La debacle electoral islamista y la consagración de cuatro legisladoras marcan un giro histórico en Kuwait, a pesar de que el jeque Nasser Al-Mohammad Al-Sabah, sobrino del monarca Sabah Al-Ahmad Al-Sabah, mantendrá el cargo de primer ministro.
Mujeres conquistaron en las elecciones del día 16 cuatro de los 50 escaños de la Asamblea Nacional (Majlis al-Umma). Es la primera presencia femenina en el parlamento desde la instauración de la monarquía constitucional en 1962 y desde que se reconoció el derecho al voto de las ciudadanas en 2005.
En las elecciones de 2006 y 2008, hubo candidatas a la Asamblea, pero ninguna alcanzó la meta.
Casi 55 por ciento de los 348.000 ciudadanos habilitados para votar son mujeres. De los 210 candidatos al parlamento, 16 eran candidatas. Asistieron a las urnas 58 por ciento de los ciudadanos, una caída respecto del 65 por ciento del año anterior.
Veintiún legisladores estrenan escaño. Mientras, la representación de los islamistas sunitas cayó de 21 a 11, la de los chiitas se elevó de cinco a nueve, y la de los liberales, de cinco a siete.
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"Los resultados dan alivio y satisfacción. Es un voto por el cambio", dijo a IPS Ghanim Al-Najjar, profesor de ciencias políticas de la Universidad de Kuwait.
"La elección de cuatro mujeres fuertes e inteligentes al parlamento es un punto de inflexión en la historia kuwaití", declaró a IPS, por su parte, Farah Al-Nakib, profesora en la Escuela de Estudios Orientales y Africanos de la Universidad de Londres.
Eso deja en evidencia que "los kuwaitíes estábamos hartos de la parálisis política, el estancamiento social, la crisis económica y la represión conservadora", agregó. "Estas elecciones demuestran que los kuwaitíes están prontos para el cambio real. Es un voto contra el statu quo, un voto por lo nuevo."
"La voluntad del pueblo kuwaití es de cambio", consideró la legisladora electa y ex ministra Massouma Al-Mubarak. "Confiamos en que estos resultados lleven a la estabilidad política y ayuden a alcanzar la tan deseada cooperación entre el gobierno y el parlamento."
El jeque Sabah hbía disuelto el parlamento en marzo, luego de una prolongado conflicto de poderes entre el gabinete, dominado por la familia real, y numerosos legisladores que cuestionaban la tarea del jeque Nasser al frente del gabinete.
Muchos esperaban que el emir nombrara un nuevo primer ministro luego de las elecciones, pero volvió a designar a su sobrino.
Legisladores que cuestionaban al jefe de gobierno fueron reelectos, lo cual hace vaticinar nuevos enfrentamientos cuando el parlamento reanude su actividad el 31 de mayo.
La Asamblea Nacional tiene facultades legislativas y de control, pero no influye en la composición del gabinete, integrado por miembros de la familia real, uno de los cuales lo preside.
Los legisladores pueden convocar a ministros para interpelarlos, e incluso la Asamblea puede censurarlos. El choque con la familia real ha sido constante.
Desde la instauración de la Constitución y de la democracia parlamentaria en 1962, la Majlis al-Umma o Asamblea Nacional (legislativa) fue disuelta seis veces.
Las últimas riñas políticas han sometido al sistema a una gran tensión. Desde 2006, se eligieron tres parlamentos y se formaron cinco gobiernos, el último de ellos por apenas dos meses.
En marzo, el emir Sabah VI Al-Ahmad Al-Jaber Al-Sabah disolvió, en su carácter de jefe de Estado, la Asamblea Nacional que llevaba 10 meses en funciones, debido a los continuos choques entre los poderes Ejecutivo y Legislativo, ya una tradición en Kuwait.
De todos modos, hay optimismo en que el nuevo parlamento dure más que los anteriores.
"Es difícil pronosticar que este parlamento sufra menos conflictos que el anterior. Todo indica que habrá un Poder Legislativo más cooperativo y productivo, pero eso dependerá de cómo se compondrá el nuevo gabinete", dijo Al-Najjar a IPS.
De cualquier manera, más allá de consideraciones políticas, la consagración de las legisladoras Massouma Al-Mubarak, Aseel Al-Awadhi, Rola Dashti y Salwa Al-Jassar tiene un enorme significado social.
"Estas pioneras jugarán un papel clave en el futuro de Kuwait", dijo Al-Nakib. "Este es, además, un gran paso para el fortalecimiento de las mujeres en el país y en la región (del Golfo Pérsico o Arábigo). Su elección demuestra que las kuwaitíes pueden alcanzar sus metas si están decididas a lograrlas, incluso contra la corriente."
Las cuatro mujeres tienen doctorados en universidades estadounidenses y "presentan une amplio espectro de activismo y compromiso femenino", dijo a IPS Mary Ann Tetreault, profesora de política internacional de la Trinity University de San Antonio, Texas.
"Esta diversidad no permitirá que se las perciba como 'liberales'", explicó. "Lo son, pero en el sentido de apertura mental. Tienen diferentes visiones, perspectivas ideológicas, intereses y enfoques políticos, que se volverán más evidentes con su participación en el parlamento."
De hecho, según Tetreault, el éxito de las candidatas tiene su correspondencia con la derrota de los islamistas. "Dos mujeres desalojaron a parlamentarios islamistas", dijo. Clérigos dictaron una fatwa (decreto) según el cual la presentación de una candidata e incluso votar a una era pecado.
"Esta fatua puede haber estimulado el voto por candidatas mujeres, además de fortalecido la tendencia a elegir 'caras nuevas'", según Al-Nakib.