Como cada mañana, Marco Tulio Guerra trabajaba en una fábrica de embutidos de Postville, enclavada en la zona agropecuaria del central estado estadounidense de Iowa. Pero su rutina fue interrumpida por agentes que lo detuvieron junto a otros 388 inmigrantes. El delito: portar documentos falsos.
Han pasado más de ocho meses desde que Guerra y otros 286 guatemaltecos, que formaban parte de ese contingente de trabajadores extranjeros en la procesadora de carne de la firma Agriprocessor, fueron deportados a su país de origen y la mayoría de ellos no logran aún un puesto de trabajo.
"Aquí en Guatemala no hay empleo, no hay trabajo", insiste Guerra, quien organizó un comité para reinsertar social y laboralmente al grupo expulsado de Estados Unidos.
"Nos fuimos (a Estados Unidos) con la ilusión de hacer una casita y tener un carro (vehículo) para trabajar, porque aquí no se podía lograr, pero la suerte no nos ayudó a estar más tiempo", recordó con resignación ante IPS este ex emigrante, que fue deportado a su país natal e1 14 de octubre de 2008, después de sufrir cinco meses de cárcel.
La dramática historia de Marco Tulio se repite cada semana con otros latinoamericanos deseosos de radicarse en Estados Unidos. En lo que va del año han sido deportados 29.515 guatemaltecos y, con ello, fueron truncados sus sueños de un mejor nivel de vida. De ellos, 14.141 han sido enviados en avión y el resto vía terrestre desde México, según la Dirección General de Migración.
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Existe también un alto número de inmigrantes de otros países centroamericanos que sufren igual destino. Es el caso de los 12.594 hondureños, 5.151 salvadoreños y 510 nicaragüenses deportados desde México a Guatemala cuando pretendían llegar al vecino país del norte.
Las causas que obligan a estos miles de centroamericanos a tomar sus maletas en busca del "sueño americano" son diversas, aunque prevalecen las económicas. Sin embargo, factores como el crecimiento poblacional también inciden en este fenómeno pese a que no se hable a menudo del tema.
En este sentido, el camino de Guatemala es cuesta arriba si se toma en consideración que presenta una de las tasas de natalidad más alta de América Latina. El Banco Mundial sitúa a este país como el segundo con mayor indicador de crecimiento de población anual, al ubicarlo en 2,1 por ciento para el período 1998-2015, sólo superado por Nicaragua con 2,2 por ciento.
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), Guatemala pasará de cobijar 13 millones de habitantes en la actualidad a 28 millones en 2050. Expertos recuerdan que en 1950 sólo habitaban este país 3,1 millones de personas.
Se calcula que actualmente más de un millón de guatemaltecos y guatemaltecas viven en el extranjero, 96 por ciento de los cuales lo hacen en Estados Unidos.
Ana María Méndez, defensora de la población emigrante de la Procuraduría de Derechos Humanos, dijo a IPS que las principales causas para dejar el país son económicas, impactadas por el crecimiento poblacional porque conlleva una mayor demanda de satisfactores.
"Hay familias numerosas que no consiguen condiciones para desarrollarse acá y optan por irse", señaló.
Florentín Martínez, investigador del Centro de Estudios Urbanos y Regionales (CEUR), de la estatal Universidad de San Carlos de Guatemala, indicó que el crecimiento poblacional se traduce en manos útiles para el trabajo, pero a su vez en demanda de servicios para su producción y reproducción.
Por ello, los gobiernos deben emprender acciones para cumplir con los derechos sociales, debido a que es necesario facilitar el acceso a la educación, salud, trabajo y vivienda, entre otros, según el experto.
En la misma línea opinó Luis Linares, analista de la no gubernamental Asociación para la Investigación y Estudios Sociales.
"Uno de los retos para el estado no es sólo contar con los recursos para brindar los servicios mínimos a la población que va en aumento, sino también generar condiciones para un empleo mejor remunerado y evitar que la gente se vea obligada a irse del país", comentó a IPS.
"El problema es que los guatemaltecos ven una oportunidad de ingresos en Estados Unidos que no tienen aquí. Una persona logra mandar de ese país 500 dólares al mes con relativa facilidad, mientras que aquí con dos salarios mínimos no llegaría a esa cantidad", explicó el analista. El piso de sueldo obligatorio es para actividades agrícolas y no agrícolas de 6,5 dólares diarios.
Linares reconoció la importancia de la ley de Desarrollo Social que promueve y regula políticas de salud reproductiva desde 2001, aunque consideró que el tema económico debe abordarse de manera integral.
Lo preocupante es que, mientras la población sigue aumentando, el país sigue siendo uno de los más afectados por la miseria. La mitad de los guatemaltecos viven en condiciones de pobreza, mientras que 17 por ciento son indigentes, según la Organización de Naciones Unidas.
Y es que la pobreza está relacionada directamente con las migraciones, según el Informe de Desarrollo Humano 2007-2008 del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Así, los índices de pobreza superan 70 por ciento de la población de los departamentos de Huehuetenango y San Marcos, fronterizos con México, donde entre 25 y 39 por ciento de sus vecinos son receptores de remesas de dinero enviadas por familiares de Estados Unidos.
A su vez, ambos departamentos serán dos de los cuatro que presentarán la mayor cantidad de habitantes respecto del resto del país en 2020 al superar en ese entonces un millón de personas, según las proyecciones de los expertos que elaboraron el informe.
Entonces, ¿qué hacen sus habitantes para lograr un mayor desarrollo económico?, se preguntan los especialistas.
Para el sacerdote católico Mauro Verzeletti, secretario adjunto de la Pastoral de Movilidad Humana, el alto crecimiento poblacional es una realidad que viven los países de toda América Latina agobiados por la pobreza, hecho que finalmente obliga a las personas a buscar oportunidades fuera de fronteras.
Sin embargo, advierte que no se pueden analizar las migraciones desde el punto de vista del crecimiento poblacional sin tomar en consideración los altos niveles de pobreza y la responsabilidad que tiene el poder económico.
Para este brasileño radicado en Guatemala, es necesario que las élites ejerzan su responsabilidad social con los más desposeídos para lograr un mayor equilibrio económico, dado que este país es uno de los más desiguales del mundo. Alrededor de 80 por ciento de la tierra productiva sigue en manos del cinco por ciento de la población, según el PNUD).
"No vemos que los poderosos quieran compartir sus riquezas para que realmente la gente vaya desarrollándose y sabemos que donde existe desarrollo las familias tienen un mayor control de la natalidad y hay menos migraciones", detalló el sacerdote a IPS.
Este sábado se celebra el Día Mundial de Población y así como en Guatemala, otros países del mundo se plantean nuevos retos para combatir la pobreza, y con ella, los altos índices de crecimiento poblacional que traen consigo las migraciones masivas.