La visita del primer ministro de India, Manmohan Singh, a Estados Unidos pretendió afianzar las relaciones bilaterales para contrarrestar lo que entiende un acercamiento prioritario de Washington a China y especialmente a Pakistán, su tradicional rival en Asia meridional.
Singh llegó a Washington una semana después de que su anfitrión, el presidente Barack Obama, visitara China y se emitiera allí un inquietante, para India, comunicado conjunto en el que ambos gobiernos se comprometieron a "trabajar para fomentar la paz, la estabilidad y el desarrollo" en esa región.
La declaración sugería que la disputa territorial por la conflictiva región fronteriza de Cachemira entre India y Pakistán se encuentra en la esfera de influencia de Beijing. La cancillería india respondió que no se podía concebir "ni es necesario el rol de un tercer país" para resolver la violencia en la zona.
La decisión de invitar a Singh para su primera visita oficial a Obama sin duda tiene el objetivo parcial de aplacar las inquietudes de India ante la amenaza que representaría para la influencia regional de ese país un mayor acercamiento entre China y Estados Unidos.
El esperado anuncio del posible incremento del contingente de soldados estadounidenses en Afganistán y la necesidad que tiene Washington de contar con aliados regionales podría ser otra justificación para el tratamiento con honores de estado que se le brindó a Singh.
"Conversamos sobre nuestra política en Afganistán, y agradecí al primer ministro Singh por los sustanciales aportes que hiciera India al pueblo afgano", declaró Obama en una conferencia de prensa conjunta el martes.
"Es de vital importancia que todos los principales actores regionales e internacionales pongan su peso detrás del gobierno de Afganistán", dijo Singh ante el Council on Foreign Relations, una influyente organización no gubernamental dedicada al estudio de las relaciones exteriores.
India contribuye con 1.200 millones de dólares de ayuda a Afganistán, cifra que la convierte en uno de los mayores donantes de ese país.
Obama ha anunciado que la decisión sobre el envío de más soldados a Afganistán es inminente, y se especula que dará un discurso televisado a la población el martes de la semana próxima para explicar la estrategia estadounidense en el territorio afgano.
Se calcula que Obama enviará entre 25.000 y 35.000 soldados más, pese a que el comandante de las fuerzas estadounidenses en Afganistán, general Stanley McChrystal había solicitado 40.000.
Singh habló de apoyar los planes de Obama referidos a la guerra en Afganistán, pero es probable que la estabilidad de Pakistán haya sido parte de la discusión previa entre ambos mandatarios.
Las relaciones entre India y Pakistán se tensaron nuevamente desde los atentados terroristas en la ciudad de Mumbai que mataron a 166 personas el año pasado, atribuidos por Nueva Delhi a grupos pakistaníes.
La "comunidad mundial debe presionar" a Pakistán "para que haga mucho más para llevar a juicio a los responsables de este crimen horrible", exhortó Singh en la víspera de la visita de estado.
Islamabad es un fuerte aliado de Washington en la lucha contra el movimiento islamista Talibán y las fuerzas de la red extremista Al Qaeda en la zona fronteriza entre Afganistán y Pakistán.
La visita de Singh es un intento de poner énfasis en la relación entre Estados Unidos e India en un momento en que las relaciones de Washington con Pakistán y China reciben más atención del gobierno de Obama.
"Creo que los indios están bastante molestos y nunca les gustó la discusión del G2 en primer lugar", dijo a IPS el investigador Adam Segal, del Council on Foreign Relations, en referencia al nombre dado a la relación especial propuesta entre China y Estados Unidos.
India es testigo de la colaboración de Estados Unidos "con China y el G2 y teme quedar excluida e ignorada en los temas estratégicos más amplios", dijo Segal.
Es posible que los esfuerzos de Washington por apaciguar a Nueva Delhi hayan funcionado, ya que el influyente diario The Times of India informó el martes que "Obama hizo todo lo debido para borrar la impresión de que había degradado los lazos con ese país a favor de China".
Singh logró que Estados Unidos reafirmara su compromiso con un convenio de energía nuclear que lo habilita a venderle tecnología nuclear, lo cual pone fin a una prohibición de 30 años a ese tipo de exportación.
"Mi gobierno está comprometido a implementar plenamente el acuerdo nuclear con fines civiles con India, que incrementará las exportaciones a ese país y generará empleos en ambos territorios", declaró Obama.
También se habilitaron "acuerdos ambientales" entre los dos países que fomentarán la cooperación para el desarrollo de energía limpia, el combate al cambio climático y la conquista de la seguridad alimentaria.
Asimismo, Washington apoyará la Agencia India de Protección Ambiental, destinada a mejorar la gestión y regulación ambiental de India.