METAS DEL MILENIO-ÁFRICA: Logros desiguales

La ONU no puede obligar a los gobiernos a cumplir los Objetivos de Desarrollo para el Milenio, sólo puede crear una plataforma para que se comprometan.

Los ciudadanos y sus representantes son quienes pueden presionar a los gobiernos para que cumplan con los ocho grandes objetivos de desarrollo que acordaron en la llamada Cumbre del Milenio, como se conoce a las instancias inaugurales de la Asamblea General de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) de 2000, en Nueva York.

Las metas apuntan a reducir a la mitad la proporción de personas que viven en la indigencia y padecen hambre, lograr la educación primaria universal, promover la igualdad de género, reducir la mortalidad infantil en dos tercios y la materna en tres cuartos, entre 1990 y 2015.

También luchar contra la expansión del virus de inmunodeficiencia humana (VIH), causante del sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), el paludismo y otras enfermedades, asegurar la sustentabilidad ambiental y generar una sociedad global para el desarrollo entre el Norte y el Sur.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y su predecesor, Kofi Annan, reiteraron en numerosas oportunidades que falta voluntad política.
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IPS conversó con la subdirectora de la Campaña del Milenio de la ONU para África, Sylvia Mwichuli, con motivo del lanzamiento de la iniciativa anual «Stand Up, Take Action» (Levántate y Actúa), que comenzará este viernes y terminará el domingo.

La campaña responde al Llamado Mundial a la Acción contra la Pobreza (GCAP, por sus siglas en inglés), una coalición internacional de organizaciones no gubernamentales, sindicatos, grupos religiosos, femeninos y juveniles, entre otras instituciones.

Esta movilización se convoca con motivo de la celebración del Día Mundial de la Alimentación, este viernes, y del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, este sábado.

IPS: ¿En qué Objetivos de Desarrollo (ODM) se registraron los mayores avances?

SYLVIA MWICHULI: Es una pregunta general que puede esconder los enormes avances logrados en algunos países. Los resultados fueron diferentes en cada uno. Un estado puede haber cumplido un objetivo que otro no alcanzó y viceversa.

Dicho esto, la meta de lograr la educación primaria universal es la que probablemente alcancen todos. La matrícula escolar superó el 71 por ciento en la mayoría de los países de África subsahariana en 2006, según el informe de avance de los ODM publicado por la ONU en 2008.

Hubo grandes avances en materia de empoderamiento de género. Uganda, Ruanda, Tanzania, Nigeria, Sudáfrica, Malawi y Zambia están cerca de alcanzar ese objetivo.

Ghana y la mayoría de las naciones de África del norte están por cumplirlos todos y hasta superarlos.

IPS: ¿Dónde se registraron los peores fracasos?

SM: Hay problemas para cumplir el objetivo número tres, sobre equidad de género y empoderamiento de las mujeres, y el cinco, que apunta a mejorar la salud materna.

[pullquote]1[/pullquote]Se matriculan menos niñas que varones en la educación primaria y su índice de deserción aumenta a medida que avanzan en la escolaridad.

Siguen muriendo muchísimas africanas en el parto. El riesgo de sufrir muerte materna por causas evitables durante el ciclo reproductivo es de 4,5 por ciento, comparado con el 0,01 por ciento en los países industrializados.

IPS: ¿Cuáles son los principales obstáculos para alcanzar los ODM?

SM: El principal escollo es la falta de voluntad política en el Sur (en desarrollo) y en el Norte (industrializado).

Los países industrializados, salvo por unos pocos, no cumplieron con su promesa en relación con el objetivo número ocho (fomentar una asociación mundial, que incluye el asunto de la deuda y la creación de un sistema financiero y comercial más abierto que no sea discriminatorio).

Salvo por 16 casos, las deudas de los países africanos no fueron canceladas, como se prometió. Las naciones del Norte no eliminaron barreras comerciales como los aranceles a productos africanos.

Tampoco aumentaron la asistencia al desarrollo en el grado prometido, y la calidad de la ayuda sigue siendo motivo de preocupación.

Los estados africanos se dedicaron a crear condiciones favorables, pero si se analizan los planes de acción y los presupuestos se observa una falta de compromiso.

Muchos de ellos creen que los ODM ofrecen una oportunidad más para mendigar. Pero no es cuestión de ayuda, sino de priorizar y hacer un uso adecuado de los recursos que generamos en el ámbito nacional.

De hecho, hay países que no necesitan ninguna ayuda, sólo gobiernos interesados, responsables y democráticos. Pero lo único que vemos que se entregan fondos internacionales para el desarrollo a funcionarios, políticos y empresas privadas locales y extranjeras.

Ello atenta contra la posibilidad de que las personas más pobres, las embarazadas y los niños y niñas tengan educación o medicamentos.

Los ODM del número uno al siete sólo pueden lograrse con acciones en el ámbito local y nacional, no desde Nueva York o Londres.

IPS: Muchas metas dependen de que mejore la situación de las mujeres. En qué medida los esfuerzos del gobierno y de la sociedad civil destinados a alcanzar los ODM toman en cuenta que su éxito depende del empoderamiento y del respeto de sus derechos.

SM: Setenta por ciento de las personas pobres del mundo son mujeres, niños y niñas. Se prevé que la crisis económica, que comenzó en 2008, tenga consecuencias muy devastadoras sobre ellas, quienes asumen 66 por ciento del trabajo realizado en el mundo, pero reciben 10 por ciento del ingreso y poseen uno por ciento de la propiedad.

Ese fue el contexto en el que se diseñaron los objetivos dos, tres y cinco. Es evidente que erradicar la pobreza está en función de asegurar la educación de las niñas, de garantizar los derechos de las mujeres y de que ocupen cargos de decisión clave para incidir en las políticas.

Los gobiernos reconocen que la pobreza tiene rostro de mujer, pero falta voluntad política.

IPS: ¿Qué es «piga debe» y qué logros se obtuvieron en materia de derechos de la mujer?

SM: «Piga debe» es hacer ruido fuerte en swahili. Es una campaña para impulsar los objetivos tres y cinco, relacionados con la salud materna, la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres.

Esos son los objetivos con mayor riesgo de no ser alcanzados para 2015, aun por países como Sudáfrica, Uganda, Ghana y Ruanda, que hicieron avances reales en relación con el objetivo tres.

IPS: ¿En qué medida los ODM ayudaron a impulsar el desarrollo en África oriental?

SM: En prestar mayor atención a la educación primaria universal, a la pobreza y al empoderamiento de las mujeres y la igualdad de género.

Por ejemplo, Kenia, Tanzania y Uganda aumentaron mucho el presupuesto a la educación, en 20 por ciento, que es mucho más que el objetivo fijado.

También vemos que los gobiernos destinan más recursos, como el Fondo de Desarrollo Comunitario en Kenia. En Ruanda, hay 48 por ciento de mujeres en el parlamento.

Todo ello se debe a iniciativas como los grupos de parlamentarios para los ODM, creados en Kenia, Uganda y Ruanda.

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