El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, se negó este martes a sumarse a la prematura aprobación de una incierta victoria electoral del presidente afgano Hamid Karzai, criticó al líder libio Muammar Gadafi por denigrar la Carta del foro mundial y acusó a Irán de no ser transparente sobre su programa nuclear.
En su conferencia de prensa mensual, Ban dijo que la Carta es la base misma del la ONU (Organización de las Naciones Unidas) y un símbolo de su legitimidad, al contestar una pregunta sobre por qué no se manifestó de inmediato cuando Gadafi rompió una copia de ese documento cuando habló la semana ante la Asamblea General.
"Cualquier comportamiento que denigre esta Carta es inaceptable", dijo Ban a los periodistas.
En una reunión que mantuvo el viernes con el secretario general, el presidente iraní Mahmoud Ahmadineyad expresó su "seria preocupación" porque Ban hubiera reiterado las acusaciones de "unas pocas potencias occidentales" sobre una nueva nueva central de enriquecimiento de uranio de Irán.
En vez de esperar el informe de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), que es el organismo competente para pronunciarse, Ban había "elegido repetir las mismas acusaciones" de Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia, de que Irán estaba probablemente desarrollando un arma nuclear en secreto, dijo Ahmadineyad.
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Ban respondió que la central atómica, cuya existencia reveló Irán la semana pasada, contradice resoluciones del Consejo de Seguridad.
Irán tiene que hacer transparentes todos los procesos y "dar pleno acceso a la AIEA", señaló.
El secretario general dijo estar al tanto de que el 21 de este mes Irán envió una carta a la AIEA donde reveló la existencia de esta nueva central.
"Pero entonces, ¿qué ocurría antes del 21 de septiembre, mientras se construía esta planta?", preguntó.
Según Ban, el presidente iraní le dijo que su país estaría listo para aceptar las inspecciones de la AIEA.
"Sinceramente espero que todas las cuestiones relativas a esta nueva central y a otras, así como todos los asuntos pendientes sobre los programas de desarrollo nuclear de Irán, sean resueltas mediante el diálogo transparente y objetivo, en el que participe la AIEA", agregó.
Ban también expresó sus reservas ante la decisión de potencias occidentales de reconocer la legitimidad de un segundo mandato quinquenal del presidente de Afganistán, Hamid Karzai, incluso antes de que se anuncien los resultados finales de las reñidas elecciones del 20 de agosto, plagadas de acusaciones de fraude.
"Tenemos que esperar el resultado oficial del escrutinio de la Comisión Electoral Independiente y de la Comisión de Quejas Electorales", dijo Ban este martes a los periodistas.
Consultado sobre el "consenso" alcanzado el viernes por Estados Unidos y los demás países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en cuanto a que Karzai debería continuar como presidente pues ofreció su apoyo a una amplia campaña militar contra el movimiento extremista Talibán, Ban dijo no estaba en condiciones de prejuzgar quién sería el ganador de las elecciones.
El secretario general de la ONU aseguró que confía plenamente en la Comisión Electoral Independiente, así como en la Comisión de Quejas Electorales.
"Comprendo que los resultados finales pueden estar disponibles alrededor del 7 de octubre. Así que, hasta entonces, tenemos que esperar", agregó.
Los comicios presidenciales afganos se llevaron a cabo en medio de amenazas de violencia por parte del insurgente Talibán.
Abdulah Abdulah, ex ministro de Relaciones Exteriores y segundo candidato más votado, denunció que la mayoría de los sufragios por Karzai no eran legítimos.
Kai Eide, representante especial de la ONU para Afganistán, admitió este martes que hubo "fraude e irregularidades" cometidos por funcionarios electorales, candidatos y partidarios, así como por funcionarios del gobierno.
"La concurrencia a las urnas fue baja, casi tanto como en las elecciones para el Parlamento Europeo", añadió con ironía.
Eide agregó que las urnas de todo el país serán llevadas a Kabul para que se efectúe un escrutinio final.
El desafío que tiene por delante la Comisión de Quejas Electorales será determinar y anular los votos fraudulentos sin violar los derechos electorales de quienes sufragaron de buena fe, "en un entorno cultural donde muchas personas nunca vieron una lista, o nunca usaron una lapicera", dijo Eide al Consejo de Seguridad de la ONU este martes.
Cuando se haya determinado el resultado final, tiene que ser respetado por todos.
"Lo que quiere la mayoría de los afganos, por lejos, es que termine el proceso electoral, que se forme un gobierno y que mejoren sus vidas", añadió Eide.