El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dio un paso histórico al asegurar que está dispuesto a tomar «medidas concretas para lograr un mundo sin armas nucleares». Ahora tendrá que actuar en consecuencia.
Obama mencionó la necesidad de firmar un nuevo tratado estratégico con Rusia que disminuya las armas atómicas y termine con los ensayos nucleares.
Su discurso, pronunciado en abril en la capital de República Checa, donde participó en un encuentro con gobernantes de la Unión Europea, resonará en las dos semanas de sesiones del comité preparatorio de la Conferencia de Revisión del Tratado de No Proliferación de Armas Nuclear (TPN), a realizarse en 2010.
El TPN, que tiene cuatro décadas, tiene como fin frenar la expansión de las armas nucleares existentes, desmantelar los arsenales atómicos y preservar el derecho de usar esa tecnología con fines pacíficos.
Jayantha Dhanapala, una autoridad mundial en materia de desarme nuclear, llegó a Nueva York para participar en las reuniones iniciadas el lunes, que concluirán el 15 de este mes. El especialista mostró un optimismo prudente sobre las posibilidades de forjar un mundo sin armas atómicas.
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"Vivimos una primavera alentadora tras el oscuro invierno de descontentos en materia de desarme", señaló Dhanapala, ex subsecretario general de asuntos de desarme de las Naciones Unidas y presidente de las Conferencias de Pugwash sobre Asuntos Científicos y Mundiales.
La retórica de Obama en Praga tendrá que acompañarse de medidas concretas sobre los asuntos ya identificados, señaló Dhanapala, entrevistado por el corresponsal de IPS en la sede del foro mundial.
"Pero no hay que desestimar la oposición a esas medidas. La sociedad civil debe apoyar al presidente estadounidense, y los otros países, en especial los que tienen armas atómicas, también tienen que desempeñar un papel en materia de desarme y de no proliferación", indicó Dhanapala.
El propio Obama puntualizó que la Guerra Fría terminó, pero sus armas atómicas siguen allí.
"No hubo ninguna guerra nuclear entre Estados Unidos y la (hoy disuelta) Unión Soviética, pero varias generaciones vivieron sabiendo que el mundo podía desaparecer en un simple destello de luz", añadió.
Obama prometió luchar para que Estados Unidos ratifique el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (TPCEN) y dejar de hacer pruebas atómicas.
El gobierno de Obama y sus seguidores "tienen una ardua tarea por delante si pretenden lograr que el Senado de Estados Unidos lo ratifique, pues necesitan 67 votos a favor", señaló Dhanapala.
IPS: ¿Usted cree que se lograrán avances en lo que respecta al TPCEN o a la prohibición de materiales fisibles (capaces de experimentar una fisión) en este ambiente renovado?
JAYANTHA DHANAPALA: La ratificación de Estados Unidos le dará un fuerte impulso, pero no nos olvidemos que hay otros países que también deben suscribirlo o ratificarlo para que entre en vigor.
La principal razón por la que el TPCEN siempre fue considerado una prueba definitiva en materia de desarme nuclear es porque sin ensayos no habría, de hecho, nuevas generaciones de armas nucleares ni nuevos diseños ni otras posibilidades. Cualquier acuerdo que no apunte a eso sería rechazado por toda la comunidad favorable al desarme.
Respecto de la prohibición de materiales fisibles, el cambio de política de Estados Unidos, de buscar un tratado que pueda ser verificado, debería abrir la puerta para que la Conferencia sobre Desarme empiece las negociaciones del tratado para restringir la producción de materiales fisibles.
IPS: ¿La mejora del TPN puede llegar a tener consecuencias significativas?
JD: El TPN es un tratado intrínsicamente discriminatorio que no es sostenible pues los estados que no tienen armas nucleares tienen distintas obligaciones en relación con los que sí tienen, que, además, tienen derecho a mantener su arsenal.
Cada cinco años, los países con armamento atómico se despiertan para la Conferencia de Revisión y tratan de disimular las diferencias entre las partes.
La Conferencia de 2010 tendrá que superar nuevos desafíos por los problemas no resueltos de Corea del Norte e Irán, la conclusión del acuerdo de cooperación nuclear entre Estados Unidos e India y la imposibilidad de los países con arsenales nucleares de disminuir y eliminar su armamento.
El nuevo ambiente creado por el gobierno de Obama, con medidas concretas previstas para el año próximo, contribuirá a evitar un desastre como el de la anterior Conferencia, de 2005.
IPS: ¿Qué pasa con el objetivo principal de tener un mundo sin armas nucleares?
JD: El enfoque gradualista de aquellos que consideran ese objetivo máximo como un espejismo es cada vez más cuestionado por los que impulsan una convención que ilegalice las armas nucleares, como se ha hecho con las biológicas y las químicas.
La primera posición sólo generará mayor proliferación y aumentará los riesgos de que organizaciones terroristas consigan armas nucleares.
La Revisión de la Postura Nuclear, dispuesta por Obama, tiene que apuntar a cambiar de doctrina a fin de eliminar el papel de las armas atómicas en asuntos de seguridad nacional y, luego, global.