SEGURIDAD-PERÚ: EEUU duda entre narcotráfico e insurgencia

Las fuerzas de seguridad de Perú enfrentan dos columnas remanentes de Sendero Luminoso, que autoridades locales relacionan de modo directo con el narcotráfico. Pero la asistencia estadounidense para la lucha antidroga es renuente a actuar en uno de los casos porque entiende que aún sigue como grupo insurgente.

La policía en particular, con la ayuda de 24 helicópteros UH-1H (Huey II) aportados por Estados Unidos, ha conseguido golpear fuertemente a la agrupación liderada por Filomeno Cerrón Cardoso o "camarada Artemio", que opera en el valle del Alto Huallaga, donde se ubican las más grandes extensiones de cultivos ilegales de coca.

Sin embargo, estas aeronaves no pueden participar en las operaciones que el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas ordenó contra el grupo conducido por Víctor Quispe Palomino o "camarada José" en el valle de los ríos Apurimac y Ene, conocida como la región del VRAE y principal centro productor de cocaína en el país.

El camarada José y sus seguidores derribaron un helicóptero Mi-17 de fabricación rusa de la Fuerza Aérea de Perú (FAP) el 2 de este mes cuando pretendía rescatar a una patrulla del ejército y a tres de sus soldados heridos, en la localidad andina de Sinaycocha.

Los senderistas luego se acercaron a la máquina, remataron a tiros al piloto, al copiloto y a un técnico de vuelo, e hicieron estallar con explosivos el helicóptero, señala la información oficial. Las características violentas del ataque sacudieron al gobierno de Alan García, así como a los mandos responsables de la guerra en el VRAE.

El comando afrontó problemas de disponibilidad de aeronaves para rescatar tanto a la patrulla y a los tres heridos, así como a los cuatro sobrevivientes del Mi-17 derribado.

Se evaluó solicitar la ayuda de algunos de los helicópteros prestados por Estados Unidos a la policía, pero la idea fue desechada porque ese país prohíbe su uso para luchar contra Sendero Luminoso y entiende que en el VRAE lo que se libra es precisamente una lucha contrainsurgente y no contra el narcotráfico.

La diferencia radica en que la facción senderista del Alto Huallaga fue ubicada por Washington en 2003 en la lista conocida como Consolidado de Organizaciones de Objetivo Prioritario (CPOT, por sus siglas en inglés), que elabora la Fuerza Conjunta Contra el Crimen Organizado del Narcotráfico (OCDEFT, por sus siglas en inglés).

En el CPOT aparecen las organizaciones de narcotraficantes y de lavado de dinero relacionadas con el tráfico hacia Estados Unidos.

La columna senderista del VRAE no está en el CPOT, a pesar de que está comprobado en Perú que sus miembros participan en la producción de cocaína que organizaciones del narcotráfico de origen mexicano y colombiano introducen al mercado estadounidense.

De 2007 a 2008, la producción potencial de cocaína creció de 290 a 302 toneladas, según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Onudd). De ese total, los laboratorios del VRAE producen aproximadamente 90,6 toneladas y en el Alto Huallaga alcanza las 84,5 toneladas.

"Estados Unidos y Perú mantienen vigente un convenio antinarcóticos y no contraterrorista. La agrupación que se desenvuelve en el Alto Huallaga está designada en la lista del CPOT, por lo tanto corresponde destinar nuestra ayuda hacia ese ámbito", dijeron a IPS fuentes estadounidenses.

Pero voceros del Ministerio de Defensa y del Comando Conjunto dijeron a IPS que está demostrado que la facción senderista del VRAE se dedica al narcotráfico para financiar sus operaciones. Otras fuentes de la Dirección Antidrogas (Dirandro) de la policía, indicaron que la organización de Víctor Quispe Palomino estimula la elaboración de cocaína.

"Los senderistas del Alto Huallaga y del VRAE se dedican al tráfico de drogas, de modo que no entendemos por qué Estados Unidos tarda en incluir a los narcoterroristas del VRAE en la lista del CPOT", se quejó una fuente del alto mando del Comando Conjunto militar de Perú.

"Si para Washington el problema es el narcotráfico, entonces debe contribuir en la lucha que libramos en el VRAE contra Sendero Luminoso, que se autofinancia con fondos del tráfico de drogas. Tenemos en común el mismo problema", añadió.

Las fuentes estadounidenses indicaron que no se ha iniciado todavía el proceso de inclusión de la agrupación armada del VRAE en el CPOT, entre otras razones porque Perú utiliza a las Fuerzas Armadas en la zona para garantizar la seguridad, en referencia a las operaciones iniciadas el 31 de agosto de 2008 bajo el nombre de "Excelencia 777".

La lista del CPOT es elaborada por un conglomerado de agencias relacionadas con la guerra antidrogas, como la DEA, el Buró Federal de Investigaciones (FBI), el Buró de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos, el Buró de Fuerzas de Inmigración y Aduanas, y Guardacostas de los Estados Unidos (USCG).

"No tenemos información de que el OCDEFT haya iniciado el proceso", indicaron las fuentes. "Esto debe estar relacionado al hecho de que la zona del VRAE todavía no está suficientemente controlada".

Un año y un mes después de iniciado el plan de operaciones "Excelencia 777", hasta el momento las fuerzas de seguridad han tenido aproximadamente 48 efectivos fallecidos, mientras que no ha sido reportado ningún muerto o detenido dentro de las filas de la facción senderista.

Al menos cinco helicópteros UH-1H (Huey II) se encuentran disponibles en la localidad de Palmapampa, una base de lucha contra las drogas de la policía en el corazón del VRAE, pero su tarea es exclusivamente para operaciones de interdicción del narcotráfico.

Los militares peruanos querían que esas aeronaves participaran en el rescate del ataque en Sinaycocha y en la persecución de la columna senderista que perpetró el atentado, pero la policía recordó al Comando Conjunto que las aeronaves estadounidenses no pueden participar en esas acciones.

Según las fuentes militares, no reciben asistencia de Washington en la guerra contra Sendero Luminoso en el VRAE.

También las fuentes estadounidenses negaron que asesores militares de esa nacionalidad trabajasen con las fuerzas castrenses peruanas.

Sin embargo, IPS confirmó que el Comando Conjunto se encuentra en tratativas con el brigadier general en retiro Israel Ziv, ex jefe de Operaciones de las Fuerzas de Defensa de Israel, para la suscripción de un contrato de asesoría a los altos mandos militares que dirigen las operaciones en el VRAE.

"Este militar cuenta con amplia experiencia, especialmente en el terreno de inteligencia", afirmaron las fuentes del Comando Conjunto. "Esperamos finiquitar el acuerdo y tener una pronta victoria en el VRAE con la contribución del general Ziv", agregaron.

Ziv es propietario de la compañía Global CST, con sede en Petaj Tikva, Israel, y ofrece servicios de estrategia de seguridad nacional, reconstrucción de las fuerzas públicas, desarrollo de sistemas de inteligencia y entrenamiento de comandos de elite.

Entre sus clientes se encuentran las Fuerzas Armadas de Georgia y también las de Colombia, a las que les cobró 10 millones de dólares por un periodo de 18 meses.

El equipo militar que rescató a secuestrados en manos de las insurgentes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, entre quienes se encontraba la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, había recibido asesoría y entrenamiento de Global CST.

Entre abril y septiembre de este año, Ziv ha visitado cinco veces Perú y en la última ocasión estuvo en el teatro de operaciones del VRAE.

"Esperamos su contribución para reestructurar nuestra estrategia fortaleciendo básicamente la inteligencia", dijeron las fuentes del Comando Conjunto.

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