La inversión extranjera directa (IED) en América Latina y el Caribe, que en 2008 alcanzó el record histórico de 128.301 millones de dólares, podría caer entre 35 y 45 por ciento este año, según las proyecciones presentadas este miércoles en la capital chilena por la Cepal.
A pesar de ello, se superaría el promedio de la IED registrada entre 2001 y 2006 en la región, señala el informe anual "La Inversión Extranjera Directa en América Latina y el Caribe 2008", dado a conocer por la mexicana Alicia Bárcena, la secretaria ejecutiva de la Cepal (Comisión Económica para América Latina y el Caribe).
En la oportunidad, Bárcena adelantó otros dos datos económicos relevantes para la región en el marco de la actual crisis económico-financiera internacional, nacida el año pasado en Estados Unidos.
La última proyección del desempeño de la economía regional de este año hecha por la Cepal, que presumía una contracción de 0,3 por ciento del producto interno bruto, será revisada a la baja por esa agencia en los próximos meses, mientras que el desempleo podría aumentar del 7,6 por ciento de los activos en la actualidad a nueve por ciento, dijo Bárcena.
La IED recibida por la región aumentó 13 por ciento en 2008, una notoria desaceleración respecto del incremento de 52 por ciento registrado en 2007, pero un positivo resultado si se considera que los flujos totales de inversión extranjera en el mundo cayeron 15 por ciento por causa de la crisis económica.
Se destaca América del Sur, que acaparó 89.862 millones de dólares, 24 por ciento más que en 2007, mientras que México y la cuenca del Caribe recogieron el resto de los 128.301 millones de dólares, una caída de cinco por ciento en comparación con el año anterior.
El buen desempeño de la región en 2008, cuya participación en la IED mundial alcanzó ocho por ciento, se explica principalmente por los elevados precios de los productos básicos exportados por los países.
La caída que proyecta la Cepal para el presente año, basándose en los datos preliminares de Brasil, Chile y México, va tener un "impacto en el empleo", aseguró Bárcena, pese a que algunos países, como Argentina y Brasil, han rebajado impuestos o dado facilidades de pago a las empresas con la condición de que éstas mantengan a sus trabajadores.
En el primer trimestre de este año la IED disminuyó 31 por ciento en México, 40 por ciento en Brasil y 45 por ciento en Chile, dijo Bárcena.
Los sectores más afectados son "la manufactura y el ensamblaje", mientras que entre los más protegidos figura la minería, por los altos precios internacionales del sector, explicó la representante de esta agencia regional de la Organización de las Naciones Unidas.
Entre los factores que pueden reducir el flujo de inversión extranjera hacia América Latina, figuran el deterioro de las expectativas de crecimiento, el aumento de la incertidumbre y de la percepción de riesgo, la reducción del acceso al financiamiento y el aumento del costo del crédito, alertó Bárcena.
Sin embargo, otros aspectos pueden facilitar la entrada de estos ingresos a la región, como el impacto de las medidas tomadas por los países contra la crisis, el menor precio de los activos que puede incentivar adquisiciones y fusiones y la reestructuración sectorial y empresarial que puede demandar fuertes inversiones adicionales.
Brasil fue el principal receptor de IED en 2008, con 45.058 millones de dólares, un aumento de 30 por ciento respecto de 2007, seguido de México con 21.950 millones de dólares, monto que representa una caída de 20 por ciento en comparación con el año anterior, y más atrás se ubicó Chile, con 16.787 millones de dólares, 16 por ciento más que en 2007.
Más abajo se situaron Colombia, con 10.564 millones de dólares, Argentina con 7.979 millones, Perú con 4.079 millones, Uruguay con 2.044 millones y Venezuela con 1.716 millones de dólares.
Pese a la política de nacionalizaciones seguida por el presidente Hugo Chávez, en Venezuela la IED aumentó 166 por ciento entre 2007 y 2008. La merma de inversión extranjera registrada en el sector de hidrocarburos fue compensada por los flujos dirigidos al área de servicios y a la minería, explicaron en la Cepal.
Los mayores inversionistas en la región en 2008 fueron Estados Unidos, con 24 por ciento de participación, España con nueve por ciento y Canadá con ocho por ciento.
Asimismo, la Cepal valoró la creciente internacionalización de las empresas latinoamericanas, conocidas como translatinas, cuyas inversiones en la región alcanzaron siete por ciento del total de IED.
Entre las principales translatinas figuran la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa), cuyas ventas en 2007 superaron los 110.000 millones de dólares, la brasileña Petrobras con ingresos por 87.476 millones de dólares, la mexicana América Móvil/Telmex con 41.221 millones de dólares y la siderúrgica privada argentina Techint con casi 40.000 millones de dólares.
Como en años anteriores, Bárcena alertó sobre la calidad de la inversión extranjera directa que está llegando a América Latina y la forma en que los países de la región están aprovechando las oportunidades que éstas les brindan.
"No es suficiente lo que estamos haciendo" al respecto, dijo a IPS Bárcena.
"Yo realmente pienso que ahí debemos tener políticas públicas mucho más activas para poder movernos a los ámbitos de la innovación y de la capacitación, aprovechando la presencia de la IED, sus conocimientos e innovación tecnológica. Deberíamos tener mayor derrama (de estos otros recursos) hacia nuestros países", agregó.
El llamado también está dirigido hacia las firmas trasnacionales latinoamericanas. La inversión extranjera de las translatinas debe tener impacto en sus países de origen, explicó Bárcena, "como lo hacen las extranjeras de Europa. Por ejemplo, las compañías mineras siguen trayendo equipos de afuera o contratan servicios externos".
"Yo creo que falta una mayor integración entre las empresas y las universidades, los centros de capacitación, la parte académica. O sea, estas alianzas público-privadas deben pasar por la innovación y la capacitación. Yo creo definitivamente en eso y no solamente en la inversión cuantitativa", apuntó la secretaria ejecutiva de la Cepal.
En su informe de 213 páginas, este organismo plantea que los servicios empresariales a distancia, también conocidos como offshoring, "cumplen muy bien con los criterios que definen a la IED de alta calidad", aunque el papel de la región en esta industria es relativamente pequeño.
Las empresas offshoring utilizan intensivamente las tecnologías de la información y de las comunicaciones (TIC) y abarcan desde "los centros de contacto, los procesos empresariales, los servicios de tecnología de la información (TI) y los servicios de análisis que hacen un uso intensivo del conocimiento", dice el texto.
Finalmente, hay un capítulo dedicado al turismo y las nuevas tendencias empresariales con megaproyectos que combinan infraestructura hotelera, complejos inmobiliarios y múltiples servicios de entretenimiento.