LÍBANO: Cristianos a ambos lados del mostrador

Los partidos de la minoría cristiana negocian su integración en el gobierno de Líbano, a pesar de que están divididos entre dos coaliciones radicalmente enfrentadas, una prooccidental y otra prosiria.

La Alianza 14 de Marzo obtuvo la mayoría parlamentaria en las elecciones del día 7 y cuenta con respaldo de Occidente. La coalición está formada por el sunita Movimiento Futuro, el druso Partido Socialista Progresista y los cristianos Partido Kataeb y las Fuerzas Libanesas (FL).

En minoría quedó el Movimiento 8 de Marzo, pro-sirio y pro-iraní, dominado por los partidos chiitas Hezbolá y Amal, aliados con el grupo cristiano Cambio y Reforma.

A pesar de que integra la coalición minoritaria, el líder de Cambio y Reforma, general Michel Aoun, "reclama participación proporcional en el próximo gobierno", indicó el legislador de ese sector Ghassan Mukhaiber. Es que se trata del mayor bloque parlamentario cristianos, con 18 de los 128 escaños de la Asamblea de Representantes.

La comunidad cristiana, que constituye un tercio de los 4,6 millones de habitantes, es determinante en la conformación del parlamento y, por lo tanto, del gobierno.
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Antes de la guerra civil de 1975 a 1990, miembros de esa comunidad religiosa gobernaban el país. La Constitución, incluso, disponía que el presidente debía pertenecer a la grey cristiana maronita.

En 1989, los cristianos se dividieron y se enfrentaron en 1989 en una brutal batalla encabezada por partidarios de Samir Geagea, de las Fuerzas Libanesas (FL), por un lado, y efectivos a las órdenes del general Aoun, entonces comandante de las Fuerzas Armadas, por otro.

El Acuerdo de Taef, mediado por Arabia Saudita en 1989, terminó con el conflicto y transfirió gran parte del poder del presidente maronita al consejo de ministros, encabezado por un primer ministro musulmán sunita.

Tras el retiro de efectivos sirios en 2005, el cristiano partido Kataeb y las Fuerzas Libanesas se alinearon con la pro-occidental Alianza 14 de Marzo, dominada por el sunita Movimiento Futuro, en tanto Cambio y Reforma se unió al pro-iraní y pro-sirio Movimiento 8 de Marzo, encabezado por el chiita Hezbolá (Partido de Dios).

"Los cristianos estuvieron claramente divididos en las últimas elecciones, como lo demuestra la ajustada votación de varios candidatos en diferentes regiones", indicó el politólogo Hilal Jashan, de la Universidad Americana de Beirut.

En los anteriores comicios legislativos, en 2005, los candidatos hoy reunidos en Cambio y Reforma sumaron 70 por ciento de los votos en distritos maronitas.

Pero este año los ganadores en los bastiones de esa comunidad fueron los candidatos del 14 de Marzo. En el distrito de Ashrafieh, por ejemplo, conquistaron 54,77 por ciento de los sufragios.

También obtuvieron dos escaños de la septentrional región de Batroun, dos de Becharreh, siete en la oriental ciudad de Zahleh, y dos de los ocho de Metn.

"El pluralismo debilitó el campo cristiano, pues en el contexto político libanés su poder está fusionado con los grupos dominantes chiita y sunita", explicó Jashan.

Cristianos de ambos lados del espectro político trabajan para mejorar el sistema, pero discrepan sobre cómo lograr sus objetivos.

"Tratamos de desempeñar un papel determinante a fin de cumplir con nuestro programa, basado sobre la protección de la integridad y la soberanía del país y la reconstrucción de sus instituciones", indicó el legislador Moukheiber, de Cambio y Reforma.

"No sólo aspiramos a defender los derechos de los cristianos. También pretendemos promover la descentralización, la independencia del Poder Judicial y más eficacia para el parlamento y el consejo de ministros", añadió.

Por su parte, Salah Honein, de la Alianza 14 de marzo, consideró que los líderes de la comunidad cristiana seguirá promoviendo la democracia, la apertura y la libertad de expresión.

Cambio y Reforma defiende la formación de un gobierno de unidad, en que la oposición tenga un tercio de los asientos parlamentarios y poder de veto.

Esa modalidad ya había sido adoptada para terminar con el conflicto de mayo de 2008, cuando violentos enfrentamientos entre la mayoría y la oposición causaron la muerte de 68 personas.

Pero Honein sostuvo que "en toda democracia parlamentaria, la mayoría gobierna y la minoría está en la oposición".

Moukhaiber recordó que los cristianos tienen un virtual poder de veto tras el acuerdo de Taif para compensar la disminución del poder presidencial. En tanto que agrupación más representativa de la comunidad cristiana, Cambio y Reforma debe beneficiarse del poder de veto, advirtió.

"No se puede formar un gobierno de unidad sin que la oposición y la mayoría se pongan de acuerdo en un programa común, lo que no es el caso en Líbano, donde diferentes agrupaciones defienden proyectos distintos", remarcó Honein.

La designación, una vez más, del veterano líder del Partido Amal, Nabih Berry, como presidente de la Asamblea de Representantes es una señal de cierto consenso entre la mayoría y la oposición.

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