Las autoridades sanitarias confirmaron los dos primeros casos de Influenza A H1N1 en Paraguay, donde una eventual epidemia pondría a prueba la capacidad de respuesta del sistema sanitario, puesta en tela de juicio por una asociación de médicos.
La ministra de Salud Pública, Esperanza Martínez, dio a conocer los resultados de las muestras de los casos sospechosos de gripe A que fueron enviadas a un laboratorio de Estados Unidos, que dan cuenta de dos casos positivos de subtipo H1N1.
Sin embargo, la funcionaria bajó los tonos de alarma y subrayó que se abre una oportunidad para medir la eficacia del sistema de salud instalado en el país. La cartera que conduce afirma que está preparada para responder a la Influenza A/H1N1, a través de la ejecución de un plan de pandemia elaborado en base el comportamiento de la gripe aviar, virus identificado como H5N1.
"Nosotros consideramos una tasa de ataque de 30 por ciento, hospitalización de 50 por ciento y una letalidad también en torno a 50 por ciento de los afectados", explicó el director de vigilancia sanitaria del MSPBS, Iván Allende.
Sin embargo, el virus A/H1N1 "sólo presenta tasas de hospitalización de cuatro por ciento, con una letalidad menor a uno por ciento", destacó confiado el experto.
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Dentro del cuadro de acciones, el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y del Ambiente (Ineram) será el punto de referencia para la investigación de los casos que requieran hospitalización.
Este centro asistencial es uno de los que recibe mayor afluencia de paciente en esta época del año, debido al incremento que se produce en el índice de los casos de afecciones respiratorias, que presentan prevalencia en junio y julio.
"Estamos con una epidemia de influenza estacional, lo cual genera una sobrecarga hospitalaria en el área de consulta externa", advirtió ante la consulta de IPS, la directora de Ineram, Margarita Ojeda.
El Ineram dispuso un pabellón especialmente destinado para casos de influenza A/H1N1, con 25 camas en su etapa inicial, número que se incrementará según la demanda.
Pero el presidente del Círculo Paraguayo de Médicos, Hugo Arza, cuestionó el optimismo oficial. Se insiste en la prevención, porque nuestro sistema de salud es endeble", aseguró.
Arza dijo a IPS que los consultorios de los centros estatales están abarrotados y que no se cuenta con recursos humanos y materiales suficientes. "Los hospitales de cabecera o de alta complejidad asumen actualmente una sobrecarga de paciente, porque tienen mayor concentración de personal de rango", subrayó.
Agregó que los centros asistenciales del interior del país presentan un panorama más preocupante aun, porque si un pediatra atendía diariamente 20 pacientes, años atrás, en la actualidad atiende 40.
La red de servicios del Ministerio de Salud está conformada por puestos y centros de atención en las comunidades y los distritos, además de hospitales distritales y otros regionales. Estos últimos se hallan en el área urbana de las ciudades del interior del país.
Entre tanto los hospitales nacionales y especializados se encuentran concentrados en Asunción y en el departamento Central, el más poblado de los 17 en que se divide el territorio de este país con casi siete millones de habitantes.
Entre 1997 y 2007 se duplicaron las consultas, hasta llegar a 54 por ciento en los servicios estatales, del 20 por ciento más pobre de la población nacional accidentada o con dolencias graves.
Según datos de 2004, Paraguay contaba con 1,3 camas de hospital cada 1.000 habitantes, inferior al índice registrado en Argentina, que es de 4,1 por 1.000, Uruguay con 2,9, Brasil con 2,6 y en Chile con 2,3 cada 1.000 habitantes.
En 2007, el Ministerio de Salud ejecutó 9,1 por ciento del Presupuesto General de la Nación.
Al respecto, el Informe Nacional "Equidad para el Desarrollo"Paraguay 2008, publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), destacó que la mitad del presupuesto de salud se invertía en personal, una cuarta parte en medicamentos y una quinta en la construcción, equipamiento y mejoras de hospitales y centros de salud.
En cuanto a recursos humanos, uno de los déficit del sistema es la relación de médicos por habitantes, seis veces mayor en Asunción que en el resto del país.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Paraguay contaba en 2002 con 11 médicos por cada 10.000 habitantes, mientras que Uruguay había 37, en Brasil y en Argentina 30 cada 10.000.
A esto se añade que en los últimos años la emigración de profesionales de la salud llevó a una merma considerable en la cantidad de enfermeros y enfermeras, siendo la relación actual en torno a 1,8 por cada 10.000 habitantes.
Para Antonio Arbo, reconocido epidemiólogo, las medidas adoptadas por la administración central de la salud pública son las que corresponden a esta etapa de la alerta. "Se necesita fortalecer todo el sistema hospitalario, especialmente en lo que concierne a laboratorio; capacitar al plantel médico y a la comunidad", añadió.
La influenza A/H1N1 arriba así a un país donde la situación sanitaria es el reflejo de profundas desigualdades. Si bien los niveles de pobreza total disminuyeron de 46,4 por ciento de la población a 35,6 por ciento entre 2002 y 2007, la pobreza extrema se incrementó cuatro por ciento en el mismo lapso.
Sólo dos por ciento de los hogares más pobres cuenta con red pública de desagüe sanitario y 35,1 por viento tienen acceso a agua potable.
Asimismo, Paraguay tiene el mayor índice de desigualdad de América Latina en desnutrición de menores de cinco años, con una desnutrición global de niños y niñas del área rural de 5,7 por ciento, frente a tres por ciento de los residentes en áreas urbanas.
La tasa de mortalidad infantil es de 34 por cada 1.000 nacidos vivos, superior a las que se registra en Argentina, que es de 13,4, Brasil con 23,6, y Uruguay con 12 por cada 1.000 nacidos vivos. Igualmente, la tasa de mortalidad materna es muy elevada a nivel continental. Se mantiene en 174,1 por cada 100.000 nacidos vivos, superado a nivel regional sólo por Brasil, con 260 por 100.000.
Desde fines de 2008 hasta la fecha este país arrastra una epidemia de dengue que, según los últimos datos oficiales, arroja ya 3.338 casos confirmados.
Ante la alerta epidemiológica por el avance de la influenza A/H1N1, las autoridades sanitarias intensifican los controles en los aeropuertos y puntos de entrada al país, de manera indiscriminada.
También se sigue con especial atención la situación de los países limítrofes y cercanos. Hasta este viernes, según datos de la OMS, el país más afectado es Chile, con 168 casos confirmados. Bolivia no reportó casos, Argentina confirmó 70, Brasil 11 y Uruguay dos.
El último informe mundial de la OMS indica que 15.485 personas fueron afectadas con el virus A/H1N1 en 53 países, de las cuales fallecieron 103. El país con mayor número de casos confirmados es Estados Unidos, con 7.927 y 11 fallecimientos, seguido de México con 4.910 casos y 89 muertes, y de Canadá con 1.118 y dos fallecimientos.