En diciembre de 2012, cuando termine un ciclo calendario trazado por la cultura maya, el mundo llegará a su fin, aseguran grupos neo indigenistas. El arqueo-astrónomo Stanislaw Iwaniszewski toma en serio tal postura y llama a desvirtuarla con ciencia y enseñanza.
Divulgar el conocimiento astronómico que alcanzaron los pueblos prehispánicos para valorarlo y no generar falsas interpretaciones es uno de los objetivos que mueve a Iwaniszewski como coordinador de un novedoso proyecto de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unuesco).
Esa agencia del foro mundial encargó a Iwaniszewski, quien dirige los estudios de postgrado en la estatal Escuela Nacional de Antropología e Historia de México, elaborar el primer catálogo de sitios arqueológicos americanos con alto valor astronómico.
El documento estará disponible a más tardar en noviembre. Según explicó el científico a IPS, la meta es abonar elementos científicos a las listas de patrimonio cultural e inmaterial de la Unesco y dejar constancia de algunos sitios arqueológicos no enlistados "pero que tienen potencial y son relevantes".
Los lugares que no tengan categoría de patrimonio serán ubicados en apartados llamados Nominaciones Seriales, informó.
Iwaniszewski coordina con arqueólogos de toda la región, incluidos Estados Unidos y Canadá, la elaboración del catálogo. Sólo estarán en esta lista los sitios debidamente estudiados, precisó.
"Todo este conocimiento que se ordene deberá llegar luego al mayor número de personas, de lo contrario no tendría sentido", apuntó.
La observación del cielo marcó la cultura de gran parte de los pueblos prehispánicos de América. Aztecas, incas y mayas, entre otros, diseñaron sus ciudades y templos considerando la posición de los astros, a los que además otorgaron características divinas.
De mirar el sol, los planetas y las estrellas, sin instrumentos ópticos de acercamiento, derivó la construcción de calendarios y el ajuste de los ciclos agrícolas.
La Unesco declaró a 2009 el Año Internacional de la Astronomía "y con esa perspectiva logramos convencerlos (a los miembros de esa agencia) de que era necesario valorar mejor el contenido astronómico de los vestigios prehispánicos", expresó Iwaniszewski, quien es además editor de la revista "Archaeoastronomy: The Journal of Astronomy in Culture", la más importante del mundo en su área.
Aunque son muchos los sitios de América que tienen valor astronómico, el catálogo en construcción no tendrá más de 40 o 50. "Serán pocos en realidad, pues en muchos falta aún hacer investigación", explicó.
El científico espera que su esfuerzo contribuya a aclarar "algunas tesis equivocadas" como las del próximo fin del mundo que ocurrirá en 2012, tal como lo proclaman grupos indigenistas esotéricos y fundamentalistas con base a los calendarios mayas.
Entre el 21 y el 23 de diciembre de 2012 concluirá un ciclo trazado por los mayas desde el 3114 antes de Cristo, y se espera que lleguen entonces a los sitios mayas de México cientos de seguidores del también llamado neo indigenismo.
"No viene ningún fin del mundo, sino de un ciclo. Los mayas tenían ciclos de unos 5.125 años, que una vez terminados dan inicios a otros, y eso ocurrirá a fines de 2012", explicó.
La Unesco usará la información sobre los sitios prehispánicos para afinar sus diversos programas en materia de educación y cultura. "Eso es los principal, pues así llegará a los centros de estudios sin tergiversaciones", reiteró.
Previsiblemente en el catálogo de los vestigios, los de México serán los más numerosos. Es que están entre los más investigados, se justificó Iwaniszewski, de nacionalidad polaca.
México tiene inscritos 27 bienes en la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO. En su mayoría son sitios arqueológicos que tienen marcados elementos astronómicos.
Los más conocidos son las pirámides de Teotihuacán, ubicadas a unos pocos kilómetros de la ciudad de México, el complejo de Chichén Itzá y Uxmal, en la península de Yucatán, Palenque, en el sureño estado de Chiapas, y El Tajín, en el estado de Veracruz.
En todos esos lugares, la Escuela Nacional de Antropología e Historia de México trabaja ya, en consonancia con el Año Internacional de la Astronomía, en la definición de nuevos recorridos que serán ofrecidas a los visitantes para explicar y promocionar su valor astronómico.
