«Estamos consternados era al campeón de los pobres y un ejemplo de perdón y reconciliación», dijo llorando Rosario Murillo, portavoz y esposa del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, ante la muerte del ex boxeador y alcalde capitalino Alexis Argüello, quien será sepultado este viernes.
Nicaragua amaneció llorando y hablando de boxeo el miércoles ante la noticia de que Argüello se había suicidado. Ortega declaró tres días de duelo nacional y canceló su viaje a Panamá, casi en la escalerilla del avión, a donde tenía previsto participar de la toma de posesión de Ricardo Martinelli como nuevo presidente de ese país.
Pero, aparte del dolor, tampoco faltaron las especulaciones políticas. Uno de los concejales del opositor Partido Liberal Constitucionalista comentó a IPS que la muerte del alcalde significaría un duro revés para el gobernante e izquierdista Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
"Arguello, por su figura de ídolo deportivo, era el escudo de los sandinistas en la administración de Managua contra las críticas de la población. Sin Alexis, la gestión municipal será duramente criticada y no habrá manera de que el oficialismo no pierda popularidad", dijo durante las exequias.
La alcaldía será dirigida ahora por la compañera de fórmula sandinista en la campaña, Daysi Torres. El boxeador será enterrado este viernes en un cementerio privado de las afueras de Managua.
La familia de Argüello viajó de emergencia de Estados Unidos, donde residen sus hijos mayores y pidió a las autoridades no revelar el informe médico. Las autoridades deslindaron responsabilidad ajena y anunciaron en conferencia de prensa las causas físicas de la muerte: un balazo al corazón.
Reportes policiales habían informado que recibieron una llamada telefónica de la casa del ex boxeador, ubicada en una zona residencial al sudoeste de Managua, pidiendo una ambulancia de urgencia para trasladarlo al Hospital Policial Carlos Roberto Huembes.
Informes oficiales de la Policía indican, además, que Argüello llegó ensangrentado y sin signos vitales al centro médico. Su cuerpo fue trasladado a eso de la tres de la madrugada del miércoles al Instituto Nicaragüense de Medicina Legal para realizar una autopsia y peritaje forense al cuerpo.
Los informes médicos indicaron que el popular atleta, de 57 años al momento de su fallecimiento, se disparó con un revólver al corazón a eso de las 02:30 de la madrugada mientras estaba en su habitación.
Se desconocen las causas que lo llevaron a tomar la fatal decisión, pero las versiones periodísticas señalan que pasaba por una fuerte depresión debido a una reciente medida del Consejo Municipal de restarle facultades administrativas a la ciudad de Managua.
En junio, el Concejo Municipal aprobó, en ausencia de Argüello, una ordenanza para modificar la división política administrativa de Managua, vigente desde 1880.
De cinco distritos que componían al municipio de Managua, se aumentaron a siete y le asignaron la responsabilidad de ellos al secretario general del Consejo, Fidel Moreno.
Argüello asumió el ayuntamiento en enero de este año, luego de ser declarado vencedor por el Consejo Supremo Electoral en las elecciones municipales de noviembre de 2008, que fueron cuestionadas por la oposición, empresarios y otros. Se postuló como candidato por el FSLN y obtuvo más de 232.000 votos.
Su principal adversario en las elecciones, Eduardo Montealegre, del Partido Liberal Constitucionalista, denunció a las autoridades electorales y al gobierno de Ortega de haber organizado un fraude masivo para adjudicarse las principales plazas del país, incluyendo Managua, donde votaron más de un millón de personas.
A la denuncia del candidato liberal se sumaron otros sectores del país, como empresarios, religiosos, grupos de la sociedad civil, embajadores y partidos tradicionales. Argüello nunca se pronunció al respecto y siempre agradeció a quienes votaron por él.
Se alió al FSLN en 2001 en medio de fuertes problemas económicos y fue nominado como candidato a la vicealcaldía de la capital en el período 2004-2008. Estuvo en el cargo hasta 2007, cuando abandonó la gestión para postularse a la silla mayor del ayuntamiento.
Edgard Tijerino Mantilla, veterano cronista e historiador del deporte nicaragüense, relató a IPS que no fue esta la primera incursión del atleta a la política.
En los años 70, el dictador Anastasio Somoza Debayle lo nombró teniente honorífico de la Guardia Nacional y le financió entrenamiento y le apoyó en gestiones de adquisición de bienes.
"Alexis era un muchacho sencillo y muy humilde, que venía de una familia pobre y él le tendía la mano a todo el mundo y era muy amigo de todos, sin excepciones. Quizás por eso se aprovecharon de su nobleza y lo trataron de usar los políticos para ganar una popularidad que ellos no tenían", comentó a IPS.
Esa alianza con Somoza le provocó enemistad con la emergente con el entonces guerrillero Frente Sandinista que, una vez que desplazó del poder a la familia dinástica Somoza, le confiscó sus bienes y lo declaró "enemigo de la revolución".
Argüello se exilió en Estados Unidos y apoyó a la llamada Contra, el grupo armado que combatió al gobierno democrático sandinista con ayuda de Washington. Regresó en los años 90 al terminar la violencia política y ya con el FSLN fuera del gobierno por la fuerza de las urnas.
A su regresó enfrentó un gran problema económico que lo llevó a retomar los guantes en 1995, pero una lesión en la mano derecha lo sacó definitivamente del cuadrilátero. El boxeador entró en una etapa de depresión y fue internado al menos en tres ocasiones en un centro de rehabilitación para drogadictos y alcoholismo, del que salió a fines de 1997.
Enrique Armas, secretario de la Alcaldía de Managua y amigo íntimo de Argüello desde sus años de boxeador, declaró que el fallecido líder deportivo no era alguien rencoroso y que estaba motivado en el cargo para tratar de llevar ayuda a los barrios más pobres de la capital.
"No me pasa por la mente qué motivos tuvo para quitarse la vida", dijo apenado ante las cámaras al llegar al Instituto Nicaragüense de Medicina Legal a informarse del suceso.
Argüello participó en 90 peleas y ganó 82, de las cuales 65 fueron por fuera de combate. Entre 1974 y 1981 logró tres campeonatos mundiales y su nombre está en el Salón Mundial de la Fama del boxeo en Nueva York
Como campeón mundial jamás perdió sus títulos. Su nombre está registrado en el Salón de la Fama del Deporte de Nicaragua y en 2001 fue reconocido como el Atleta del siglo XX en Nicaragua.
"En un país históricamente azotado por guerras civiles, desastres naturales y tragedias humanas, la figura de un muchacho humilde ganándose respeto a puñetazo limpio despertó la admiración todo el pueblo. Era el héroe de millones", dijo llorando Armas.
Desde su muerte hasta la fecha, miles de capitalinos acompañaron su féretro en un recorrido organizado por los concejales de la Managua, que lo llevaron por las calles de los barrios más pobres de la ciudad. En el recorrido participó Murillo y cercanos funcionarios del gobierno.
Su cuerpo es velado en la sala principal del Palacio de la Cultura, en la Plaza de la Revolución, donde millares de personas, distintas personalidades e instituciones nicaragüenses le rinden tributo.
Las emisoras retransmitían las últimas entrevistas grabadas del fallecido alcalde y las televisoras locales reproducían, de sus archivos, las peleas más memorables del "Caballero del Ring", como se le apodó en el mundo boxístico.
Medios de comunicación internacionales especializados en el deporte y las secciones especializadas de diarios latinoamericanos reportaron su muerte trágica.
Una de las cadenas de televisión hasta le dedicó un programa especial con las mejores escenas de sus peleas y los políticos locales detuvieron sus actividades cotidianas para expresar su congoja.