujeres sufrió algún tipo de abuso y casi siempre de parte de algún conocido», añadió.
Dijksterhuis citaba datos del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).
Varias personas comprometidas con la temática de la violencia contra las mujeres participaron en una conferencia organizada en Roma por IPS, con apoyo del Ministerio de Relaciones Exteriores de Italia y la alcaldía capitalina, para discutir el papel de los medios de comunicación en la difusión de la problemática.
Más de 70 por ciento de las mujeres del planeta fueron agredidas física o sexualmente por un hombre en su vida, por lo general el esposo, la pareja u otro conocido, según el Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (Unifem).
La violencia contra mujeres de entre 15 y 44 años causa más muertes e invalidez que el cáncer, el paludismo, los accidentes de tránsito y la guerra combinados, señala el estudio «Violencia contra la mujer en el mundo».
En Sudáfrica, cada seis horas es asesinada una mujer por un conocido. En Guatemala, el promedio diario asciende a dos. En la ciudad brasileña de San Pablo agreden a una cada 15 segundos. En países como Colombia o regiones como la conflictiva provincia sudanesa de Darfur, las violaciones son moneda corriente.
[related_articles]El flagelo no sólo existe en las naciones en desarrollo, sino también en las industrializadas.
En Estados Unidos, 83 por ciento de las niñas de entre 12 y 16 años sufren algún tipo de agresión sexual en las escuelas públicas y una de cada tres mujeres es asesinada por su pareja cada año.
En los países de la Unión Europea, entre 40 y 50 por ciento de las mujeres son objeto de una propuesta, algún tipo de agresión sexual o un contacto físico indeseado en su trabajo.
Hace muy poco que la sociedad civil, los medios de comunicación y los políticos han aunado esfuerzos para cambiar la percepción del fenómeno y tratar de derribar el muro de la indiferencia y las malas interpretaciones que lo rodean, según el Unfpa.
«La comunicación puede ser una de las herramientas más poderosas» para luchar contra ese tipo de violencia, señaló el vicecanciller italiano Vincenzo Scotti.
Los medios de comunicación que han tenido éxito en el tratamiento de varios temas de salud podrían desempeñar un papel mayor en la lucha contra la violencia, señala el estudio «Cambiar normas sociales y culturales que favorecen la violencia», de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Por otra parte, la exagerada victimización de las mujeres en los medios confunde la percepción de la situación real, como lo demuestra el artículo «Influencia de la violencia mediática en la juventud», publicado por la Sociedad de Psicología Estadounidense.
El problema, además, se ve exacerbado por la falta de representación femenina en los medios de comunicación y por la deformación de su papel social.
[pullquote]1[/pullquote]La organización Media Monitoring Africa, que promueve un periodismo justo, critica la falta de mujeres en los medios de comunicación y el tipo de trato que se les dispensa, por lo general como víctimas o como familiares de alguien.
«La influencia de las mujeres en el periodismo es uno de los temas centrales de las investigaciones», señala el estudio «The Gender of Journalism» («El género del periodismo»), realizado por Monika Djerf-Pierre en Suecia.
Suecia ocupa un destacado cuarto lugar en el índice sobre situación de género elaborado por el Foro Económico Mundial. Pero aun en ese país, «el sector periodístico sigue dominado por hombres».
Las mujeres constituyen la mitad de los profesionales, según el estudio, pero tres de cuatro jefes son hombres. En otros países, la situación es peor.
Los derechos de comunicación deben formar parte de esos esfuerzos, señaló Jac SM Kee, coordinadora de Asesoramiento de los Derechos de las Mujeres, de la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones.
La organización reclama incorporar las tecnologías de la comunicación y de la información a la lucha contra la violencia y atender las intersecciones entre los derechos de comunicación y de las mujeres, vinculados a este problema.
Mona Azzalini, del Global Media Monitoring Project (Proyecto Global de Observación de Medios) se refirió a la encuesta mundial que se realizará el año que viene sobre la participación de las mujeres en los medios de comunicación.
La iniciativa «promueve un cambio en la forma en que se describe a las mujeres» y la creación de una «red de organizaciones» para luchar contra la discriminación y los estereotipos.
El último estudio, realizado en 2005, se concentró en cuatro asuntos: la representación de las mujeres como sujetos de información, las periodistas, el contenido de las noticias, incluidos casos de estereotipos y de discriminación, y prácticas periodísticas.
El estudio de 2010 se va a comparar con el de 2005, que mostró que 21 por ciento de las fuentes son mujeres y que 83 por ciento de los expertos citados son hombres.
Además, la perspectiva femenina es escasa: 14 por ciento de las fuentes políticas consultadas son mujeres y 20 por ciento en materia económica. Incluso en cuestiones de violencia contra la mujer, 64 por ciento de las voces escuchadas son hombres.
«Ser víctima significa debilidad, y debilidad significa violencia. Los medios aman la violencia», dijo Laila Al Shaikhli, presentadora de la cadena panárabe Al Jazeera, quien se refirió a la dificultad de realizar un reportaje cuando las mujeres son renuentes a hablar y ellas mismas participan en un ciclo de discriminación, educando a sus hijos con los mismos paradigmas.
El resultado de esto es que la imagen de las mujeres queda distorsionada.
En Italia, por ejemplo, «80 por ciento de las personas forman su opinión basándose en la televisión», dijo la vicepresidenta del Senado italiano, Emma Bonino.
«Y no estoy satisfecha en cómo las imágenes de las mujeres son transmitidas en nuestros medios. Es una imagen humillante No existen las mujeres trabajadoras. El papel de los medios es una parte importante de cualquier estrategia que quieras lanzar para combatir la violencia contra la mujer. No es marginal o complementaria, es esencial formar la idea de las mujeres», añadió.
El primer ministro italiano Silvio Berlusconi controla alrededor de 90 por ciento de las audiencias televisivas a través de su imperio mediático Mediaset y la televisión estatal RAI.
La embajadora de Sudáfrica en Italia, Thenjiwe Mtintso, habló desde el punto de vista de una activista de género y ex periodista durante el apartheid (sistema de segregación racial en perjuicio de la mayoría negra) sobre la definición de lo que es noticia y quién la transmite. No son las mujeres, dijo. Y esto es algo que tiene que cambiar para que termine la violencia, subrayó.
*Miren Gutiérrez es editora jefa de IPS.
