La definición de metas a largo plazo para recortar las emisiones de gases que recalientan la atmósfera separa a las naciones en desarrollo de las industriales en las negociaciones para un nuevo acuerdo climático internacional.
Esta brecha quedó nuevamente de manifiesto en una reunión de dos días de los ministros de Ambiente y delegados de las 17 naciones del Foro de las Grandes Economías sobre Energía y Clima (MEF, por sus siglas inglesas), celebrada en el municipio de Jiutepec, a unos 100 kilómetros de la capital mexicana.
En una conferencia de prensa previa a la conclusión de la jornada este martes, el ministro de Ambiente de México, Juan Elvira, anunció "avances" en las negociaciones, pero no ofreció detalles concretos.
"La reunión ha abordado renglones o temas que en ocasiones anteriores ni siquiera salieron, y eso nos alberga esperanzas de que podamos avanzar fuertemente", dijo Elvira.
La comunidad internacional debería alcanzar en diciembre un régimen internacional obligatorio para frenar los peores efectos del cambio climático, centrado en la reducción de gases contaminantes.
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En México, las conversaciones se prolongaron más allá del programa inicial, una señal de que se atoraron, especialmente en lo referente a las metas de disminución de los gases de efecto invernadero producidos por actividades humanas y considerados responsables del aumento de la temperatura del planeta.
El MEF, ámbito creado en marzo por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, convoca también a Alemania, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Francia, Gran Bretaña, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Rusia, Sudáfrica y la Unión Europea, sumando 80 por ciento de los gases invernadero producidos por el mundo.
En sesiones a puertas cerradas y rodeadas de hermetismo, los funcionarios abordaron temas como el financiamiento, la adopción de medidas de mitigación y adaptación al cambio climático y la transferencia de tecnología de las naciones industrializadas al mundo en desarrollo.
"Se ha tocado en profundidad la reducción de emisiones de los países industrializados, en la cual este foro está llegando a acuerdos importantes", aseveró Elvira.
Los asistentes discutieron el borrador de la declaración de la reunión cumbre del MEF, que tendrá lugar en julio en La Maddalena, municipio del norte de la isla italiana de Cerdeña.
También en Italia, entre el 8 y el 10 de julio, se celebrará la Cumbre de los Ocho países más poderosos del mundo, todos integrantes del MEF.
Una de las expectativas de este ciclo giraba en torno a un posible anuncio de Estados Unidos o de China de una meta clara de reducción de emisiones, que hasta ahora no se produjo.
La conferencia de Jiutepec forma parte de las intensas negociaciones de este año para acordar un convenio que sustituya desde 2012 al Protocolo de Kyoto, suscrito en esa ciudad japonesa en 1997 y vigente desde 2005.
Ese acuerdo, que fue repudiado por Estados Unidos, obliga a los 37 países industrializados incluidos en su Anexo I a reducir sus emisiones de gases invernadero a volúmenes 5,2 por ciento inferiores a los de 1990, con plazo en 2012.
Una propuesta que apareció sobre la mesa de negociaciones fue la creación de un fondo verde, de unos 10.000 millones de dólares, empujada por México que sugirió al Banco Mundial como administrador.
"Nos gustaría ver que más naciones tomaran el liderazgo en el combate al cambio climático, que se comprometieran a dar un financiamiento a las naciones en desarrollo en materia de mitigación y adaptación", dijo a IPS el ambientalista Gustavo Ampugnani, presente en el encuentro del MEF y coordinador político para América Latina de la organización ecologista Greenpeace.
Esa organización reclamó una reducción de emisiones de al menos 40 por ciento respecto de 1990 y propuso la creación de un fondo ecológico internacional por 140.000 millones de dólares para acciones de mitigación y adaptación al cambio climático.
Los países en desarrollo demandan a las naciones industrializadas que contraigan sus emisiones en al menos 40 por ciento para 2050, mientras éstas quieren que las metas obligatorias incluyan también a las grandes naciones en desarrollo.
Estados Unidos y China son los principales contaminadores climáticos.
México emite anualmente a la atmósfera 715 millones de toneladas de dióxido de carbono, según el inventario nacional correspondiente a 2006. La actividad más contaminante es la producción y consumo de energía.
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), establecido en 1988 por la Organización de las Naciones Unidas para suministrar a gobiernos y autoridades una fuente de información objetiva sobre el fenómeno, estima que la reducción global de gases invernadero debería oscilar entre 25 por ciento y 40 por ciento de los volúmenes de 1990.
"El hermetismo (de la reunión del MEF) no nos deja tranquilos, porque no vemos las señales de liderazgo de los países más ricos, de los que más contaminan, y que son los más obligados a tomar medidas para que la temperatura no siga aumentando", comentó Ampugnani, para quien la coyuntura actual es "una trampa política, en la que nadie se atreve a dar el primer paso".
Las negociaciones climáticas proseguirán en Bonn, entre el 10 y el 14 de agosto, en Bangkok entre septiembre y octubre, y desde el 2 y el 16 de noviembre en Barcelona.
El proceso culminará en Copenhague, cuando se reúna la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, entre el 7 y el 18 de diciembre.