AMBIENTE: Se acaba el tiempo para mitigar cambio climático

Nuevas investigaciones científicas sugieren que el cambio climático tiene lugar a un ritmo superior al previsto hasta ahora, alertaron expertos reunidos hasta este sábado en la capital italiana en el foro de la Organización Global de Legisladores para el Equilibrio Ambiental (Globe).

"Nos hemos quedado sin tiempo", dijo a IPS Ashok Khosla, presidente de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

Khosla fue uno de los participantes en la reunión, que el viernes y este sábado congregó a unos 100 legisladores interesados en problemas ambientales de los 13 países más contaminantes del mundo, así como a numerosos científicos y expertos.

Esos países pertenecen al Grupo de los Ocho (G-8) más poderosos: Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia, Japón y Rusia, así como al grupo de las naciones en desarrollo que emiten más gases de efecto invernadero que son China, Brasil, India, México y Sudáfrica.

Katherine Richardson, una de las principales biólogas marinas que investigan el efecto del cambio climático sobre los océanos, declaró a IPS que "los niveles del mar están aumentando 50 por ciento más rápidamente de lo esperado por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático", conocido por sus siglas en inglés IPCC.
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"Si la humanidad no frena el cambio climático en el futuro inmediato, los niveles del mar se elevarán por lo menos un metro para 2010", agravando las catastróficas consecuencias ya pronosticadas para los asentamientos humanos a lo largo de las costas, especialmente en el mundo en desarrollo, dijo.

La acidez de los océanos también se incrementa rápidamente, destacó Richardson. Debido a ello, "si no se hace nada para frenar el recalentamiento planetario, para 2065 ninguna región de los océanos tendrá corales", aseguró.

Esta degradación oceánica ha sido provocada por el reciente aumento de las emisiones de gases invernadero. "En los últimos tres o cuatro años las emisiones estuvieron por encima de las proyecciones estimadas. Desde 1990, aumentaron 17 por ciento", afirmó Richardson.

Bajo el Protocolo de Kyoto, firmado en 1997 y en vigor desde 2005, los países industrializados acordaron reducir 5,2 por ciento sus emisiones colectivas de esos gases, en comparación con los registros de 1990.

El aumento de emisiones es dramático porque "las sociedades y los ecosistemas son altamente vulnerables a incluso niveles modestos de cambio climático. A las sociedades contemporáneas les resultará muy difícil hacer frente a un aumento de temperatura de dos grados", enfatizó Richardson.

Khosla explicó que, más allá de esos dos grados, no se puede mantener la concentración atmosférica de dióxido de carbono en menos de 400 partes por millón.

"Pero ya estamos en 387 partes por millón. Prácticamente no tenemos tiempo de frenar este crecimiento de las emisiones de gases invernadero", señaló.

Según el australiano Ian Dunlop, economista y experto en energía, pese al intenso debate sobre cómo abordar el cambio climático, "hasta ahora prácticamente no se ha llegado a nada".

"Desde 1972, cuando el Club de Roma publicó su estudio sobre los ‘Límites del crecimiento’ y planteó el problema del crecimiento económico insostenible, la humanidad ha demostrado ser incapaz de aceptar que el factor más importante para su propia supervivencia es la preservación de una biosfera adecuada para ser habitada por humanos", dijo Dunlop a IPS.

Dunlop llamó la atención sobre el hecho de que, a causa de la actual crisis económica mundial, las naciones industrializadas intentan dar un nuevo impulso al consumo internacional.

"Los gobiernos están aplicando medidas económicas concebidas hace 80 años para estimular a las viejas industrias y salvar bancos, y al hacerlo están disparando su déficit y sus deudas, y por lo tanto desplazando sus inversiones en políticas ambientales", sostuvo.

Ahora el desafío es que los ciudadanos reclamen un cambio al mundo político y corporativo, y afronten el recalentamiento planetario y la injusticia social, según Dunlop.

De otro modo, el nuevo paradigma económico que integra soluciones exhaustivas para las interacciones entre cambio climático, injusticia social y crisis económica, continuará bloqueada por acciones gubernamentales y el lobby de las industrias.

Al mismo tiempo, los más pobres del mundo son las principales víctimas de la degradación ambiental asociada con el cambio climático y el agotamiento de los recursos naturales que ejerce el modelo económico actual.

"Entre 3.000 y 4.000 millones de personas están sobreviviendo en un paisaje de pobreza, vulnerabilidad y degradación ambiental", señaló Khosla.

Según él, las nuevas políticas mundiales deben aspirar a mejorar el desarrollo humano en los países más pobres, para solucionar lo que llamó "la paradoja del cambio climático".

"Para 2050, el mundo tendrá varios miles de millones de toneladas extra de emisiones de carbono, a menos que las poblaciones más pobres tengan acceso a niveles superiores de servicios de energía", planteó.

Esto sólo es posible con "desarrollo humano sostenible ahora, y para todos los habitantes del mundo", enfatizó.

El economista Colin Bradford, del estadounidense Instituto Brookings, también estuvo presente en Roma, donde llamó a los gobiernos a "recuperar a las economías de corrientes neoliberales".

Tras la llegada al poder de Margaret Thatcher (1979-1990) en Gran Bretaña y de Ronald Reagan (1981-1989) en Estados Unidos, "la economía dejó de ser una ciencia social y se volvió prisionera de los ideólogos" del libre mercado a ultranza, dijo.

La creencia de estos ideólogos de que el libre mercado se corregiría a sí mismo y fijaría adecuadamente los precios demostró ser errónea, declaró Bradford a IPS.

Y ello impactó sobre el cambio climático. Por ejemplo, al ser tan bajo el precio del petróleo, éste se vuelve más competitivo que las fuentes de energía bajas en carbono, sostuvo.

Los científicos coinciden en que la quema de combustibles fósiles produce grandes cantidades de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero, lo que constituye la principal causa del recalentamiento planetario y del cambio climático.

Los gobiernos deben liberarse de la prisión de los mentores del neoliberalismo y "comenzar a confiar en su propia inteligencia y análisis para manejar correctamente la crisis económica, ambiental y social", opinó Bradford.

La reunión de Globe fue una instancia preparatoria para la cumbre del G-8, que se celebrará entre el 8 y el 10 de julio también en Italia, y buscó presionar a los gobiernos que discuten los términos del convenio que reemplazará al Protocolo de Kyoto tras su expiración en 2012.

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