ETIOPÍA: Federalismo agita temores de violencia

El sistema de federalismo étnico que impera en Etiopía podría provocar un conflicto generalizado en las próximas elecciones, desestabilizando a toda la región del Cuerno de África, según el International Crisis Group (ICG).

El primer ministro de Etiopía, Meles Zenawi. Crédito: Omer Redi
El primer ministro de Etiopía, Meles Zenawi. Crédito: Omer Redi
El informe "Ethiopia: Ethnic federalism and its discontents" ("Etiopía: El federalismo étnico y sus insatisfacciones"), elaborado por esta organización, alertó que, si la coalición de gobierno —el Frente Democrático Revolucionario del Pueblo Etíope (FDRPE)— no mejora su gestión, puede provocar un conflicto entre los más de 70 grupos étnicos que conforman la población, durante las elecciones federales y regionales de 2010.

El ICG, organización internacional sin fines de lucro cuyo objetivo es prevenir y resolver los conflictos armados, también advirtió que la totalidad del Cuerno de África podría sufrir desestabilización como fruto de esa animosidad.

Pero el primer ministro Meles Zenawi, que se mantiene en el poder desde hace 18 años y que probablemente se postule para otro periodo más de cinco, descartó el informe. "No vale el precio que costó escribirlo", sostuvo.

Pero la oposición denunció el sistema de federalismo étnico como una forma del FDRPE de perpetuarse en el poder, y los expertos sostienen que es un sistema imposible de implementar.
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La oposición coincide con el informe presentado el 4 este mes en que existe una elevada probabilidad de que se produzca un conflicto étnico en las próximas elecciones.

"El sistema no conforma ni a quienes apoyan el federalismo ni a quienes lo rechazan", dijo a IPS Merera Gudina, copresidente del opositor Congreso Federalista de Oromo (CFO). La etnia oromo es la mayor del país.

"Este sistema injusto y antidemocrático dominado por un grupo étnico (el tigray) conducirá a la crisis. Por eso creo que el informe de ICG está redactado con una comprensión superior de las realidades de Etiopía", opinó.

El federalismo étnico es un sistema de administración por el cual los estados regionales, conformados según la ubicación geográfica de los grupos étnicos, comparten el poder con el gobierno central.

El FDRPE adoptó el sistema hace 14 años, cuando fundó la República Democrática Federal de Etiopía, tres años después de derrocar al gobierno dictatorial comunista, lo cual puso fin a 17 años de guerra civil.

A pesar de la estructura de administración descentralizada, como el FDRPE tiene poder en todas las regiones, controla todos los asuntos, lo que en los hechos hace que las regiones carezcan de poder real y no se gobiernen a sí mismas, según el estudio.

El ICG afirma que el sistema agravó la polarización étnica en este país.

"El federalismo étnico no mitigó el conflicto, sino que reforzó la competencia entre los grupos que luchan por la tierra, los recursos naturales, las fronteras administrativas y los presupuestos estatales", dijo François Grignon, director del ICG en África.

"Este concepto fomentó poderosamente la conciencia étnica entre los grupos y no amortiguó las discrepancias", agregó.

Aunque el federalismo fue recibido con entusiasmo en un principio por el pueblo etíope, no ha logrado que éste sea un país democrático sin predominio de algún grupo étnico, según el informe.

"En cambio, genera más conflicto a nivel local, pues los grupos étnicos compiten por más influencia. Esa política potenció a algunos grupos pero no se vio acompañada del diálogo ni la reconciliación de las diferencias por conductas pasadas", agregó el ICG.

Pero el gobierno lo niega y asegura que Etiopía es un estado más unido que antes. Las comunidades antes marginadas ahora gozan de la autonomía y controlan sus propios recursos, con un mejor acceso a los servicios públicos, según la versión oficial.

De acuerdo con la nueva Constitución, el país se divide en nueve regiones —delimitadas en base a los lugares donde se asientan las distintas etnias— y dos administraciones (Addis Abeba y Dire Dawa), ambas con una población étnicamente combinada.

El gobierno federal es responsable de la defensa nacional, las relaciones exteriores y las políticas generales de intereses comunes. Los estados regionales tienen poderes legislativos, ejecutivos y judiciales para autogobernarse.

Sin embargo, los gobiernos regionales se ven muy limitados por la falta de recursos financieros y humanos adecuados.

Algunos políticos de la oposición critican al sistema por considerar que el FDRPE creó un enfoque de "divide y reinarás" para asegurarse de que no desafiaran su poder.

Tal es el caso de Merera, quien también es profesor de ciencia política y relaciones internacionales en la Universidad de Adis Abeba. Aunque sostiene que el CFO apoya el federalismo genuino, Merera se opone fuertemente al actual sistema de Etiopía, argumentando que ni es negociado por el pueblo ni tiene un contenido democrático.

Yaekob Arsano, actual decano y profesor del Departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales del mismo centro de estudios, se opuso fuertemente al sistema federal cuando se lo sometió a debate, hace casi 16 años.

"El federalismo étnico no es ni políticamente correcto ni técnicamente posible de aplicar en el contexto de Etiopía", dijo entonces.

Uno de los principales argumentos contra el federalismo étnico es que, si se consideran los matrimonios entre personas de distintas etnias en el país, "es imposible definir y demarcar claramente las fronteras regionales".

El informe del ICG concluye que el FDRPE se lleva los créditos por el crecimiento económico y la expansión de los servicios públicos, pero que esto cada vez se traduce menos en apoyo popular.

A medida que los partidos de la oposición se preparan para desafiar al FDRPE en las elecciones de junio de 2010, muchos temen una violenta ofensiva del gobierno, similar a la intimidación, el acoso y la violencia experimentados por los opositores durante los comicios de 2005, señala el ICG.

Tras ese acto electoral se desató una ola de violencia entre manifestantes de la oposición y fuerzas del gobierno, y hubo más de 200 muertos.

Luego, algunos opositores acusaron al gobierno de acosar a ciudadanos por pertenecer a un determinado grupo étnico.

Pero Degife Bula, presidente de la Cámara de la Federación de Etiopía, dijo que "el informe no considera en absoluto el contexto actual".

La Cámara es la institución superior sobre cuestiones del sistema federal y se formó con por lo menos un representante de cada etnia.

Pero Degife culpa al ICG por no haber buscado declaraciones de la Cámara al compilar un reporte sobre un tema que está completamente bajo su jurisdicción.

El ICG "preparó el informe con información recabada a partir de investigaciones de menor alcance por instituciones como las organizaciones no gubernamentales y los medios aquí y allá", dijo Degife a IPS.

La Cámara de la Federación tiene el mandato formal de abordar las cuestiones relativas a la nacionalidad y a las relaciones federales-regionales, pero se reúne apenas dos veces al año y carece de autoridad para mitigar efectivamente los conflictos étnicos. Ha sido reticente a aprobar referendos para decidir el estatus de las localidades disputadas, según el ICG.

En conclusión, el ICG sugiere que el actual sistema federal puede estar necesitando una reforma, pero que es improbable que Etiopía pueda volver al viejo sistema del estado unitario.

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