PETRÓLEO-VENEZUELA: Temporada de nacionalizaciones

El gobierno venezolano acentuó el control sobre la industria petrolera al expropiar más de 60 empresas que prestan servicios de lanchas, barcazas, remolcadores, muelles, terminales, compresión e inyección de agua, gas, vapor y servicios conexos para el mantenimiento de pozos, buques, ductos y depósitos.

"Simón: maneja esta lancha como lo has hecho desde hace 20 años con la conciencia de que desde hoy es de todo el pueblo de Venezuela, que te ha hecho capitán", le dijo el presidente Hugo Chávez al piloto de la pequeña embarcación de transporte de personal en una orilla del occidental lago de Maracaibo donde se hizo la ceremonia para presentar el pase al Estado del servicio.

La unicameral Asamblea Nacional, integrada casi en su totalidad por el oficialismo desde que la oposición no quiso competir en las últimas elecciones legislativas de 2005, aprobó en cuestión de horas el proyecto presentado por el Poder Ejecutivo para reservar para el Estado los bienes y servicios conexos con las actividades primarias de hidrocarburos.

El gigante consorcio estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa), en acciones apoyadas por fuerzas militares y piquetes de obreros, se hizo con equipos y demás bienes de las decenas de empresas que considera necesarias para sus operaciones.

Se anunció que Pdvsa las indemnizará según el valor en libros de sus activos, pero les descontará pasivos laborales y ambientales que sus peritos determinarán más adelante.
[related_articles]
"En cierta forma se completa la nacionalización petrolera iniciada en 1976 y el Estado recupera actividades que fueron no sólo a manos privadas sino extranjeras. Los venezolanos han demostrado que pueden manejar su industria", comentó a IPS el economista Rafael Quiroz, analista petrolero que asesora al Banco Central.

En cambio, Diego González, asesor empresarial y profesor del postgrado en petróleo de la estatal Universidad Simón Bolívar, dijo a IPS que la medida "liquida uno de los objetivos de todo el proceso nacionalizador: promover el desarrollo del capital nacional".

Además, según González, "está en contravía de cómo operan las corporaciones petroleras en el mundo y en particular las más grandes, rentables y exitosas, que se concentran en los aspectos centrales de la producción y aprovechan el desarrollo de capacidades específicas de empresas que les prestan servicios".

Con ese criterio opera, por ejemplo, el otro gigante petrolero sudamericano, la brasileña Petrobras, que tiene unos 50.000 operarios en tanto que sus contratistas emplean a unas 150.000 personas, según fuentes sindicales.

Pdvsa, que tiene una nómina de 75.000 trabajadores, absorberá otros 8.000 de contratistas sólo en la cuenca del occidental Lago de Maracaibo, de donde se extrae un tercio de los tres millones de barriles (de 159 litros) que Venezuela produce cada día, según las cifras oficiales.

Luis Delgado, trabajador de la empresa de servicios mecánicos Premeca, dijo a IPS desde la ciudad de Cabimas, en la costa oriental del lago, que "obreros de contratistas están felices con la absorción, por los beneficios de escalafón, seguro de salud, tarjetas para compras de alimentos y otras ventajas en el contrato colectivo de Pdvsa".

Rafael Zambrano, dirigente de la Federación de Trabajadores Petroleros, indicó por su parte a IPS que, en cambio, "existe aprensión porque Pdvsa absorberá 8.000 trabajadores, pero al tomar contratistas que empleaban, con obreros temporales, el doble de esa cantidad, y miles de compañeros no saben si tendrán trabajo en el futuro o no".

El ministro de Energía y presidente de Pdvsa, Rafael Ramírez, aseguró que la corporación empleará a todos los trabajadores de la plantilla de las contratistas "y se le pondrá punto final a la discriminación que padecieron durante años".

Chávez anunció desde Argentina, donde cumplió una visita el viernes y el sábado, que la estatización de contratistas proseguirá y durante la tercera semana de mayo el eje de esas operaciones se trasladará a los campos del oriente venezolano, ocupando activos de las firmas que inyectan gas y otros fluidos a los pozos petroleros.

Según el experto Eliodoro Quintero, quien fue gobernador de Venezuela ante la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) entre 1995 y 2000, "el gobierno actuó acicateado por una deuda de entre 8.000 y 10.000 millones de dólares que arrastra desde hace meses con las empresas contratistas".

Otros analistas, como José Toro, crítico de la gestión petrolera actual y ex directivo de Pdvsa, estimaron que la deuda con las contratistas podría llegar a 13.000 millones de dólares, una cifra cercana al presupuesto de inversión de Pdvsa para todo 2009.

Ramírez reconoció a comienzos de mayo que había demandado a firmas contratistas y proveedores en general de Pdvsa una rebaja en los montos cobrados por servicios, algunos de los cuales consideraba sobreestimados.

Ello explicaría el modo fulminante como se dio la operación, en la primera quincena de mayo: en cuestión de horas se presentó el proyecto de ley, se aprobó, se promulgó y se procedió a la ocupación de las empresas con mayor cantidad de activos móviles –cientos de lanchas, barcazas, remolcadores— para evitar que fueran traspasados.

Las plantas compresoras de gas, y de inyección de ese fluido, agua y vapor en los yacimientos, con menos riesgo de "fuga", esperaron unos días para su ocupación.

Sin embargo, ni la ley ni las acciones del gobierno han tocado la operación de los taladros –que perforan para abrir nuevos pozos o ahondar en los miles que tiene Venezuela— porque podrían afectarse convenios con proveedores de China o firmas con patentes de difícil reemplazo, como las estadounidenses Halliburton y Schlumberger.

Firmas trasnacionales que sí fueron afectadas, como la compañía estadounidense de ductos Williams Companies Inc., anunciaron que reclamarán el pago de más de 200 millones de dólares en servicios prestados a Pdvsa.

Quiroz observó que "las posibles demandas de las transnacionales son un riesgo que se corre en todo proceso de nacionalización, pero por ese temor no puede un gobierno cohibirse de dar un paso más en cuanto a nacionalizaciones se refiere".

Otras contratistas estadounidenses, como Ensco (seguridad en transporte) y Helmerich y Payne (servicios en perforación) ya habían suspendido sus operaciones en el país alegando falta de pago.

Quintero explicó que, si se producía una cadena de paralizaciones en las operaciones de las contratistas, la producción petrolera venezolana caería, agravando los problemas que según economistas críticos ya presenta Pdvsa, y que le han llevado a preparar este mes la emisión de títulos de deuda por 2.500 millones de dólares.

"Ese riesgo era mayor en los viejos pozos del lago de Maracaibo (donde la explotación comercial petrolera se inició en 1914) y con el agravante de que la producción misma de gas para reinyectar a los pozos está asociada a la extracción de crudo, pues no se dispone de gas libre", remarcó por su parte González.

Venezuela trae para la zona de Maracaibo unos 150 millones de pies cúbicos diarios de gas desde Puerto Ballenas, en la vecina región colombiana de la Guajira, y ha solicitado a Bogotá que duplique los suministros mientras desarrolla pozos de gas en su nordeste y completa el tendido de gasoductos hasta su región occidental, algo previsto para 2011. En el mapa petrolero venezolano, Pdvsa tiene ahora en sus manos las operaciones petroleras y actividades conexas, excepto la actividad de taladros y otras que retendrán algunas contratistas, más las empresas mixtas formadas con algunas trasnacionales y los campos para explorar en busca de crudos pesados y gas ofertados a empresas estatales de una docena de países.

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe