Las autoridades de Irán deben liberar de inmediato a un prominente reformista detenido en el marco de la crisis electoral y sometido a duros interrogatorios, ya que su vida estaría en peligro, instaron defensores de los derechos humanos.
Saeed Hajjarian, destacado periodista y político, fue arrestado el 15 de junio sin acusación, señaló la organización Human Rigths Watch (HRW). El arresto fue realizado a pesar de que Hajjarian está discapacitado y necesita atención médica constante.
Hajjarian, de 55 años, ha estado enfermo desde que fue víctima en 2000 de un intento de asesinato. HRW llamó a las autoridades iraníes a liberarlo en una instalación médica o entregarlo a su familia.
"Es muy malo que las autoridades detengan a un hombre tan enfermo como Saeed Hajjarian en la represión a las protestas", dijo la directora para Medio Oriente de la organización, Sarah Leah Whitson. "Las condiciones en que se encuentra, el trato duro y la intensa presión para arrancarle una confesión falsa están poniendo en riesgo su vida".
Hajjarian fue uno de los cientos, o incluso más de miles según algunas estimaciones, de los líderes reformistas detenidos por las autoridades acusados de "orquestar" la violencia desatada en Teherán luego de que el presidente Mahmoud Ahmadineyad se declarara vencedor de unas elecciones consideradas fraudulentas por la oposición.
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Los resultados de los comicios desataron masivas manifestaciones no violentas en las principales ciudades iraníes. Muchos de los reformadores y otras personas fueron detenidas aun antes de las protestas, alimentando así las sospechas de que las autoridades acorralaban a destacadas figuras de la oposición para frustrar movilizaciones.
El arresto de Hajjarian se produjo días después de la anunciada victoria de Ahmadineyad, y cuando el principal rival del mandatario, el reformista Mir Hussein Moussavi, acusó al gobierno de fraude.
La esposa de Hajjarian, la médica Vajiheh Marsoussi, dijo a HRW que la condición de su marido se estaba deteriorando seriamente.
Hajjarian fue un alto funcionario de inteligencia en los años 80, antes de convertirse en principal estratega del movimiento reformador. En 1997 fue asesor político del presidente Mohammad Jatami (1997-2005), y miembro del concejo municipal de Teherán en 1999.
Su periódico, Sobh-e Emrooz ("Esta mañana"), jugó un papel fundamental para exponer el involucramiento del Ministerio de Inteligencia en una serie de asesinatos y desapariciones forzadas en los años 90.
La investigación del diario apuntaba a Mostafa Pour Mohammad y a Gholam Hossein Mohseni Ezhei. El primero fue ministro del Interior de Ahmadineyad y ahora se desempeña como director de la Organización General de Inspección. Ezhei es actualmente ministro de Inteligencia.
"Hajjarian jugó un gran papel para exponer el involucramiento oficial en una serie de asesinatos a intelectuales en los años 90", dijo Whitson. "El hecho de que dos de las principales figuras relacionadas por su periódico con los asesinatos continúen en altas posiciones de poder despierta serias preocupaciones por su seguridad bajo custodia", añadió.
El intento de asesinato contra Hajjarian ocurrió el 12 de marzo de 2000, frente al edificio del concejo municipal de Teherán. Un sicario que se trasladaba en motocicleta le efectuó un disparo en el rostro. Un miembro de la milicia Basiji (voluntarios guardianes de la Revolución Islámica), Saeed Asgar, fue detenido por el frustrado homicidio pero luego liberado a pesar de haber sido sentenciado a 15 años de prisión.
Hajjarian sufrió severos daños en el cerebro y en la médula espinal, por lo que desde entonces depende en gran medida de una silla de ruedas para trasladarse. El informe de HRW señala que "necesita constante atención médica para seguir de cerca su condición, así como asistencia de enfermería y múltiples medicamentos". A pesar de todo, sigue siendo un abierto promotor de reformas en su país.
A sus familiares, incluyendo su esposa, se les permitió visitarlo el 26 de junio después de rumores de que había muerto en prisión.
"Actualmente, debido a las duras condiciones carcelarias, su presión sanguínea está en nivel crítico. Además, su situación se ha visto agravada por la mala dieta en prisión, y esto podría causarle un ataque cardiaco", alertó su esposa a HRW tras visitarlo.
Hajjarian ha sido sometido a severos interrogatorios por parte de las autoridades en la prisión de Evin, en Teherán, según Maroussi. También denunció que sus captores lo someten a fuerte presión para que firme varios documentos, incluyendo una falsa confesión de la participación de otros reformistas en un complot contra el gobierno.
HRW además habló con uno de los ex médicos de Hajjarian, Taghi Asadi, quien coincidió en que su vida corría peligro. Asadi actualmente reside en Estados Unidos.
"El gobierno iraní está aprovechando la condición médica de Hajjarian y su discapacidad para incrementar los interrogatorios abusivos y forzar, así parece, una confesión falsa", dijo Whitson. "Es una grave violación a sus derechos. Se debe asegurar que reciba adecuada atención médica de inmediato, empezando por sacarlo de Evin".