Las ventas de armas francesas a Israel están «en total contradicción» con las reglas de la Unión Europea (UE) sobre la industria de defensa, denunció un nuevo estudio.
Entre 2003 y 2007, Francia emitió licencias por más de 446 millones de euros (623 millones de dólares) para exportar armas a Israel. Esto lo convirtió por lejos en el mayor proveedor de armas de la UE a esa nación de Medio Oriente.
Patrice Bouveret, del Centro Francés para Investigación sobre Paz y Conflictos , señaló que esas ventas van en contra del antiguo código del bloque para las exportaciones de armamentos.
Declarado formalmente vinculante para todas las naciones del grupo, el código prohíbe ventas de armas en casos donde éstas puedan exacerbar tensiones regionales o donde hay una gran probabilidad de que sean usadas para violar derechos humanos.
Al hablar en el lanzamiento el jueves del informe, titulado "¿Quién arma a Israel y a Hamás (acrónimo árabe de Movimiento de Resistencia Islámica)?", Bouveret las varias afirmaciones del gobierno francés de que las exportaciones en cuestión eran sólo componentes de bienes militares y no armas completas. "Aun si fueran sólo componentes, son usados directamente por el ejército israelí", añadió.
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Según los resultados de una investigación de Amnistía Internacional publicados en febrero, componentes electrónicos con la marca "hechos en Francia" fueron hallados en las ruinas de un edificio destruido por el ejército israelí durante su última ofensiva en Gaza.
Los componentes eran parte de misiles Hellfire AGM, fabricados por la compañía Hellfire Systems, empresa de riesgo compartido de Lockheed Martin y Boeing.
Bouveret también indicó que Israel está interesado en fortalecer su cooperación militar con Europa para reducir su tradicional dependencia de Estados Unidos.
Desde que París levantó en 1974 un embargo de siete años a las ventas de armas a Israel, ese país de Medio Oriente se abocó a conseguir equipos láser y de reconocimiento franceses que no podía obtener antes de Estados Unidos.
El valor total de las licencias entregadas por los gobiernos de la UE para la venta de armas a Israel ascendió a 846 millones de euros entre 2003 y 2007. Después de Francia, los mayores exportadores son Alemania, Gran Bretaña, Bélgica, Polonia, Rumania y la República Checa.
Sin embargo, 10 de los 27 países miembros de la UE declaran oficialmente que no venden ningún tipo de arma a Israel. Entre ellos están Portugal, Irlanda, Finlandia y Dinamarca.
La activista Caroline Pailhe, de GRIP, organización belga que sigue de cerca el comercio de armas, señaló que el ataque de Israel a Líbano en el verano boreal de 2006 parece no haber estado influenciado directamente por las exportaciones europeas. Ese año, el valor total de las licencias europeas cayó a 127 millones de euros, contra 145 millones el año previo. Pero subió a 199 millones en 2007.
Israel se convierte en un actor cada vez más importante en la industria de defensa. Es el sexto mayor importador y el cuarto mayor exportador. El año pasado registró un récord: en los primeros seis meses, vendió armas por 5.300 millones de dólares, contra los 4.700 millones de todo 2007, según la Cámara de Comercio Francia-Israel.
La industria israelí se ha visto enormemente beneficiada por los subsidios de Estados Unidos. Entre 1951 y 2006, Washington proveyó a Israel de 162.000 millones de dólares. En contraste, África subsahariana, la región más pobre del mundo, sólo recibió 88.000 millones.
Alrededor de 75 por ciento de la ayuda de Washington a Israel ha sido canalizada a través de dos programas: el Financiamiento Militar Exterior, que da recursos para la compra de armas estadounidenses, y el Fondo de Apoyo Económico, que otorga subsidios a aliados estratégicos.
Gerald Loftus, ex diplomático estadounidense, considera poco probable que el presidente Barack Obama reduzca la ayuda a Israel.
Pero Leila Shahid, representante jefa de la Autoridad Nacional Palestina en Bruselas, hizo una distinción entre la política exterior de Obama y la que llevó adelante su predecesor, George W. Bush (2001-2009).
"El temor era el Leitmotiv de todas las políticas del presidente Bush", afirmó en el lanzamiento del informe. "Explotó el temor contra el Islam y el temor del choque de civilizaciones. Obama ha rechazado la idea de manipular el miedo".