Hasta hace un tiempo, en India nadie se animaba a hablar sobre retretes, pues era un tema tabú. Los que trabajaban limpiando baños y escusados eran llamados «intocables» y «carroñeros», explicó Bindeshwar Pathak, ganador este año del Premio Estocolmo del Agua.
"No se les permitía mezclarse con otras personas ni tener interacción social, y eran odiados, humillados e insultados", dijo a IPS.
En la sociedad india previa a la independencia de 1947, una persona que nacía "intocable" moría "intocable", explicó Pathak, fundador del Movimiento Sulabh por Saneamiento.
Pero las cosas han cambiado drásticamente en el segundo país más populoso del planeta (con 1.100 millones de habitantes, detrás de China, con 1.300 millones) y en el que todavía más de 600 millones de personas carecen de acceso a un baño.
Pathak, quien además ganó el mes pasado el Premio de Energías Renovables de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) por desarrollar una tecnología de retretes que produce energía con el excremento humano, atribuye a su Movimiento el logro de haber motivado y educado a la población para cambiar su forma de ver a los escusados.
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"Mis innovaciones tuvieron un tremendo impacto en el ambiente, en la salud y el bienestar de millones de pobres en India", añadió.
La ONU señala que más de 1.000 millones de personas en todo el mundo aún carecen de acceso a agua segura, y 2,5 millones no tienen instalaciones básicas de saneamiento.
Los Objetivos de Desarrollo de la ONU para el Milenio obligan a las naciones del Sur a reducir a la mitad el número de personas sin acceso a agua y saneamiento para 2015. En entrevista con IPS, Pathak aseguró que India podría lograr una cobertura total para 2020.
IPS: La ONU señala que, para alcanzar la meta de saneamiento, unas 173 millones de nuevas personas en todo el mundo deberían acceder éste cada año a partir de ahora. ¿Cree que eso puede alcanzarse? Si no, ¿por qué?
BINDESHWAR PATHAK: En mi opinión, India logrará su meta porque ha desarrollado una tecnología sostenible y accesible, así como una metodología para implementar el programa, pero dudo un poco sobre algunos países que no han creado tecnologías aplicables a sus condiciones socioeconómicas.
Ningún país puede lograr la meta si piensa en términos de alcantarillado y pozos sépticos. Hemos capacitado a profesionales de 14 países africanos sobre las Tecnologías Sulabh de Saneamiento, y espero que esas naciones intenten cumplir con las expectativas de los Objetivos del Milenio.
IPS: ¿Cuán grave es el problema del saneamiento en India?
BP: Gracias a las tecnologías desarrolladas por mí y a la creación de conciencia y la motivación de las personas y el gobierno, la cobertura ascendió a 63 por ciento en áreas urbanas y a 57 por ciento en las rurales. Pero, debido a la alta carga poblacional de India, más de 600 millones de personas todavía no tienen acceso a retretes.
Pero hay muy sinceros esfuerzos del gobierno para alcanzar esa meta, ahora que se cuenta con tecnologías apropiadas, accesibles y sostenibles, y también con un favorable nivel de conciencia en la comunidad, gracias a los esfuerzos de Sulabh. Estoy plenamente convencido de que, al ritmo actual, India resolverá el problema en el futuro inmediato.
IPS: ¿Cuál es su innovación y qué impacto tuvo en las comunidades pobres de India?
BP: Yo innové, inventé y desarrollé dos tecnologías para el manejo de los desechos humanos. En países europeos, Estados Unidos y Australia, los sistemas de alcantarillado y pozos sépticos fueron adoptados a gran escala. Ambas tecnologías son costosas de construir y mantener. Por tanto, pueden ser adoptadas sólo en pocas localidades de Asia, África y América Latina.
En India, el saneamiento existe para pequeños porcentajes de poblaciones urbanas. De 1870 a 2009, de 5.161 ciudades y localidades, apenas 232 tenían cloacas. Por tanto, prevalecía la defecación el aire libre y el uso de cubetas como retretes. Ninguna casa en las áreas rurales contaba con escusados, y en las urbanas, las cubetas solían ser limpiadas por los llamados "carroñeros", considerados "intocables" antes de la independencia.
IPS: ¿Cómo cambió esto?
BP: En 1968, cuando llegué a la escena, la cobertura de saneamiento era de solamente 15 por ciento en las zonas urbanas. Estudié lo que implicaría instalar alcantarillado y pozos sépticos, y llegué a la conclusión de que esas tecnologías no detendrían la defecación al aire libre ni en hoyos.
Con la ayuda de dos estudios y la aplicación de mi mente, desarrollé dos tecnologías: una para la conversión de cubetas simples en escusados con flujo de agua para casas, y otra para la construcción de retretes en lugares como paradas de autobuses, estaciones de tren y lugares turísticos y religiosos.
IPS: ¿Cuán propagada está la nueva tecnología?
BP: Como India carecía de tecnologías apropiadas, comenzó a ser adoptada gradualmente y ahora se usa en toda India a gran escala. Incluso el gobierno y las agencias internacionales han apreciado esta tecnología. Tuvo un impacto tremendo. No es que solamente los pobres no tienen baños en India, sino que tampoco los ricos.
En las cuatro décadas siguientes a la construcción de los primeros retretes Sulabh en India, más de un millón de hogares accedieron a instalaciones seguras para la disposición de excrementos, y más de 7.000 baños públicos sirven a millones de personas.
Lo más significativo es que estas tecnologías han sido adoptadas por el gobierno y otras agencias en varios estados a lo largo y ancho del país. Hoy, India va bien hacia las Metas del Milenio en materia de saneamiento.