CHINA: Tensión en varios frentes fronterizos

El gobierno de China asumió una actitud más agresiva que en años previos en sus reclamos territoriales ante sus vecinos, lo que preludia una escalada diplomática, económica y de defensa del gigante asiático en Asia y más allá de la región.

El Ministerio de Relaciones Exteriores anunció la creación de una agencia que se hará cargo de procesar esas reivindicaciones, tanto terrestres como marítimas, en tiempos de conflictos por la soberanía de los mares de China del Sur y de China del Este.

También se han vuelto rutina los choques con Estados Unidos, lo cual eleva la tensión militar entre la única superpotencia mundial y la única nación que está hoy en condiciones de disputarle el título.

"Éste es un paso importante en la estrategia china", dijo el experto en relaciones internacionales Liang Yunxiang, de la Universidad de Beijing. "En tiempos en que los derechos e intereses marítimos de China concentran cada vez más atención, se nota la necesidad de una mayor coordinación entre departamentos del gobierno involucrados en la resolución de disputas."

En el pasado, la responsabilidad por la demarcación de límites terrestres y marinos y de trazar políticas y estrategias de negociación diplomática con países fronterizos por el desarrollo conjunto de los mares era compartida por varias oficinas gubernamentales.
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"Dadas las extensas fronteras y los extensos mares territoriales del país, es necesario establecer un departamento especializado", dijo el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Ma Zhaoxu, al realizar el anuncio.

China tiene límites terrestres con 14 países, y la demarcación con la mayoría ya está finalizada. Los únicos en disputa son los de Bután e India.

Pero las fronteras marítimas y los mares territoriales de este país son factores de fricción cada vez más preocupantes con países vecinos, así como con Estados Unidos.

Sólo el mes pasado, hubo cuatro incidentes en que buques pesqueros chinos navegaron cerca de barcos estadounidenses desarmados dedicados a tareas de vigilancia submarina.

China afirma que esos navíos con bandera de Estados Unidos violaron las leyes internacionales al ingresar en la zona económica exclusiva, que, de acuerdo con la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar se extiende a 200 millas náuticas desde la costa.

Dentro de esa zona, los países costeros tienen el derecho a explorar y explotar los recursos naturales, así como jurisdicción para la creación de islas artificiales, realizar investigación científica y proteger el ambiente marino.

Otros países tienen derecho a realizar actividades pacíficas en esas zonas, mientras respeten los derechos del estado costero. En los últimos choques con Washington, Beijing afirmó que los buques estadounidenses estaban violando las leyes internacionales y chinas, pues ingresaron a las aguas en cuestión sin estar autorizados.

El director nacional de Inteligencia de Estados Unidos, Dennos Blair, dijo al Congreso legislativo de su país en marzo que China se había vuelto enérgica en su reivindicación de sus derechos en las aguas internacionales alrededor de su zona económica exclusiva.

También advirtió que asumió una actitud "más miltar, agresiva y previsora que hace un par de años" en el sudeste asiático y en el mar de China del Sur.

El anuncio gubernamental se conoció pocos días antes del plazo fijado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para que los países eleven antes del día 13 sus reivindicaciones sobre sus plataformas continentales ampliadas, que se pueden extender hasta 350 millas náuticas más allá de la línea del fondo.

"La decisión del gobierno se debe vincular, sin duda, a todos los incidentes y al plazo de la ONU", estimó Liang. Varios países tienen reclamos sobre mares que, según China, están en su jurisdicción.

Vietnam, Filipinas y Malasia cuestionan las reivindicaciones de soberanía de China sobre el mar de China del Sur, área rica en bancos pesqueros que, según estudios, tiene grandes reservas de petróleo y gas.

En el mar de China del Este, Beijing y Tokio reclama las islas Diaoyu (en chino) o Senkaku (en japonés).

En los últimos meses recrudecieron los enfrentamientos sobre los territorios marinos disputados. A medida que las exploraciones en el mar de China del Sur revelan más y más recursos naturales, las rivalidades también se agudizan.

La zona económica exclusiva reclamada por China se superpone con las que reivindican Vietnam y Filipinas.

El parlamento filipino aprobó en marzo una ley que reafirma la soberanía de las disputadas islas Spratly en el mar de China del Sur. Eso llevó a Beijing a despachar un bote patrullero al área.

El 25 de abril, el gobierno de Vietnam designó a un funcionario como gobernador de las islas Paracel, lo que detonó otra protesta china. "La decisión vietnamita es ilegal e inválida", advirtió la portavoz de la cancillería Jiang Yu. "La soberanía de China sobre esas islas y sus aguas es irrefutable."

A comienzos de este año, Beijing reafirmó su posición sobre las Spratly enviando barcos de la marina de guerra en desuso a patrullar sus aguas.

"Enfrentados con la creciente pesca ilegal y los reclamos territoriales infundados de otros países en la zona económica exclusiva de China, fue necesario elevar las patrullas para proteger los derechos e intereses nacionales", dijo el director de la Administración de Pesca del Mar de China del Sur, Wu Zhuang, a la agencia estatal de noticias Xinhua.

Según el analista Willy Lam, radicado en Hong Kong y entrevistado por correo electrónico, los expertos chinos fijan el territorio oceánico nacional en tres millones de kilómetros cuadrados, "mientras los países vecinos reclaman (si no ocupan directamente) más de un millón".

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