La sociedad civil y la oposición de Alemania teme que el nuevo gabinete de Angela Merkel, investido esta semana, diluya sus compromisos con la asistencia a los países en desarrollo.
El dato que más preocupa es la designación de Dirk Niebel, del Partido Liberal (FDP), como mininistro de Cooperación Económica y al Desarrollo.
Niebel dijo a comienzos de este año que su cartera debería ser disuelta y fusionada con el Ministerio de Relaciones Exteriores.
En otra ocasión, el novel ministro, un ex burócrata que fue soldado durante ocho años, dijo que los 100 millones de euros que Berlín asignaba anualmente como ayuda de emergencia para los países en desarrollo sería mejor empleado en pagarles mejores salarios a los profesores alemanes.
Niebel aclaró, luego de su investidura, que no disolvería el ministerio que ahora encabeza. "Seré un aprendiz", agregó.
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Pero sus declaraciones no lograron aventar la preocupación, sobre todo por los cuestionamientos que activistas formulan al programa del FDP en materia de cooperación con el desarrollo internacional.
En un documento aprobado este año, el partido propuso un recorte de 531 millones de euros al presupuesto de asistencia internacional al desarrollo, equivalente a 10 por ciento del total.
Sascha Raabe, experto en cooperación internacional del opositor Partido Socialdemócrata (SDP), hizo un juego de palabras para calificar a Niebel de "ministro de liquidación". En alemán, "desarrollo" ("entwicklung") suena parecido a "liquidación" ("abwicklung").
"Niebel es una terrible elección", se lamentó Raabe.
Claudia Warning, presidenta de la Federación Alemana de Organizaciones No Gubernamentales (VENRO), urgió al FDP a dirigir el área de cooperación económica internacional "coherentemente con el principio de combate contra la pobreza" en los países en desarrollo.
"Éste debería ser también un principio que guíe al Ministerio de Relaciones Exteriores", dijo Warning a IPS. Esa cartera está ahora encabezada por el líder del FDP, Guido Westerwelle.
El programa del nuevo gobierno pone demasiado énfasis en "promover los intereses económicos de Alemania en el extranjero, aun en decisiones que conciernen a la cooperación", según Warning.
La tarea del Ministerio deberá ser "contribuir con el combate internacional contra la pobreza, y no la promoción de los intereses empresariales alemanes", sostuvo.
Warning dijo que notaba una falta de "ambición" en los nuevos programas del gobierno de Merkel en la materia. "No hacen referencia a los acuerdos y cronogramas ratificados por Alemania en el pasado sobre aumento de la asistencia oficial al desarrollo", ejemplificó.
VENRO representa a 120 organizaciones de la sociedad civil activas en el área de cooperación internacional y asistencia humanitaria.
Raabe coincidió en que el nuevo gabinete "no hace ninguna referencia" en su programa "al cronograma original de cumplimiento de los compromisos ratificados recientemente por Alemania en materia de cooperación con el desarrollo internacional".
Tanto Raabe como Warning aludían, especialmente, a dos convenios internacionales que comprometen a Alemania a elevar la asistencia oficial al desarrollo a 0,51 por ciento del producto interno bruto para 2010, y a 0,7 por ciento para 2015.
"Al actuar así, nuestro país se despide de los objetivos concretos de la comunidad internacional hacia el aumento de la asistencia al desarrollo en el corto y el mediano plazo", agregó Raabe.
"Dada la creciente pobreza de los países menos avanzados del mundo, se trata de una decisión catastrófica", añadió.
Raabe también cuestionó una declaración política del nuevo gobierno que llama a liberalizar aun más los mercados del mundo en desarrollo.
"Esta exhortación es un retroceso al liberalismo de mercado radical de los años 90, responsable de agravar el hambre y la pobreza y de destruir la agricultura en muchos países pobres", advirtió.
Pequeños agricultores de África, Asia y América Latina se ven imposibilitados de competir con los muy subsidiados productos agrícolas de Europa y Estados Unidos, concluyó el experto.
El gabinete de Merkel se consagró el miércoles, con miembros de su Unión Democristiana (CDU), el partido socialcristiano de Bavaria (CSU) y el FDP. En la oposición quedaron el SPD y los partidos Los Verdes y La Izquierda.