Pérdida de empleos y desindustrialización serían algunas de las consecuencias en África subsahariana de la Ronda de Doha de negociaciones comerciales internacionales, alertó un nuevo estudio.
El trabajo fue elaborado por el Fondo Carnegie para la Paz Internacional, la Comisión Económica para África, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y el Instituto Keniata para la Investigación y el Análisis Político.
Su objetivo fue elaborar un modelo de los efectos que tendrían los textos de julio de 2008 discutidos en la Ronda de Doha de la Organización Mundial del Comercio sobre bienes agrícolas e industriales. Estos documentos han sido levemente revisados desde entonces, y actualmente los negociadores trabajan sobre la base de los textos de diciembre de 2008.
Debido a la escasez de información, el modelo no considera la facilitación del comercio y los servicios, "lo cual es una lástima, ya que los servicios son el sector que crece más rápido, y somos uno de los cuatro países africanos que ya han hecho ofertas en liberalización de los servicios", dijo el jefe negociador de Kenia, Daniel O. Owoko.
Antes de la actual crisis mundial, la economía de Kenia era la que más rápido crecía en África.
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"La liberalización del comercio de mercancías afectará significativamente la economía keniata", alertó Eduardo Zepeda, uno de los autores.
"La agricultura y los alimentos procesados ganarán. Los productos manufacturados y mineros perderán. Las ganancias provendrán principalmente de la caída de los subsidios a las exportaciones agrícolas en Europa y Estados Unidos, y menos de las reducciones del apoyo interno a la agricultura en los países industrializados y a los cortes de tarifas en todo el mundo", explicó. El estudio asume que los países del Norte industrializado efectivamente eliminarán los subsidios a la agricultura para 2013 y reducirán los apoyos internos que distorsionan el comercio.
Las exportaciones e importaciones de bienes se incrementarán entre 2010 y 2012, aun sin una apertura progresiva de mercados. Pero los beneficios más importantes vendrán de la eliminación de subsidios a las exportaciones a partir de 2013.
"Incluso los productos que no reciben subsidios para la exportación, como la horticultura, tendrán muchas ganancias", comentó Nicolas Imboden, director del Centro de Ideas en Ginebra, organización no gubernamental que asesora a países en desarrollo sobre cómo integrarse mejor al comercio mundial.
Además de las flores, Kenia espera incrementar sus exportaciones de té, café y semillas oleaginosas, pero perderá en los mercados de tabaco y granos.
"¿Por cuánto tiempo puede un país seguir especializado en esos sectores?", preguntó Zepeda. "Necesita manufacturas y servicios también", añadió.
El estudio muestra que Kenia perderá en manufacturas (textiles, calzados, maquinarias y equipamientos) aun si no se compromete a ninguna reducción de tarifas en esas áreas.
La caída de los precios mundiales de las materias primas no alimentarias afectarán a África.
Por otra parte, el estudio apoya la posición de que la reducción en los precios incrementará el consumo, lo que, junto a un aumento del producto interno bruto, "reducirá la pobreza".
Pero las crecientes importaciones también eliminarán puestos de trabajo. Kenia se ha especializado en bienes manufactureros. Para Imboden, es claro que la "liberalización te orienta hacia tu ventaja comparativa. Por tanto, no es de sorprender que Kenia tenga ganancias en agricultura y trabajo no calificado. Es una especialización en sectores de bajos retornos".
"Habrá una desindustrialización en los textiles y el calzado, porque estos sectores no son competitivos. Pero no debemos interpretar el resultado del estudio como una desindustrialización general, ya que el modelo no muestra dónde el país tendrá una ventaja comparativa en el futuro", añadió.
La investigación subraya que el desarrollo a largo plazo del país no puede depender solamente de la agricultura y del procesamiento de alimentos, y que Kenia debe animarse a construir ventajas comparativas en actividades con características de mayor valor agregado.
En cuanto al mercado laboral, una mayor especialización en la agricultura y en los alimentos procesados significará un uso más intensivo de la mano de obra no calificada o semi-calificada. "Estas son buenas noticias, porque Kenia tiene una abundante mano de obra", notó Zepeda. "Pero esto va a ocurrir con algunos ajustes. Hay industrias cuya producción caerá y los trabajadores serán despedidos", alertó.
Los costos del ajuste serán significativos. El procesamiento de bienes agrícolas serán más afectados que la agricultura en sí. "Si creas un empleo, es una ganancia. Si eliminas uno, es una pérdida. Si creas uno y pierdes uno, estás empatado. Pero, como tienes que volver a capacitar a la persona que ha sido despedida y entrenar al que es contratado, el costo será el doble", dijo Zepeda.
El estudio subraya la necesidad de complementar la liberación comercial de Doha con políticas adecuadamente financiadas y bien dirigidas para compensar el costo de ese ajuste.