MUJERES-LÍBANO: El apellido como trampolín político

En las elecciones parlamentarias previstas para el 7 de junio en Líbano, las mujeres representarán apenas dos por ciento de los candidatos. Muchas de ellas tienen apellidos que han aparecido en las listas de votación durante varias generaciones.

Líbano va a las urnas el 7 de junio Crédito: Brian D. Pellot/IPS
Líbano va a las urnas el 7 de junio Crédito: Brian D. Pellot/IPS

En Líbano, llamarse Geagea, Hariri, Zwein y Tueni es tan reconocible como llamarse Gandhi en India o Kennedy en Estados Unidos. A menudo, es la muerte o el asesinato de un hombre de la familia lo que lleva a las mujeres a incorporarse al escenario político.

«En Líbano es común decir que la única manera de que las mujeres ingresen al parlamento es vestidas de duelo», dijo a IPS Abla Kadi, coordinadora de un proyecto financiado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) que promueve la participación femenina en los inminentes comicios.

Kadi y otros creen que, para que las mujeres sean candidatas viables en el sistema confesional de este país, donde los escaños se distribuyen en base a la religión, necesitan respaldo político, apoyo financiero y, por sobre todo, los vínculos familiares adecuados.

Nayla Tueni es una candidata que se espera gane el único escaño correspondiente a los ortodoxos griegos en el distrito predominantemente cristiano de Beirut. Aunque es independiente, se la asocia con la antisiria Coalición 14 de Marzo, que lidera el hijo del ex primer ministro asesinado Rafik Hariri y es respaldada por Occidente.
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El padre de Tueni, Gebran, fue asesinado seis meses después de haber sido electo, en 2005, para el escaño al que ella aspira ahora.

Nayla es directora ejecutiva de An-Nahar, un importante periódico de Beirut fundado por su abuelo y antes editado y publicado por su padre. El diario cuenta con el apoyo de la Coalición 14 de Marzo.

«La historia de mi familia y la nueva situación en que nos hallamos luego del martirio de mi padre influyeron en mi decisión. Si mi padre estuviera vivo, yo no habría pensado en postularme a las elecciones», dijo Tueni a IPS.

Pero incluso con la ventaja que le confiere su apellido, asegurarse un escaño en el parlamento por primera vez dista de ser fácil.

Gilberte Zwein descubrió esto en 1996, y nuevamente en 2000, cuando fue derrotada en su distrito natal de Keserwan. Finalmente fue electa al parlamento en 2005 y compite para mantener su asiento como única mujer legisladora aprobada por el Movimiento Patriótico Libre.

La dinastía política Zwein se remonta al abuelo de Gilberte, quien fue miembro del primer parlamento de Líbano, cuando el país se independizó en 1943. Su hijo y jefe de campaña, Jean-Michel Abouhamad de Tarrazi, dijo a IPS que el interés de su madre en la política comenzó a una edad temprana, cuando dirigió las exitosas campañas parlamentarias de su padre.

«El apellido es una condición necesaria para el éxito, pero no es suficiente por sí mismo. Solamente por ser la hija de alguien no significa que vaya a ser elegida. Hoy la gente vota cada vez más por candidatos con programas políticos claros», dijo Tarrazi a IPS.

Como presidenta de la Comisión Libanesa para los Derechos de las Mujeres y de la Infancia, Zwein ha trabajado para aumentar la participación política femenina. «Se trata de concientizar a las mujeres sobre el rol que tienen que desempeñar ante las barreras legales reales que se interponen en su camino», dijo Tarrazi a IPS.

[pullquote]1[/pullquote]Las barreras legales pueden no impedir explícitamente que las mujeres lleguen al parlamento, pero las normas sociales crean obstáculos de género específicos que históricamente han limitado su éxito.

«El problema real para las mujeres es que estamos en una sociedad no feminista. Vemos a los hombres como más importantes que las mujeres en el parlamento», declaró a IPS Yarra Nassar, directora ejecutiva de la Asociación Libanesa para las Elecciones Democráticas.

De cara a las elecciones de este año, que enfrentarán a la oposición liderada por la organización chiita prosiria Hezbolá (Partido de Dios) con la mayoría gobernante y pro-occidental, la mayoría de las mujeres que se postulan lo hacen de modo independiente, sin el apoyo de ninguna de las alianzas.

Una sola candidata, Therese Rizkallah, es una ex coronel de la agencia de inteligencia de Seguridad General libanesa, que hace campaña para obtener uno de los tres escaños maronitas en el distrito de Baabda.

Rizkallah dijo que ha enfrentado agudas críticas de hombres y mujeres a ambos lados de la división política.

«Muchas personas me dicen: ‘Ahora es tu turno. Eres una candidata independiente en un país árabe’. Dijeron lo mismo cuando me integré al ejército. Pero si las mujeres pueden luchar como los hombres, ¿por qué no pueden representar a su país?», planteó.

Otra candidata independiente, Hoda Sankari, de 28 años, es una farmacéutica que se postula por uno de los cinco escaños sunitas en la noroccidental ciudad de Trípoli.

Sankari declaró a IPS que su principal objetivo es romper la tradición libanesa de que las mujeres que llegan al poder deben proceder de familias con antecedentes políticos.

En una mesa redonda que a mediados de este mes reunió a 14 candidatos en Trípoli para debatir asuntos vinculados con las mujeres, Sankari marcó un fuerte contraste, vestida con su estrecho suéter rojo y su cartera al tono, en medio del mar de trajes negros que la rodeaban. Era la única mujer candidata.

«Las mujeres necesitamos tomar la iniciativa de ir tras lo que nos corresponde», dijo a IPS Sankari, agregando que su conservadora familia musulmana se mostró manifiestamente aprensiva en relación a su decisión de postularse.

Rizkallah comparte el sentido de la obligación de Sankari de representar a todas las mujeres libanesas.

«Tal vez yo no tenga una oportunidad en estas elecciones, pero si obtengo incluso 100 votos, eso significará que marqué una diferencia. Si pierdo esta vez, me postularé de nuevo en 2013», dijo Rizkallah a IPS.

Sahar Choufi, de 19 años, estudia ciencias políticas en la American University de Beirut, y ha jugado con la idea de postularse algún día al Parlamento. Aplaude a Sankari y a Rizkallah por su perseverancia.

«No muchas mujeres toman la iniciativa de postularse porque saben que van a perder. Tenemos que comenzar en alguna parte para avanzar realmente. Necesitamos a estas pioneras», expresó a IPS.

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