Las pequeñas explosiones que sacudieron bancos y tiendas en la capital mexicana y hechos inéditos, como el secuestro de un avión y un tiroteo en el sistema de transporte público Metro, son muestras inquietantes de la vulnerabilidad ciudadana en este país sumido en la recesión y en una creciente violencia.
El último de estos hechos violentos ocurridos en los últimos 30 días tuvo lugar en la madrugada del día 25, cuando latas de butano, un gas altamente inflamable, estallaron en una agencia bancaria ubicada en el sur de la ciudad de México, sin ocasionar daños humanos.
Este atentado fue reivindicado por la Asociación Liberación Total, un grupo defensor de los animales, la humanidad y la Tierra, según sus publicaciones en papel e Internet y en sus acciones para combatir el "fascismo y la esclavitud".
La mayoría de los atentados, que empezaron el 1 de septiembre, fueron reclamados por esa organización, en tanto que otras como el Frente de Liberación Animal (FLA) y las Células Autónomas de Revolución Inmediata se han hecho cargo de al menos dos blancos, explosiones dirigidas en contra de bancos, una concesionaria de automóviles y una tienda de alta costura.
Esta serie "es más continua, trascendente e importante", al decir del especialista argentino en movimientos armados Jorge Lofredo y en relación con una discreta oleada de ataques acaecida en 2008 y que incluyó a un laboratorio transnacional en el occidental estado de Jalisco.
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"Encontraron una forma más o menos exitosa, donde sus acciones hablen por ellos mismo, y han tenido resonancia y continuidad", explicó a IPS desde Buenos Aires este investigador del Centro de Documentación de los Movimientos Armados, un ente no gubernamental dedicado al estudio de las insurgencias en América.
Para Lofredo, se trata de pequeños grupos anarquistas, "una ideología más heterogénea, que no es centralizada y sin jerarquización, células que actúan por su cuenta, con cierta autonomía".
En México operan al menos 12 agrupaciones guerrilleras, según estimaciones de los organismos de seguridad del país, casi todos ellos de forma marginal. El más célebre es el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, que se levantó en armas en contra del gobierno el primer día de 1994 en el sureño estado de Chiapas, aunque actualmente se halla en una etapa de fusiles caídos.
Y en años recientes el más activo ha sido el Ejército Popular Revolucionario (EPR), de línea marxista-leninista y que surgió en el también sureño estado de Guerrero, que atrajo la atención en julio y septiembre de 2007 cuando dinamitó instalaciones de la empresa estatal Petróleos Mexicanos, en protesta por la desaparición en mayo de ese mismo año de dos de sus militantes en el vecino estado de Oaxaca.
Pero desde entonces, el EPR ha permanecido silencioso, luego de una tregua por negociaciones con el gobierno del conservador Felipe Calderón en torno a la desaparición de militantes insurgentes, concluida en abril pasado.
Independientes entre sí, los entes anarquistas se vinculan vía Internet con otras organizaciones mexicanas y foráneas. Además, los ataques guardan un elemento común, el uso de butano.
"El movimiento radical por la liberación total en México empezó poco a poco, con pequeñas acciones que fueron desde pintadas, pintura derramada y selladuras de candados, hasta liberaciones y sabotajes por medio del fuego que hoy van en aumento", relató un activista mexicano anónimo a la revista sueca Befriaren y reproducida en el sitio web de Liberación Total.
Las estadísticas difundidas en sus páginas electrónicas dan cuenta de la creciente intensidad de la campaña, pues de cinco actos de sabotaje en 2007 se pasó a 120 al año siguiente y a más de 200 en 2009.
Una célula mexicana del FLA habría ocasionado el surgimiento de pequeños grupos que estarían activos, como el Frente de Liberación de la Tierra, la Célula Eco-Anarquista por el Ataque Directo, el Comando Verde-Negro, las Milicias por los Derechos de los Animales, los Ludditas contra la Domesticación de la Naturaleza Salvaje, las Brigadas Veganas, los Pegajosos por el Sabotaje y la Liberación Animal y el Frente de Liberación Animal México Antiespecista.
Estas celdas se aglutinaron en México en la Coordinadora Informal de Grupos e Individuos por la Liberación Animal y de la Tierra.
El FLA tiene ya una tradición anarquista, de origen anglosajón, con presencia en por lo menos 35 naciones y cuyos objetivos son "infligir daño económico a quienes lucran con la miseria y la explotación de animales", liberarlos de lo que consideran "centros de abuso" como laboratorios, granjas y fábricas y denunciar malos tratos hacia ellos.
El FLA, catalogado como organización terrorista por Washington, pertenece a la red Black Block (Bloque Negro), que tuvo su carta de presentación a comienzos de la década pasada y que ganó notoriedad en 1999 en las protestas contra la globalización en la conferencia ministerial de la Organización Mundial del Comercio de la noroccidental ciudad estadounidense de Seattle.
Además, participó en las manifestaciones contra la cumbre del Grupo de los Ocho países más industrializados, en 2001 en la ciudad italiana de Génova.
"Sabemos que existían, pero no sabíamos si iban a pasar a la acción, ni cómo ni cuándo. Hay mucha actividad (anarquista) en Chile, Grecia e Italia, pero no hablamos de un fenómeno puramente mexicano ni este país es un epicentro", declaró Lofredo.
Pero las explosiones no son los únicos hechos violentos que han sacudido a esta nación norteamericana. El día 9, José Flores, un pastor de origen boliviano, secuestró un avión comercial con 104 personas a bordo que se dirigía del sudoriental balneario de Cancún a la capital mexicana, motivado, según su versión, por alertar a la población sobre una posible catástrofe.
En tanto que el 18 de este mes, el agricultor Luis Hernández mató a un policía y a un pasajero, además de disparar contra otros, en una estación del Metro, un hecho inédito en los 40 años de historia de ese servicio de transporte público. Declaró que su agresión fue por quisieron "reprimir sus protestas" en contra de fenómenos como el cambio climático.
"Los incidentes violentos de alto impacto rebasan la ya tradicional escalada de violencia derivada del crimen organizado y el narcotráfico", comentó a IPS el experto en temas de seguridad Erubiel Tirado.
"Están marcando una pauta de comportamiento desbordado en el sentido que la frecuencia de incidentes criminales en los que está envuelto el país hace que se muestren evidencias de vulnerabilidad en otros ámbitos sensibles de la seguridad del país", sostuvo.
Apenas asumir el cargo en diciembre de 2006, el presidente Calderón lanzó una ofensiva en contra del narcotráfico, con la masiva participación en ese combate de soldados y policías. Desde esa fecha, más de 15.000 personas han muerto en sucesos relacionados con el crimen organizado.
"La efervescencia se ha venido sintiendo desde hace unos meses, con la aparición de grupos desconocidos hasta ahora en zonas donde hacía tiempo no se daban movimientos guerrilleros, como (el noroccidental estado de) Sonora, desde donde arranca una franja guerrillera por toda la costa del océano Pacífico hasta Chiapas", escribió el columnista Raymundo Riva en el portal Eje Central.
El año próximo reviste un carácter simbólico, pues marcará los dos siglos de vida independiente de este país y los 100 años del inicio de las refriegas de la Revolución Mexicana (1910-1916).
"El panorama no es muy halagüeño como para decir que habrá una reversión de los daños que se están ocasionando bajo la implementación de la estrategia de seguridad del gobierno. Por desgracia, la percepción de inseguridad es tal que la sociedad está dispuesta a sacrificar parte de sus libertades a cambio de una mera promesa de que no tendrá más miedos que temer en el futuro", analizó Tirado.
El activista mexicano entrevistado por la revista Befriaren advirtió que estos hechos no son parte de "una buena racha ni una moda", pues "las personas que llevan a cabo algún tipo de sabotaje o liberación en México están bien comprometidas, centradas y decididas".
"Las palabras de que esto va a seguir, empleada en muchos comunicados, no son mentira y lo hemos demostrado", afirmó.
