Personalidades e instituciones de la comunidad judía estadounidense formularon duros cuestionamientos éticos a Human Rights Watch (HRW), a raíz de un viaje realizado en mayo por miembros de esa organización de derechos humanos a Arabia Saudita.
Los cuestionamientos surgieron de un comentario publicado por David Bernstein, profesor de derecho de la Universidad George Mason, en su blog y reproducido luego por el diario The Wall Street Journal en su sección de opinión en Internet.
Bernstein acusó a los directivos de HRW de viajar al país árabe, cuyo régimen es acusado de gravísimas violaciones de derechos humanos, para "recaudar dinero de los acaudalados sauditas mediante la demonización de Israel"
La organización de derechos humanos negó haber incurrido en una falta porque sólo acepta dinero de entidades privadas y no gubernamentales, y que la visita a Arabia Saudita tuvo la finalidad de presentar su trabajo en Medio Oriente.
"Lo que quise decir con mi comentario no es que HRW sea pro saudita, sino que es notoriamente contrario a Israel", explicó Bernstein.
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Su opinión llegó a oídos del gobierno israelí y de sus más férreos defensores en Estados Unidos, incluido el poderoso Comité de Asuntos Públicos Estados Unidos-Israel (Aipac, por sus siglas en inglés), organización de "línea dura", clave del llamado "lobby pro israelí" en Washington.
"Para una organización que dice ofrecer una dirección ética, HRW parece haber perdido sus referencias éticas", dijo el miércoles el portavoz del gobierno israelí Mark Regev al diario The Jerusalem Post.
El portavoz de Aipac Josh Block remitió a numerosos contactos suyos la versión electrónica del artículo de The Wall Street Journal. Al ser consultado por IPS por e-mail si esa acción implicaba un aval a su contenido, respondió que no. Pero acusó a HRW de "pegarle a Israel" y de haber demostrado su sesgo antiisraelí.
Los números desacreditan esa afirmación.
La oficina de HRW para Medio Oriente y África Septentrional emitió más de 30 comunicados entre junio y lo que va de julio. Tres de ellos criticaron a Israel; cinco, a Arabia Saudita, y nueve, a Irán, el archirival del estado judío.
HRW insistió en que no fue a Arabia Saudita a recaudar dinero de organizaciones ni de instituciones locales porque su política es no aceptar donaciones "directa o indirectamente" de gobiernos.
"Que quede claro, nunca solicitamos dinero a ningún gobierno ni entidad gubernamental", reiteró a IPS Sarah Leah Whitson, directora de la división de Medio Oriente y África del Norte, quien figura en el artículo de The Wall Street Journal como integrante de la delegación que viajó a Arabia Saudita.
"Somos una organización no gubernamental totalmente independiente, financiada mediante las contribuciones de particulares y fundaciones de todo el mundo. Con el fin de mantener nuestra independencia, no aceptamos directa o indirectamente dinero de ningún gobierno. Recibimos contribuciones de personas y fundaciones de todo el mundo", se puede leer en su página de Internet.
Whitson, además, cuestionó el hecho de que la cena a la que concurrieron autoridades de HRW haya sido para recaudar fondos.
El contribuyente saudita Ema bin Jameel Al-Hejailan organizó la cena, según el periódico en inglés Arab News.
"Nuestro anfitrión organizó una cena para nosotros con sus amigos, activistas de la sociedad civil, empresarios y periodistas", dijo Whitson a IPS. "Conversamos sobre nuestro trabajo."
"No fue una cena para recaudar fondos donde la gente debía pagar un bono para participar", indicó. "De hecho, no nos fuimos con ningún cheque de allí."
The Wall Street Journal no publicó el vínculo a la nota de Internet de Arab News sobre la cena, que sí incluyó Bernstein en su blog y sobre la cual, al parecer, se basó para escribir su comentario.
El artículo de Arab News menciona denuncias contra Israel, pero también señala que "en sintonía con su compromiso de imparcialidad, HRW también criticó a otros países de la región, incluida Arabia Saudita".
En cambio, la nota de The Wall Street Journal señala, "al parecer, Whitson no tuvo tiempo para criticar la terrible situación de los derechos humanos en Arabia Saudita".
"Hicimos hincapié en nuestro estudio sobre el uso de fósforo blanco en Gaza porque fue el último informe que publicamos y hay un gran interés al respecto en la región y sobre nuestro trabajo en Arabia Saudita", indicó.
Whitson se refería al informe de marzo sobre el uso de Israel de armas químicas prohibidas durante la operación que lanzó contra el territorio palestino de Gaza, del 27 de diciembre de 2008 al 19 de enero de este año, que incluyó artillería pesada, bombardeos aéreos y varias incursiones de fuerzas terrestres y dejó 1.400 muertos y más de 5.000 heridos, la mayoría civiles.
"Hubo mucho más interés sobre nuestro trabajo en Arabia Saudita del que esperábamos", apuntó Whitson. "Pensábamos que iba a haber más cautela y que despertaría más susceptibilidades."
El argumento de que HRW incurrió en una falta derivó en la acusación de que no sólo subrayó de forma improcedente su trabajo en Israel, sino que trató de recaudar fondos de entidades gubernamentales de Arabia Saudita.
Esa fue la opinión del blogger Jeffrey Goldberg, de la revista estadounidense The Atlantic, tras un intercambio de correo electrónico con el director ejecutivo de HRW, Ken Roth. El argumento fue reiterado por Block, de Aipac, a IPS citando a Goldberg.
El blogger señaló que Roth había reconocido que "la directora de la división de HRW para Medio Oriente trataba de recaudar fondos entre los sauditas, incluidos miembros del Consejo Consultivo", órgano con funciones legislativas.
Sin embargo, en los pasajes de correo electrónico mencionados por Goldberg, Roth enfatizó que la política de su organización es no recibir fondos de entidades gubernamentales.
Sólo dijo que "un integrante de la Comisión Nacional de Derechos Humanos y alguien del Consejo Consultivo" participaron en la cena, no que la delegación de HRW tratara de hacer finanzas.
Eso no impidió que el portavoz de Aipac repitiera el argumento equivocado de Goldberg en el correo electrónico enviado a IPS.
"HRW ha demostrado en varias oportunidades su posición antiisraelí", escribió Block.
"Para una organización que dice tener una visión objetiva respecto de los derechos humanos, tratar de recaudar fondos de la elite gobernante saudita, mientras hace alarde y trata de seguir pegándole a Israel, es una profunda demostración de su hipocresía intrínseca", añadió.
Aipac se mantuvo firme, pese a que Bernstein se retractó de sus acusaciones originales.
"Si Whitson realmente mencionó las violaciones a los derechos humanos que ocurren en Arabia Saudita, pido disculpas por haber dicho lo contrario", escribió Bernstein el miércoles en el blog Think Progress.
Aunque sostuvo que "es totalmente imprudente que una organización de derechos humano recaude fondos en un país totalitario, aun de defensores de derechos humanos".
Whitson, por su parte, señaló que la idea de que "el dinero de Arabia Saudita está contaminado porque tiene un régimen totalitario es una burda generalización".
"La nacionalidad de nuestros donantes es irrelevante para nuestro trabajo", subrayó Whitson. "Tampoco es pertinente para nuestra labor en Israel que muchísimos de nuestros donantes sean judíos. Y es irrelevante para la tarea que realizamos que recaudemos fondos en países árabes".
"Acaso debemos ser cuestionados porque la mayor parte de nuestros donantes sean judíos", preguntó Whitson. "Y por eso nuestro trabajo en Israel es indulgente".