La polémica rodea al candidato favorito a comandar la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), Farouk Hosni, de Egipto. La causa: declaraciones suyas sobre Israel.
Hosni, de 71 años, cuenta con el apoyo de la Liga Árabe, la Unión Africana y varios países europeos —incluida Francia, cuya capital es sede de la agencia— para suceder al actual director general de la Unesco, el japonés Koïchiro Matsuura.
Reconocido pintor abstracto nacido en la ciudad de Alejandría, Hosny está al frente del Ministerio de Cultura de su país desde 1987.
Funcionarios de gobiernos y reconocidos intelectuales de Occidente se oponen a su candidatura, por una frase que pronunció en el parlamento de Egipto hace un año, cuando un legislador islamista le formuló una pregunta sobre las relaciones culturales con Israel.
"Quemaría libros israelíes yo mismo si encontrara alguno en una librería egipcia", contestó.
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El comentario provocó una protesta oficial de Israel. Egipto es uno de los dos únicos países árabes, junto con Jordania, que normalizó sus relaciones con el estado judío.
El gobierno israelí se opuso a la candidatura de Hosni en la Unesco hasta hace dos semanas. El primer ministro Benjamín Netanyahu alcanzó entonces un acuerdo secreto en ese sentido con el presidente egipcio Hosni Mubarak, según versiones de prensa.
El artista y ministro explicó luego de sus declaraciones que se trataba de una "hipérbole" para dejar en evidencia la falta de ediciones de libros israelíes en su país. Sin embargo, la controversia continuó.
El miércoles, el diario francés Le Monde publicó una carta enviada por él al periódico en la que aseguró estar arrepentido de sus palabras.
"Nada me es más ajeno que el racismo, la negación de otras culturas o el deseo de herir a la cultura judía o cualquier otra", escribió.
Esa carta respondía a otra, publicada por Le Monde la semana pasada y firmada por el filósofo francés Bernard-Henri Levi, el cineasta Claude Lanzmann, también francés, y el premio Nobel de Literatura rumano Elie Wiesel, titulada "Unesco: La vergüenza de un desastre anunciado".
"Llamamos a la comunidad internacional a desembarazarse de la vergüenza que representaría la designación del señor Farouk Hosni al cargo de director general de la Unesco", indica la carta.
Los firmantes advirtieron que Hosni era "lo opuesto a un hombre de paz, de diálogo y de cultura".
El mutismo israelí y las aclaraciones del candidato no silenciaron las críticas. Elegir a Hosny sería "un grave error", sentenció Olaf Zimmermann, director gerente del Consejo Cultural de Alemania, red que reúne a 200 instituciones del país europeo.
"A una persona que está bajo justificada sospecha de tal error respecto de la diversidad mundial de culturas no se le puede permitir que asuma el cargo más importante de la política cultural y educativa mundial", anotó Zimmermann en una declaración pública.
Entrevistado por IPS, el intelectual alemán sostuvo por teléfono desde Berlín que el Consejo bajo su dirección sólo pretende salvaguardar e implementar la Convención para la Protección y Promoción de la Diversidad Cultural de la Unesco, aprobado por los gobiernos en 2005.
"Necesitamos a alguien muy bueno para que se respete la Convención", afirmó.
Dado el "pasado de Alemania", el problema del antisemitismo es de muy importancia en ese país, dijo la subdirectora del Consejo, Gabriele Schultz.
A pesar de las críticas, Hosni, quien se postuló en 2007, no da señales de retirarse de la carrera. El plazo para presentar candidaturas vence el 31 de este mes, y la votación está prevista para octubre.
La Unesco, mientras tanto, se abstendrá de hacer comentarios, según informó a IPS la jefa de relaciones públicas de la agencia, Sue Williams.
"Los candidatos son propuestos por los estados, y está más allá de las funciones del secretariado hacer comentarios sobre lo que dicen los nominados en la prensa", declaró Williams.
Pero otros candidatos de último minuto podrían ingresar en la competencia para suceder a Matsuura, quien dirigió la Unesco durante diez años.
En la lista de postulantes figura el actual subdirector general de la agencia, el brasileño Marcio Barbosa, a pesar de que su propio país respalda al egipcio Hosni.
También están a consideración las candidaturas de tres mujeres: la embajadora de Lituania en la Unesco, Ina Marc Iulionyté, la embajadora de Bulgaria en Francia, Irina Bokova, y la artista y diplomática ecuatoriana Ivonne Baki, actual presidenta del Parlamento Andino.
Dos candidatos proceden de Argelia: el ex canciller Mohammad Al-Bejawi, de 81 años, y el arqueólogo y ex director general adjunto de Unesco Mounir Bouchenaki, de 66.
Pero Hosni es el que por el momento concita más apoyo. Sus defensores destacan su papel como propagador de las ideas liberales en Medio Oriente.
Ministro de Cultura egipcio desde 1987, criticó públicamente el uso del hijab, el velo que ciertas vertientes del Islam consideran obligatorio para las mujeres, al que consideró un retroceso para su país..
Hosni contribuyó con la creación de varias instituciones destacadas, como la Galería Horizonte Uno, un espacio dentro del Museo Mohammad Mahmud Jalil en el que se ha exhibido la obra de numerosos artistas plásticos egipcios y europeos.