Cuba celebrará este domingo un nuevo aniversario del asalto al cuartel Moncada, la efeméride más importante de la era revolucionaria, en medio de severas dificultades económicas que obligaron a rebajar las expectativas de crecimiento y podrían agravarse en el segundo semestre del año.
La fecha recuerda el frustrado intento de Fidel Castro de tomar por las armas ese fortín del ejército cubano, hace 56 años. El ataque, en el cual participó también su hermano menor Raúl, hoy presidente de Cuba, fracasó en términos militares, pero es considerado el comienzo de la lucha insurreccional que condujo al triunfo el 1 de enero de 1959 de la Revolución Cubana.
Desde entonces, cada 26 de julio es celebrado como el de la rebeldía nacional, con festejos que incluyen tres días de feriado nacional. Hasta 2006, con escasas excepciones, el acto oficial estuvo encabezado por Fidel Castro, quien justo por esos días enfermó gravemente y el 31 de julio debió ser reemplazado provisionalmente por Raúl Castro.
Al año siguiente, aún desde el interinato, el menor de los Castro aprovechó la efeméride para hacer una radiografía de los principales problemas del país y brindar algunas "claves" de su mandato, sostenidas como presidente en ejercicio, cargo que asumió formalmente en febrero de 2008.
En la celebración de 2007, realizada en Camaguey, distante 534 kilómetros de La Habana, Raúl Castro admitió, entre otras dificultades, la insuficiencia de los salarios y de la producción de alimentos, un tema que aún agobia la vida cotidiana de la población cubana de 11,2 millones de personas.
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También dejó claro que no se podía esperar "soluciones espectaculares" y habría que trabajar con mayor rigor, para hacer realidad cualquier incremento salarial o disminución de los precios. "Habrá que introducir los cambios estructurales y de concepto que resulten necesarios", dijo como fórmula para hacer rendir más el agro cubano.
Otra idea importante mencionada por Castro en esa ocasión fue admitir la necesidad de transformar concepciones y métodos que fueron los apropiados en su momento, pero han sido ya superados por la historia. En meses posteriores, sus palabras fueron desmenuzadas en debates populares convocados por él mismo.
De ese análisis realizado en barrios y centros laborales surgieron toda clase de problemas e insatisfacciones que permitieron al gobierno tomar el pulso a la situación. Los debates generaron esperanzas de cambios en temas como migraciones, derechos sobre la propiedad, la dualidad monetaria o mayor apertura a la iniciativa privada.
Si bien esos asuntos continúan pendientes, aunque no "engavetados" según aseguró Castro en una de sus intervenciones ante la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento), 2008 fue abundante en medidas que oxigenaron el ambiente, como el acceso a la telefonía celular y al hospedaje en hoteles a nacionales cubanos residentes en el país.
Otras decisiones ampliaron el trabajo independiente en el transporte, al concederse licencias para operar en sectores rurales luego de años de permanecer "congelados" los permisos, aumentaron los salarios del sector judicial y favorecieron a segmentos vulnerables con un alza general de pensiones por jubilación y asistencia social.
De mayor envergadura resultó el decreto ley para la entrega en usufructo de tierras ociosas, acompañado de un proceso de descentralización administrativa y la apertura de tiendas para venta directa de insumos y equipos agrícolas. Un año después de aprobada la legislación suman casi 670.000 hectáreas los predios concedidos.
Los huracanes Gustav, Ike y Paloma que azotaron Cuba en 2008, con pérdidas superiores a los 10.000 millones de dólares para el país, impactaron particularmente a la agricultura y a la vivienda, dos sectores de incidencia directa en las condiciones de vida de la población.
El año en curso, la situación económica se agravó aún más bajo el inevitable impacto de la crisis económico financiera internacional, al punto de que el gobierno debió rebajar de seis a 2,5 por ciento su expectativa de crecimiento. Economistas locales consideraron, sin embargo, que el crecimiento más probable se sitúa alrededor de uno por ciento.
A pesar de todo, el curso escolar que acaba de finalizar sorprendió a profesores y personal no docente con la buena noticia de un nuevo aumento salarial, cuyo anuncio coincide con una serie de ajustes en sector educacional encaminados a buscar mejorías tanto en la calidad de la enseñanza como en los rendimientos del alumnado.
Por otra parte, y según expertos en la línea de estimular el trabajo como vía de incremento de los ingresos personales, un decreto ley de fines de junio "Modificativo del Régimen Laboral" permite el empleo en más de una plaza y abre esa opción a estudiantes universitarios y de enseñanza media.
Al mismo tiempo, las empresas estatales intentan poner en práctica una resolución del pasado año que vincula el salario con el resultado productivo de los trabajadores, proceso que al parecer se ve frenado por trabas burocráticas y la propia crisis económica, que limita los insumos y la rentabilidad empresarial.
"La situación se ve difícil ( ). No creo que Raúl haga grandes anuncios este 26", dijo Manuel García, empleado de la construcción que equilibra sus ingresos con trabajos de plomería y carpintería en casas particulares. "El salario del Estado no alcanza y tengo tres muchachos", comentó al respecto.
El acto central por la efeméride se realizará este año en Holguín, provincia del oriente cubano distante 689 kilómetros de La Habana.
