AFGANISTÁN: Riña en la ONU agudiza disputa electoral

La encarnizada lucha en Afganistán entre las fuerzas de Occidente y el insurgente movimiento Talibán está a punto de ser eclipsada por la riña política entre dos encumbrados diplomáticos en la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Kai Eide, representante especial de la ONU en Afganistán. Crédito: UN Photo/Jenny Rockett "Las acusaciones de que la ONU encubrió un fraude, o que yo pedí su encubrimiento, son, obviamente, falsas", dijo este jueves, con indignación, el representante especial del foro mundial para Afganistán, Kai Eide.

"Me propongo rebatir abiertamente, en el momento adecuado, todas esas acusaciones de fraude y favoritismo contra la ONU y contra mí mismo", agregó. Eide, un diplomático noruego que en el pasado representó a su país ante la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), no adelantó cuándo será "el momento adecuado".

La mayoría de las acusaciones fueron formuladas por el hoy ex segundo de Eide, el estadounidense Peter Galbraith, cesado la semana pasada por disposición del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.

Galbraith había pedido la anulación de las elecciones presidenciales, realizadas a lo largo de cinco días desde el 20 de agosto.
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Los principales candidatos en la puja son el presidente Hamid Karzai y el ex canciller Abdullah Abdullah. Los resultados finales se conocerán en breve.

Galbraith, quien acusó a Eide de favorecer a Karzai, también propuso la instalación de un gobierno de transición en el que no participe ninguno de los dos candidatos.

"Afganistán ya es una causa perdida", dijo a IPS una fuente diplomática asiática. "Es una lástima que las víctimas de este conflicto sean afganos atrapados en un fraude masivo que no perpetraron."

La Comisión de Quejas Electorales de Afganistán está ahora dedicada a investigar en Kabul unas 2.500 denuncias presentadas por diversos candidatos, informó el miércoles a la prensa el director de la División de Asistencia Electoral de la ONU, Craig Jenness.

El organismo también considera los datos que le suministró la Misión de la ONU en Afganistán (UNAMA) y compilados por funcionarios que se desplegaron por circuitos electorales de todo el país.

Hasta ahora restan examinar 100 de las 358 urnas "sospechosas", tarea a cargo de la Comisión de Quejas Electorales y de la Comisión Independiente de Elecciones, otro cuerpo del estado afgano.

En sus declaraciones, Eide también cuestionó a medios de prensa por "reiterados ataques" en su contra, entre ellos acusaciones de parcialidad a favor del oficialismo afgano y de ordenar a sus subordinados que acallaran informes sobre supuesto fraude.

"Mi silencio ha sido aprovechado, a tal punto de que las acusaciones dificultan el proceso electoral en curso, lo cual es inaceptable", declaró. "Lo único que me ha motivado es mi determinación a hacer todos los esfuerzos para que el proceso electoral llegue a buen fin."

La auditoría de las urnas sospechosas a cargo de las autoridades electorales afganas está a punto de finalizar, anunció el funcionario.

"Debemos permitir a ambos organismos, creados por las leyes de este país, concluir sus investigaciones, identificar los fraudes y emitir un resultado creíble en los próximos días", agregó Eide.

Por otra parte, dijo, la UNAMA tiene la misión de "apoyar el proceso electoral sin interferir en él", de acuerdo con la resolución 1868 del Consejo de Seguridad de la ONU, aprobada este año.

Eide cuenta por ahora con el firme respaldo de Estados Unidos.

"Lo que se suponía que Eide haría, e hizo muy concienzudamente, fue estar del lado de las instituciones" afganas, dijo el miércoles a la prensa el director de la División de Asia y Medio Oriente del Departamento de Operaciones de Mantenimiento de la Paz de la ONU, Wolfgang Weisbrod-Weber.

La línea que rige su misión es "confiar en las instituciones y confiar en los mecanismos instalados para detectar el fraude", explico Weisbrod-Weber.

Mientras, el jefe de gabinete de la Secretaría General de la ONU, Vijay Nambiar, atribuyó el cese de Galbraith al hecho de que llamó a formar un "gobierno inconstitucional", según versiones de prensa.

Consultado al respecto, el secretario general adjunto para Mantenimiento de la Paz, Edmond Mollet, dijo a la prensa que "ésa fue una de varias razones".

Galbraith había propuesto el cierre de entre 1.500 y 6.900 circuitos de votación instalados en regiones "volátiles". Finalmente, sólo se cerraron 500.

Por su parte, la portavoz de Ban, Michelle Montas, sostuvo que a la ONU no le compete declarar si las elecciones fueron válidas, pues eso le corresponde "al pueblo" afgano. Aclaró, además, que el foro mundial no cumplía funciones de control electoral.

"La ONU no estará de acuerdo ni en desacuerdo. Nos limitamos a apoyar el proceso electoral y las instituciones electorales", agregó.

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