Para combatir la desigualdad, los países de América Latina deben redoblar su aporte financiero al cumplimiento de sus compromisos internacionales, dijo a IPS Marcela Suazo, directora en esta región del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).
Con el fin de financiar el Plan de Acción aprobado en 1994 por la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo realizada en El Cairo, se acordó que los países del Sur aportarían dos tercios del total estimado, y que el tercio restante correspondería a la cooperación de países industrializados.
En la capital egipcia se proyectó una inversión de 21.700 millones de dólares hasta 2015 para cuatro componentes del Plan de Acción: planificación familiar, salud reproductiva, enfermedades de transmisión sexual como el VIH/Sida y recolección y análisis de datos.
Pero una reciente revisión hecha por el UNPFA reveló que en total se requieren 69.810 millones de dólares.
Juntando el gasto de gobiernos, ciudadanos y organizaciones no gubernamentales, los países de América Latina han aportado casi 3.000 millones de dólares, pero se requieren más de 6.000 millones para cumplir con los objetivos, dijo Suazo a IPS.
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Mientras, los países industrializados están aportando menos del tercio comprometido.
Suazo, de origen hondureño, dirige desde 2007 la Oficina Regional para América Latina y el Caribe de UNFPA. Conversó con IPS en Santiago, durante un seminario de dos días en la sede de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) dedicado a analizar el Plan de Acción en la región, 15 años después de su aprobación.
IPS: ¿Cómo evalúa el cumplimiento en América Latina del Plan de Acción de la Conferencia de El Cairo?
MS: La evaluación es bastante positiva. Se han logrado avances importantes, no sólo en el marco legislativo y de políticas públicas, sino también en el acompañamiento financiero.
Pero hay retos importantes. El primero es la lucha contra la desigualdad. No todos gozan los avances de manera equitativa. El tema de la desigualdad pasa por contar con la información necesaria —mantener los censos y encuestas y analizar toda esta información— y por redoblar el financiamiento.
Es cierto que la región ha hecho un esfuerzo importante. Es cierto que está cumpliendo más o menos 50 por ciento de los dos tercios del financiamiento del Plan de Acción a los que se comprometió. Pero también es cierto que debemos redoblar el compromiso para garantizar esa otra mitad.
IPS: ¿Cuáles son las áreas más rezagadas?
MS: Hay diferentes avances y desigualdades. No podría decir que haya áreas totalmente rezagadas. Por ejemplo, hablemos de reducir en tres cuartas partes para 2015, respecto de 1990, la mortalidad materna. Ya sabemos que es uno de los Objetivos de Desarrollo de las Naciones Unidas para el Milenio que no se va a cumplir, y que además está en el corazón de El Cairo.
Tenemos índices promedio de 100 o 150 muertes maternas por cada 100.000 nacidos vivos, y en una zona geográfica a unos cuantos kilómetros de distancia tienes cuatro veces más. En algunos casos la mortalidad materna aumenta 100, 200, 300, 400 por ciento. Ese reto es importante.
Por otro lado, es preciso ver el contexto que había en 1994, el que nos encontramos hoy y el que tendremos en 2025. Hoy tenemos una población joven muy importante, cerca de 109 millones de personas de entre 14 y 24 años, que puede incorporarse a la población económicamente activa.
Para la región es fundamental tomar decisiones de inversión, de política pública y de programas que aseguren que esos jóvenes cuenten con las herramientas necesarias para incorporarse en los procesos de desarrollo productivo, y que tengan una plataforma de información, conocimiento y acceso a esos servicios para el ejercicio de sus derechos.
En 2025, en cambio, vamos a tener menos población joven y más población envejecida. IPS: La mortalidad materna y la fecundidad adolescente figuran entre los principales problemas de la región. ¿Por qué no se ha avanzado más en estas áreas?
MS: Ya se sabe qué sectores presentan altos índices de mortalidad materna, ya se cuenta con bastante conocimiento y experiencia sobre cuáles son los pilares fundamentales para reducirla y ya sabemos que la mayor parte de ella es prevenible.
Los tres pilares fundamentales son la planificación familiar, la atención de calidad durante el embarazo, el parto y los 40 días posteriores, y los servicios de emergencia obstétrica. Hay conocimientos, pero necesitamos una inversión específica, focalizada y diferenciada en esos tres pilares para lograr un avance real.
IPS: ¿Y el embarazo adolescente?
MS: El embarazo adolescente ha venido creciendo en la región. Los y las jóvenes no están teniendo necesariamente posibilidades de acceso a información, a educación formal, a conocimiento, a insumos y a servicios de prevención del embarazo.
Esto es un tema muy importante porque hay una relación directa entre un embarazo temprano y las posibilidades de adquirir las herramientas necesarias para romper el círculo de la pobreza. La región debe darle atención al problema.
IPS: La región también muestra progresos importantes en la lucha contra el VIH/sida. Pero muchas veces los promedios regionales suelen esconder disparidades nacionales.
MS: Hay un grupo poblacional tradicional, el de hombres que tienen sexo con hombres, donde tenemos el mayor número de infecciones por VIH (virus de inmunodeficiencia humana, causante del sida), pero tenemos una infección creciente en mujeres. Y, según el último informe de Onusida (Programa Conjunto de las Naciones Unidas contra el VIH/Sida), ha aumentado entre 40 y 45 por ciento la prevalencia en jóvenes.
Ese es un llamado de atención, un alerta, en una región donde estamos logrando un avance significativo para estabilizar la epidemia. Pero tenemos poblaciones donde se está ampliando la prevalencia.
IPS: ¿Dónde debe poner su foco la región, con miras a temas emergentes como el cambio climático?
MS: Por un lado, inmediatamente, se debe focalizar la inversión en juventud. Y por el otro, tenemos que tomar rápidamente acciones para 2025, que está a la vuelta de la esquina, cuando contaremos con 190 millones de mayores de 60 años. La población de la región está envejeciendo con rapidez.
Por el otro lado, debemos incorporar los nuevos contextos, como el crecimiento de la población urbana y todas las "condicionalidades" que van a venir a causa del cambio climático.
IPS: ¿Cuál es el llamado para los gobiernos en este seminario de evaluación del Plan de Acción de El Cairo?
MS: El más importante es que en este contexto de crisis económica tenemos que garantizar la inversión en juventud y asegurar que los logros alcanzados en el marco social no vayan a perderse, para que en el futuro no tengamos que analizar esta crisis como la anterior, de la cual nos costó 25 años recuperarnos.