MUJERES-EGIPTO: Nueva ley de cuotas criticada por la oposición

Detractores de la nueva ley para aumentar la cantidad de mujeres en el parlamento de Egipto cuestionan su constitucionalidad y sostienen que creará más problemas de los que pretende resolver.

Representantes del gobernante Partido Nacional Democrático (PND), del presidente egipcio Hosni Mubarak, consideran que es un avance histórico.

"La iniciativa abrió una caja de Pandora de cuestiones tangenciales", dijo a IPS Amr Hashem Rabie, especialista en asuntos parlamentarios del Centro Al-Ahram de Estudios Políticos y Estratégicos.

"Además de la cuestión de si es constitucional o no, la nueva ley hizo que muchas minorías reclamaran su propia cuota" en el cuerpo legislativo, añadió.

El proyecto, aprobado en junio por la mayoría parlamentaria del PND, creó 64 nuevos asientos en la Asamblea del Pueblo (cámara alta) para representantes mujeres. La iniciativa, que enmienda la ley de 1972 sobre la actividad del Poder Legislativo, aumenta la cantidad de escaños de 454 a 518.
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El partido de Mubarak concentra alrededor de cuatro quintos de los asientos, la opositora Hermandad Musulmana casi todo el resto y quedan unos pocos ocupados por legisladores independientes o de pequeños partidos de oposición.

El nuevo sistema de cuotas se inaugurará en las próximas elecciones legislativas de octubre de 2010.

Se crearán 32 nuevos distritos electorales en los que sólo podrán presentarse mujeres. Cuatro escaños se reservarán a las candidatas de provincias densamente pobladas, incluido El Cairo, y otros dos se asignarán a representantes de zonas rurales.

El proyecto de ley fue originalmente propuesto por la secretaría política del PND, encabezada por el influyente hijo del presidente, Gamal Mubarak. "Es un punto de inflexión para la participación de las mujeres en política", indicó el secretario general Safwat Sherif.

Pero los detractores de la norma, la Hermandad Musulmana, el liberal Partido Wafd, el izquierdista Tegammua y la mayoría de los legisladores independientes, cuestionan su constitucionalidad.

"La norma atenta contra la ley fundamental porque no menciona nada sobre ‘discriminación positiva’ ni prevé cuotas parlamentarias para ningún otro sector de la población", dijo a IPS Hamdi Hassan, legislador de la Hermandad Musulmana.

El partido "está a favor de la participación de las mujeres en política, pero así", apuntó.

La Hermandad Musulmana y legisladores independientes rechazaron la norma esgrimiendo "dudas sobre su constitucionalidad" porque "atenta contra los valores de la ciudadanía, incluido el derecho a la igualdad de oportunidades", reza la declaración conjunta.

"La nueva ley entra en conflicto con varios artículos de la Constitución que garantizan la equidad y la igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos", indicó Rabie. La iniciativa respondió a intereses políticos más que a un deseo verdadero del partido de gobierno de aumentar la participación de las mujeres.

"Al igual que la prolongada ley de emergencia y las últimas reformas a la legislación electoral, las razones que justifican la nueva norma son totalmente pragmáticas", añadió. "Con el actual sistema electoral es probable que las únicas mujeres que lleguen al parlamento sean las candidatas del PND".

La nueva ley de cuotas es un medio subrepticio de fortalecer el control del partido de gobierno en la Asamblea Nacional, según Hassan y muchos de los legisladores de oposición.

"El PND aspira a monopolizar los nuevos asientos a fin de fortalecer su mayoría parlamentaria", sostuvo Hassan. "Al tener que competir en varios distritos electorales, como El Cairo y Alejandría, las mujeres no tendrán posibilidades de ganar a menos que la contienda esté arreglada a su favor".

El partido de Mubarak trata de "demostrar sus credenciales liberales a Occidente, en especial tras la visita del presidente de Estados Unidos, Barack Obama", a este país a principios de junio, añadió Hassan.

El PND está "deseoso de cumplir con la agenda liberal promovida por Occidente y que subraya la importancia de los derechos femeninos. "El proyecto se debatió y aprobó rápido para sortear a la opinión pública", coincidió Rabie.

La nueva ley llevó a otros sectores de la población a reclamar cuotas similares en el parlamento, en especial los cristianos coptos, que constituyen entre seis y 12 por ciento de los 82 millones de habitantes.

"Si el gobierno considera a las mujeres una ‘minoría’, entonces los coptos también deben ser considerados como tal", arguyó Naguib Gabriel, director de la Unión Egipcia de Derechos Humanos, con sede en El Cairo.

Debe haber una cuota para los coptos, sostuvo, por su parte, Refaat Fekry, destacado miembro de la Iglesia Anglicana, "porque la sociedad egipcia se resiste a elegir representantes de esa comunidad desde los años 70".

Pero no tienen ninguna posibilidad, según Rabie, del Centro Al-Ahram de Estudios Políticos y Estratégicos. "No es de extrañar que a raíz de la nueva ley, los coptos reclamen su propia cuota legislativa. Pero el gobierno nunca cederá".

"Sería mejor que los políticos y los periodistas hablaran de cómo preparar a las mujeres en materia legal, política y cultural, para que desempeñen un papel activo en el parlamento", señaló Mohammad Ali Ibrahim, jefe de redacción del periódico Al-Gomhouriya, quien sostuvo que los detractores planteaban "cuestiones laterales sin importancia".

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