SALUD: Lo peor de la gripe está por venir

Un futuro de multitudes reclamando atención médica en los hospitales y saqueando farmacias, mientras se expande una severa pandemia de influenza es probable, pues el mundo no ha tomado las medidas para evitarla, según la OMS y algunos expertos.

Este escenario no es consecuencia de la actual epidemia de la influenza A/H1N1 que tiene como focos a Estados Unidos y México, y que en las dos últimas semanas se extendió a otros 19 países, con 1.490 personas contagiadas y 30 muertes atribuibles al virus.

Se trata de otro panorama, mucho más grave, que podría configurarse en el futuro, alertan la OMS (Organización Mundial de la Salud) y especialistas.

Una pandemia grave podría ser causada por una nueva y agresiva cepa de influenza contra la que no habría medicamentos disponibles. El virus se transmitiría con facilidad de persona a persona, como cualquier gripe.

Eduardo Sada, jefe de investigaciones en microbiología del estatal Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias de México, cree que es una posibilidad cierta.
[related_articles]
La capacidad de mutación de los virus de influenza es tal que podría surgir uno frente al cual los humanos no tengamos defensas, "por eso las alertas justificadas de la OMS", dijo Sada a IPS.

En una situación así, siete u ocho millones de muertes podrían resultar un cálculo conservador, consideró Sada, uno de los científicos a los que las autoridades mexicanas encomendaron analizar las primeras evidencias que indicaron en abril el surgimiento de una nueva cepa de influenza en este país. Para el médico infectólogo Mario Castellas, que trabaja en un hospital privado de la capital mexicana, los gobiernos deberían considerar la presencia la cepa A/H1N1 como un llamado de atención.

La aparición de otro virus más agresivo está latente, dijo Castellas a IPS.

En varios documentos publicados en los últimos años, la OMS ha alertado de la inminencia de una nueva pandemia de influenza.

Si fuera grave, podría provocar hasta 7,5 millones de muertes, según esa agencia de las Naciones Unidas. En un reporte de mayo de 2006, el Banco Mundial estimó que los fallecimientos por una pandemia de ese tipo llegarían a 70 millones.

La OMS ha llamado la atención por la falta de preparación de los países y por las escasas reservas de medicamentos antivirales y la capacidad insuficiente para elaborar vacunas.

En el texto "Respuestas a la amenaza de una pandemia de gripe aviar" de 2005, la OMS afirmó que estaban dadas "todas las condiciones" para que se produjera una epidemia grave.

"La vacunación y el uso de antivirales son dos de las respuestas más importantes para reducir la morbilidad y la mortalidad durante una pandemia. Si se mantienen las tendencias actuales, ninguna de esas intervenciones podría llevarse a cabo en la medida necesaria ni con la equidad deseable al comienzo de la pandemia ni siquiera hasta transcurridos muchos meses", señala el documento.

Una pandemia derivada de la gripe aviar, originada en Asia, podría manifestarse si el virus causante, el H5N1, que se transmite de animales a humanos, mutara hasta ser transmisible entre personas.

La cepa detectada en abril en América del Norte contiene material genético de tres tipos de influenza, porcina, aviar y humana, y por ahora no se ha mostrado tan agresiva como la gripe aviar, que tuvo una mortalidad de 61 por ciento.

Entre 2003 y abril de este año, la OMS registró 421 contagios humanos de gripe aviar confirmados en laboratorio, con 257 muertes.

En cuanto a la gripe porcina, el último boletín de la OMS este martes registró 1.490 casos de infección por el virus A/H1N1, confirmados en pruebas de laboratorio, de los cuales 30 fueron mortales. México figuraba con 822, y 29 muertes, y Estados Unidos con 403 y una muerte.

Poco después, las autoridades estadounidenses informaron de un segundo caso mortal.

Esas estadísticas indican que hasta ahora la mortalidad del nuevo virus es menor a tres por ciento, inferior inclusive a las de otras enfermedades del sistema respiratorio.

Según Jon Andrus, asesor de la Organización Panamericana de la Salud, brazo de la OMS en el continente americano, los datos disponibles indican que el brote de A/H1N1 es de "leve a moderado en cuanto a su gravedad".

"Por ejemplo, de los casos registrados en los Estados Unidos, ha habido solo una defunción y cinco hospitalizaciones", expuso.

Andrus indicó que la vacuna contra la nueva influenza estaría lista en cuatro a seis meses, pero se conseguirían producir 2.000 millones de dosis, insuficientes para frenar una pandemia, cuando la población mundial es de más de 6.000 millones de personas.

Sin embargo, expertos consideran que incluso la inmunización de grupos vulnerables (menores de cinco años y mayores de 65, personas con enfermedades respiratorias crónicas y personal de salud) ejerce un efecto benéfico hacia el resto de la población al reducir la propagación del virus y los contagios.

El riesgo de una pandemia está siempre presente, "no podemos bajar la guardia", remarcó el microbiólogo Sada, del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias de México.

Podría presentarse un "virus pandémico plenamente transmisible, presagiado por un súbito incremento de los casos y una propagación explosiva del virus. Las mutaciones adaptativas, que se manifestarán al comienzo en forma de pequeños conglomerados humanos, nos concederán probablemente algún tiempo para tomar medidas defensivas. Desconocemos si podremos disfrutar de ese 'período de gracia'", dijo la OMS en sus documentos.

Las corporaciones farmacéuticas Roche, de Suiza, y GlaxoSmithKline, británica, son las dueñas de las patentes de los dos medicamentos antivirales efectivos para combatir la gripe porcina, el oseltamivir y el zanamivir, comercializados con los nombres Tamiflu y Relenza, respectivamente.

Si bien han funcionado contra los virus H5N1 y A/H1N1, nada asegura que lo sean para frenar nuevas cepas de influenza.

Según los protocolos de la OMS para casos de pandemia severa por influenza, los antivirales deberán estar disponibles en primer término para los trabajadores de la salud y autoridades sanitarias.

Ante una pandemia grave, los gobiernos aplicarían medidas que incluyen cierres de escuelas y lugares de reunión, limitaciones al transporte público y, en casos extremos, el paro de toda actividad laboral. Con el paso de los días, si la epidemia no cediera, se presentaría desabastecimiento y la tensión social podría generar protestas.

En muchos países no habría suficientes antivirales para asegurar un acceso equitativo de quienes los necesiten, agravando crisis sociales.

"Las pandemias son un fenómeno extraordinario por cuanto afectan a todo el planeta, independientemente de las condiciones socioeconómicas o del nivel de atención sanitaria, higiene y saneamiento", por lo que golpearían a países ricos y pobres, según la OMS.

En el sitio web de la agencia se afirma que con la actual capacidad mundial de producción de antivirales, insumiría 10 años obtener suficientes unidades para tratar "a 20 por ciento de la población mundial", proporción necesaria para enfrentar una pandemia.

Roche se opone a abrir la patente del Tamiflu para que otros laboratorios puedan elaborarlo. En la India, la empresa farmacéutica CIPLA ofrece medicamentos antivirales genéricos, mucho menos costosos que los patentados, y varios países, entre ellos Israel, analizan la posibilidad de comprarlos.

Roche, cuyas acciones en el mercado de valores subieron con la epidemia de influenza, señala que la fabricación de antivirales es compleja y requiere mucho tiempo. México cuenta con más de un millón de dosis de Tamiflu. Pero, de acuerdo con el Plan Nacional y Respuesta ante una Pandemia de Influenza de 2006, a estas alturas las reservas mexicanas deberían ser de cinco millones de unidades.

En un escenario de grave pandemia, México tendría alrededor de 25 millones de enfermos, lo que representa casi una cuarta parte de sus más de 107 millones de habitantes.

Otros países latinoamericanos apenas cuentan con algunos miles de tratamientos antivirales. Ecuador, con cerca de 14 millones de habitantes, realizó gestiones para adquirir 150.000 dosis.

La OMS dispone de dos millones de dosis de tratamientos antivirales y Roche aseguró que pronto le entregará tres millones más. Estas reservas se distribuirán entre los países que las requieran con mayor urgencia.

"Jamás habrá suficiente para todos los afectados. En la academia aprendemos que en caso de una pandemia con un virus de influenza agresivo es previsible la saturación de los servicios de salud y problemas sociales, incluidas revueltas por la desesperación justificada de muchos enfermos y sus familiares por conseguir fármacos", dijo el infectólogo Castellas.

"El mundo sigue mal preparado para defenderse en caso de pandemia. La OMS ha instado a todos los países a elaborar planes de preparación, pero sólo lo han hecho unos 40", dijo la agencia.

En la pandemia de influenza de 1918 y 1919 murieron unos 40 millones de personas. Con la movilidad actual de la población, una epidemia puede infectar a muchos en muy poco tiempo, si bien la OMS espera que las mejores condiciones sanitarias y de nutrición que gozan muchos países ayuden a una menor mortalidad.

Además de México y Estados Unidos, se han confirmado casos de gripe porcina en Alemania, Austria, Canadá, Hong Kong, Colombia, Corea del Sur, Costa Rica, Dinamarca, El Salvador, España, Francia, Gran Bretaña, Holanda, Irlanda, Israel, Italia, Nueva Zelanda, Portugal y Suiza.

Juan Ramón de la Fuente, ex secretario de Salud del gobierno de Ernesto Zedillo (1994-2000), sostuvo que ante la falta de certezas sobre las características del actual virus y la evidencia de su expansión, las autoridades mexicanas hicieron bien en tomar medidas tan drásticas, como cerrar escuelas, restaurantes, estadios, cines y teatros para evitar la aglomeración de público.

En Estados Unidos, las medidas fueron menos radicales por la capacidad de ese país vecino para identificar con rapidez los casos a través de laboratorios especializados y aislar de forma inmediata a los enfermos, dijo.

México no tuvo esa posibilidad, por falta de laboratorios, y mientras esperaba los resultados de muestras aleatorias enviadas al exterior, no podía darse licencia para relajar sus medidas, opinó De la Fuente, ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Ahora parece haber pasado la peor parte, dijo el secretario de Salud de México, José Córdova.

Ante reportes epidemiológicos que indican una estabilización de los contagios y una baja en la mortalidad, las autoridades mexicanas indicaron que irán relajando varias restricciones. El día 11 los centros de educación volverán a abrir sus puertas, siempre que apliquen protocolos de limpieza y de detección de enfermos.

En algunas ciudades, el miedo que generó la declaración de emergencia sanitaria ha ido cediendo. El fin de semana, se pudo observar en varios lugares a cientos de personas que no usaban mascarillas y paseaban por los parques o disfrutaban de las playas.

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe