Después de dos años de intensa campaña alfabetizadora, Nicaragua logró que la cantidad de personas que no saben leer ni escribir se reduzca a menos de cuatro por ciento de su población adulta. Sen embargo, voces independientes y oficiales coinciden en que aún faltan desafíos por cumplir en materia escolar.
Datos oficiales del Ministerio de Educación indican que las cifras de iletrados bajaron con la Campaña Nacional de Alfabetización "De Martí a Fidel", que usa el método cubano "Yo si Puedo".
Se trata de 65 lecciones de media hora diaria, con una maestra o maestro, un televisor y un vídeo-reproductor, una cartilla y un lápiz. El curso es aprobado cuando los educandos logran escribir una carta dirigida a sus familiares o maestros.
Esta metodología se aplica a personas mayores de 15 años y se obtienen resultados en 12 semanas de enseñanza. La campaña comenzó formalmente el 1 de julio de 2007 y los datos se hicieron públicos el 22 de este mes.
El profesor Orlando Pineda, director de la no gubernamental Asociación de Educación Popular Carlos Fonseca Amador, explicó a IPS que el método cubano "parte de los números a las letras: a cada letra le corresponde un número y se conjugan las letras y los números con las palabras más usuales de la casa".
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Pineda estrenó en 2005 el método cubano en este país y quedó sorprendido por los resultados. Desde entonces ha estado alfabetizando por cuenta propia.
Educador con 42 años de experiencia y veterano de la primera Cruzada Nacional de Alfabetización, concretada 1980 tras el triunfo de la revolución armada liderada por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), que pudo finalmente derrocar a la añeja dictadura de la familia Somoza (1934 y 1979).
La labor de Pineda fue reconocida por el presiente de Nicaragua, el izquierdista Daniel Ortega, que le condecoró con la Orden Cultural Rubén Darío, máxima distinción oficial para personalidades civiles.
Por ese antecedente es que Ortega, acompañado de su ministro de Educación, Miguel De Castilla, esperó el día 22 para hacer el anuncio oficial de la reducción de la tasa de analfabetos de 20,7 por ciento existente en 2007 a 3,56 por ciento en 2009. Nicaragua tiene hoy 5,7 millones de habitantes, según estimaciones oficiales.
El mandatario, del FSLN celebró en la Plaza de la Revolución, en Managua, que por segunda ocasión en menos de 30 años y bajo gobiernos sandinistas se pudiera abatir a niveles históricos para el país la tasa de población iletrada.
De este modo se celebró el aniversario de la primera Cruzada Nacional de Alfabetización, que del 23 de marzo al 22 de agosto de 1980 educó a más de 400.000 personas mayores de 12 años. Entonces se redujo la cifra de analfabetos de 53 por ciento a 12,9 por ciento de los adultos en una población total entonces de 3,1 millones de personas.
Los datos oficiales, según el titular de la cartera educativa, están siendo certificados por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), según indicó su delegado local, Juan Bautista Arríen.
"Es un esfuerzo extraordinario esta jornada de alfabetización y la Unesco lo aplaude, pero no vamos declarar al país libre de analfabetismo, simplemente analizamos las cifras, evaluamos y certificamos con seriedad y rigor científico. Eso le da la categoría al país", explicó Arríen a IPS.
Una primera revisión a los avances de la campaña en junio, realizado por la Unesco y otras organizaciones locales vinculadas a la Educación, confirmaron de manera oficial que la tasa de analfabetismo al 23 de junio se calculaba en 4,7 por ciento.
Esa primera fase de validación de resultados desplazó a 500 técnicos de la Unesco, para realizar un estudio estadístico, organizativo, pedagógico y metodológico de los avances de la alfabetización para certificar la cifra de menos del cinco por ciento, la tasa que se exige para reconocer a un país libre de analfabetos.
Informes del Ministerio de Educación destacan que en esta ocasión se alfabetizaron a más de 500.000 personas y 200.000 más están recibiendo el curso.
El 75 por ciento de la cifra son jóvenes entre 15 y 30 años de edad, que quedaron fuera del sistema educativo desde 1990.
A pesar de los resultados, y de la euforia oficial por la declaratoria, el propio ministro De Castilla anunció que, aunque existen 1,6 millones de personas dentro del sistema educativo, el número de las que necesitan estudios son tres millones, es decir, un poco más de 50 por ciento de la población total.
"Aunque es un dato terrible, es una cifra real y se está organizando un plan a largo plazo para reducir esos números negros", dijo a IPS De Castilla.
El funcionario detalló un plan de educación especial que a mediano plazo espera educar a 500.000 niños y niñas fuera del sistema educativo y a 500.000 personas más que apenas recibieron educación incompleta de primaria.
La meta, según el ministro, es que en 2015 todos los actuales alfabetizados culminen estudios de sexto grado y que en 2021 se puedan bachillerar a todos los educados. En 2005, el entonces Instituto Nicaragüense de Estadísticas y Censos determinó que 22,08 por ciento de los habitantes del país no podía leer ni escribir.
Según el profesor José Antonio Zepeda, secretario general del sindicato magisterial Asociación Nacional de Educadores de Nicaragua, afín al sandinismo, dijo que ya se están capacitando a más de 30.000 jóvenes voluntarios para continuar con la campaña "Yo si puedo continuar".
"Esto no se detiene, saliendo de la campaña de alfabetización nos lanzamos a la de reforzamiento y seguimiento educativo para no desandar lo andado en la materia", dijo a IPS.
Si bien el resultado es aplaudido por todos los sectores vinculados a la educación, existen aún muchas dudas sobre otros aspectos.
Para Jorge Mendoza, director ejecutivo del Foro de Educación y Desarrollo Humano, la declaración de Nicaragua como país libre de analfabetismo es un paso vital en los planes de la nación para combatir la pobreza y cumplir con los Objetivos de Desarrollo para el Milenio, pero, pese a ello, estima que aún faltan muchos desafíos que difícilmente se podrán cumplir.
Según este investigador, si bien hay un gran progreso social en cuanto el cumplimiento de metas y cifras de alfabetizados, el país puede perder sus avances en materia educativa si no logra articular un programa de seguimiento al programa de alfabetización.
"No basta con sólo enseñar a leer y escribir si no hay un esfuerzo de crear consciencia de seguir estudiando y enseñarles que mediante la formación académica y el esfuerzo se puede combatir la pobreza", dijo a IPS.
Datos estadísticos indican que aún viven en la pobreza 47 por ciento de los habitantes de este país, considerado el más empobrecido de América Central y entre los peor ubicados en desarrollo humano de América.
Según Mendoza, pese a que existe una crisis económica endurecida por los problemas políticos que afectan al país desde las elecciones municipales de 2008, cuando se denunció un fraude masivo, el gobierno debe hacer más esfuerzos por aumentar los recursos destinados a la educación básica.
El activista valoró positivamente que el país haya logrado invertir este año un millón de raciones de merienda escolar y 480.000 mochilas escolares a igual números de niños y niñas, pero insistió en que faltan más desafíos por cumplir.
"Ahora destinan 3,7 por ciento del producto interno bruto a la educación, pero se necesita siete por ciento para poder mejorar las condiciones de vida de los maestros y el alumnado", dijo, citando algunas cifras que empañan los esfuerzos actuales de alfabetización.
"Hay 300.000 niños y niñas en la calle que no asisten a clases, hay 492.000 personas fuera del sistema educativo, 500.000 personas que recibieron una educación de baja calidad y, mientras otros países como Honduras destinan casi 500 dólares por estudiante por año, en Nicaragua se destinan menos de 200 dólares", citó Mendoza.