Un nuevo escenario en las negociaciones entre Paraguay y Brasil sobre las utilidades del compartido complejo hidroeléctrico de Itaipú, considerado uno de los más grandes del mundo, pauta el optimismo de las partes tras el acuerdo firmado entre ambos gobiernos.
El compromiso sellado por los dos países, entre otras cosas, abre la posibilidad de la venta directa del excedente de energía de Paraguay al mercado de Brasil y el incremento, por parte de ese último país, en la compensación por cesión de energía eléctrica.
Las negociaciones con el gobierno brasileño del izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva se intensificaron a partir de la llegada a la presidencia de Paraguay en agosto de 2008 del centroizquierdista Fernando Lugo, quien tuvo como bandera electoral la revisión del bilateral Tratado de Itaipú, firmado en 1973 y que dejó a su país en desventaja.
La venta directa de energía de la entidad estatal paraguaya Administración Nacional de Electricidad (ANDE), en el mercado brasileño, es considerado como un primer paso hacia la libre disponibilidad de este recurso por parte de Paraguay.
Hasta ahora, la empresa estatal brasileña Electrobras es la única responsable de comercializar la energía de Itaipú en su totalidad.
[related_articles]
"Tenemos como primera etapa la venta de energía al mercado brasileño, lo que es aceptada plenamente por Brasilia, y esto es muy importante en materia de soberanía hidroeléctrica", dijo a IPS Ricardo Canese, uno de los principales referentes de la mesa negociadora por el lado paraguayo.
Canese, elegido representante paraguayo al Parlamentario del Mercosur (Mercado Común del Sur) por el movimiento político de izquierda Tekojoja, uno de los puntales de Lugo, indicó que, a través del acuerdo, Brasil reconoce la disponibilidad que puede tener Paraguay en 2023, y pueda así decidir libremente cómo disponer de su energía y a quién venderla.
También se incrementará la compensación por cesión de energía, por lo cual Paraguay pasará a percibir de 120 millones de dólares en la actualidad a 360 millones, según lo estipulado en el acuerdo alcanzado por Lugo y Lula en el marco de la última Cumbre del Mercosur (que integran ambos países junto a Argentina, Uruguay y Venezuela en proceso de adhesión plena), realizada el 24 de este mes en Asunción.
Para Canese se está dando un paso relevante hacia el precio justo para la energía paraguaya, reconociéndose un valor mínimo para exportar al Brasil.
"Con este acuerdo se nos reconoce el derecho al precio justo. Aunque no lo vamos a tener hoy, porque la venta de nuestra energía al mercado brasileño será gradual", explicó.
La entidad binacional Itaipú factura 3.200 millones de dólares por año. "Si tomamos la mitad como parte paraguaya (la que se exporta), vamos a tener más beneficio de exportación", indicó.
Pero la mirada es menos auspiciosa desde sectores opositores al gobierno de Lugo. Pero igual entienden que, si bien no corresponde a la paridad pretendida, igualmente es importante el acuerdo porque implica triplicar el coeficiente que se utiliza para compensación de energía (de 5,1 a 15,3 por ciento
"Lugo tenía como bandera electoral no volver con menos de dos mil millones de dólares al año. Sin embargo, esta posibilidad de venta nos da uno por ciento de lo prometido. Para decir que fue un logro, tendríamos que ver a qué números llegamos", cuestionó ante IPS la senadora Ana María Mendoza, del centroderechista Partido Patria Querida.
Ambos puntos del acuerdo, los principales del documento firmado, estarán sujetos a la aprobación de los respectivos parlamentos. "Tenemos que ver si esto es verdaderamente el sentir de los parlamentarios brasileños", subrayó Mendoza.
Pero Lugo ya realizó una primera visita al Congreso legislativo, donde explicó los alcances del acuerdo, en busca de adhesión de los distintos sectores políticos.
Lugo asumió el gobierno de Paraguay sin contar con mayoría propia en el parlamento, donde el grupo más numeroso de representantes es el de la Asociación Nacional Republicana o Partido Colorado, hoy en la oposición tras ostentar el poder político absoluto por más de seis décadas, incluida la dictadura de Alfredo Strossner (1954-1989).
Los parlamentarios oficialistas y algunos opositores se manifestaron a favor de la posibilidad realizar lobby con sus pares brasileños, en tanto que otros prefieren que se agoten las instancias de negociación.
"Nosotros como partido no presionaremos, porque consideramos que los negociadores deberán agotar las instancias para que lo acordado sea una realidad", apuntó Mendoza
Igualmente, en Asunción quedó la promesa de los negociadores brasileños para el estudio de los mecanismos jurídicos administrativos que permitan agilizar los trámites a nivel legislativo.
Pero son poco alentadoras las primeras manifestaciones en la prensa de Brasil, donde uno de los medios más influyentes, el diario Folha de Sao Paulo, publicó en la semana que Lula está sacrificando el interés nacional por su interés político particular.
El mandatario brasileño había expresado, en ocasión de la firma del acuerdo, que "los países mayores tienen la obligación de ayudar a las economías menores a dar un salto de calidad en su capacidad de desarrollo, de producción y de competitividad en las relaciones bilaterales".
El peso de la economía de Brasil en la región va en aumento, como lo muestran los últimos datos de la Comisión Económica Para América Latina (Cepal).
Según la Cepal, la participación del producto interno bruto (PIB) del gigante latinoamericano en la economía regional creció 4,4 puntos porcentuales entre 2000 y 2008, año en que esa presencia representó 35,3 por ciento de toda la región.
Para el director paraguayo de Itaipú, Carlos Mateo Balmelli, las reacciones adversas eran de esperar, considerando la agenda política de cada país, particularmente de Brasil que se halla en época electoral.
"Este acuerdo no viola el tratado, lo respeta", sostuvo Balmelli, apuntando que no hay un solo artículo dentro del acuerdo bilateral que prohíba que la ANDE pueda vender al mercado brasileño fuera de la Electrobras.
Desde el gobierno de Lugo se anunció que el aumento del porcentaje por cesión de energía sería destinado al desarrollo productivo y a la atención de los problemas sociales.
Paraguay está entre los países con más dificultades de la región, al registrar que la pobreza alcanza a 36 por ciento de los 6,1 millones de habitantes y la indigencia a 20 por ciento.
Para algunos, el acuerdo Lula-Lugo es un avance hacia el trato igualitario y la reducción de las asimetrías entre los países socios; para otros, una migaja más.