Los canales de televisión árabes esperan al Ramadán, el mes sagrado musulmán en el que se ayuna y que este año comenzará a fines de agosto, para estrenar nuevas telenovelas que generalmente retratan a las mujeres de modo negativo.
Como las familias observan el ayuno del alba al atardecer, los numerosos canales de entretenimientos en países desde Bahrein a Egipto tienen asegurada su audiencia.
"Los dramas que se exhiben en nuestros canales durante el Ramadán son sobre mujeres abusadas que no pueden luchar, o sobre mujeres malas que no pueden vivir sin destruir a otras", señaló el activista y escritor de Bahrein Karim Radhi.
El mundo árabe es rico, con mujeres fuertes que luchan por vidas mejores para sí mismas y para los otros, sostuvo con mucho fervor mientras urgía a las empresas de televisión a crear roles que den poder a las mujeres.
"Sé que las productoras promueven imágenes negativas de las mujeres no porque estén contra ellas, sino simplemente para vender sus telenovelas. Pueden crear un equilibrio entre lo que la gente quiere y (roles que) no estereotipen a las mujeres como avaras, maliciosas, artificiales o débiles", planteó.
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El problema con los estereotipos femeninos en los muy populares dramas televisivos es que tienen un impacto regresivo en los crecientes esfuerzos que se hacen en todas partes de la región para luchar por la igualdad de género, tanto en la política como en el hogar, destacó.
"Muchas personas subestiman los dramas de televisión. (Pero éstos) ingresan en todos los hogares. Son mirados por miembros de la familia de todas las edades y a lo largo de todo el día. Nadie es inmune a su efecto", dijo a IPS en una entrevista.
Un estudio realizado entre 2006 y 2007 por la Universidad de Bahrein y encargado por el Consejo Supremo para las Mujeres apoya la perspectiva de Rahdi sobre las telenovelas árabes.
Sus conclusiones enfatizan la importancia de garantizar que los dramas televisivos no se disocien de la vida real. Aconseja a las empresas productoras introducir personajes femeninos fuertes que puedan inspirar un cambio social y ayudar a las mujeres a lograr los objetivos de empoderamiento.
"No podemos separar el drama de nuestras luchas por mejores derechos para las mujeres, dado que el drama llega a las masas y puede cambiar indirectamente la perspectiva de los espectadores", declaró en la conferencia de prensa la secretaria general del Consejo, Lulwa Al Awadhi, mientras daba a conocer las recomendaciones planteadas por el estudio en 2008.
"La reforma del drama árabe puede ayudarnos a las activistas a alcanzar nuestros objetivos más rápidamente", agregó.
"No queremos controlar. Las producciones deben crear mejores imágenes de las mujeres, así la gente común puede, a través de ellas, comprender la fortaleza real y las capacidades de las mujeres árabes", aclaró.
El informe analizó cómo se retrata la violencia contra las mujeres en las telenovelas. Las mujeres son mostradas reiteradamente como débiles e indefensas.
Al Awadhi advirtió que esto puede estar alentando un punto de vista según el cual golpear y abusar de la esposa es aceptable, particularmente entre los niños.
"Los niños que ven a mujeres en roles de madres que son abusadas físicamente por sus esposos sin que otros intervengan para ayudar pueden crecer creyendo que está bien abusar de las mujeres", explicó.
El Consejo Supremo para las Mujeres apoya las recomendaciones del estudio, especialmente la exige un código de honor para realizar telenovelas sin discriminación de género, dijo a la prensa.
Mona Al Sawaf, asesora psicológica en el Hospital Rey Fahad en Jeddah, Arabia Saudita, también critica amargamente las telenovelas árabes.
Las empresas de la industria del entretenimiento se centran en los abusos físicos y psicológicos de las mujeres a fin de atraer a una audiencia más amplia, señaló en una entrevista publicada en el periódico Al Sharq Al Awsat, basado en Gran Bretaña.
"Psicológicamente, al principio esas escenas pueden desarrollar temor entre los espectadores, pero luego esos sentimientos se convierten en ansiedad, indignación y, finalmente, llegan a la etapa de la indiferencia y la apatía", declaró a la prensa.
Al Sawaf se hizo eco de los puntos de vista sobre el impacto alarmante que tienen sobre los niños las telenovelas insensibles al género. Advirtió que los espectadores más pequeños crecen creyendo que esto es normal y aceptable, lo que puede derivar en hombres jóvenes más violentos hacia las mujeres, y en mujeres jóvenes más sumisas a la violencia.
"Desafortunadamente, los dramas del Golfo (Pérsico o Arábigo) se centran en tres aspectos: el entretenimiento negativo, la presentación de temas atractivos sin considerar sus efectos en la sociedad, y la reafirmación de la idea de que los hombres del Golfo son violentos con las mujeres por naturaleza", observó.
Además, los estereotipos de género en las telenovelas populares también promueven una relación insana entre parejas, y sirven para justificar el poder dominante de hombres sobre mujeres, dijo Al Sawaf.
"Esos dramas muestran a las mujeres perfectas como tolerantes y silenciosas todo el tiempo", añadió.
Sin embargo, la activista de Bahrein Anisa Al Ruyaee, directora de la Sociedad de Mujeres del Pueblo de Hamad, alzó una voz de disenso.
Los dramas televisivos revelan en parte, y no en su totalidad, el sufrimiento de las mujeres de la región, dijo a IPS.
"¿Por qué deberíamos cerrar los ojos a nuestros propios problemas? La violencia contra las mujeres aumenta día a día. No hay nada malo en mostrarla en la televisión, dado que el drama es solamente un reflejo de nuestras vidas", sostuvo.