MÉXICO-ESTADOS UNIDOS: Retórica de cambios

La repetición de promesas de cooperación y respeto marcaron la visita del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a México. Washington debe exhibir hechos verificables, señalaron a IPS activistas y analistas de ambos países.

En su primer viaje a un país latinoamericano, Obama declaró que a los dos países los unen retos comunes en comercio, ambiente y desarrollo fronterizo, aunque los medios subrayen las cuestiones del narcotráfico como prioritarias.

Tras la ceremonia de este jueves en la casa presidencial mexicana, ofrecida por el mandatario anfitrión Felipe Calderón, y una posterior reunión privada, los presidentes se presentaron ante los medios de comunicación.

Obama indicó que promoverá este año una reforma migratoria en la legislatura de su país para legalizar a unos 12 millones de indocumentados que viven en Estados Unidos, de los que siete millones son mexicanos.

Por ahora y en atención a la crisis económica, Obama no considera prudente revisar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), una de sus ofertas de campaña electoral, con la que el gobierno de Calderón ha dicho que no está de acuerdo.

La visita de Obama, cercano a cumplir tres meses en la Presidencia, coronó una etapa de acercamientos entre los dos países no visto en décadas. Calderón fue el primer presidente extranjero que recibió el estadounidense en Washington luego de ganar las elecciones de noviembre, lo que en su momento fue considerado un gesto deferente.

En marzo estuvo en México la secretaria de Estado (canciller) de Estados Unidos, Hillary Rodham Clinton, y luego arribaron el fiscal general Eric Holder y la secretaria de Seguridad Interna, Janet Napolitano.

Obama reiteró en su visita las felicitaciones expresadas semanas atrás a Calderón por su lucha "heroica" contra el narcotráfico. Este viernes, el estadounidense partirá a Trinidad y Tobago, donde se celebrará este fin de semana la Quinta Cumbre de las Américas.

Al contestar una pregunta de un periodista sobre Cuba, vecino del hemisferio que no participa en esas reuniones por estar suspendido de la Organización de los Estados Americanos, Obama explicó que su reciente decisión de levantar las restricciones a viajes y envíos de remesas a esa isla apuntan a promover "sin dureza" cambios en ese país en materia de democracia y derechos humanos.

Washington mantiene desde 1962 un bloqueo económico contra Cuba.

En cuanto al combate al narcotráfico, el estadounidense enfatizó que se trata de un asunto bilateral con México. Obama prometió que su gobierno hará mucho más por el tema cerrando el paso al tráfico de armas, al lavado de dinero y al consumo de drogas.

Gran parte del discurso de Obama hizo énfasis en los puntos señalados por sus antecesores en relación a este país.

"Tenemos ya muchas palabras, nuevas actitudes diplomáticas y varias promesas de Washington en la difícil y asimétrica relación con México, pero en materia de hechos hay todavía poco, nos siguen debiendo", dijo el politólogo Daniel Blanco, de la Universidad Nacional Autónoma de México.

"Aún es joven el gobierno de Obama, pero creo que ya escuchamos bastante, ahora se requieren acciones", opinó este observador.

Una de los pasos concretos anunciados por el estadounidense es el reforzamiento de la vigilancia en los 3.200 kilómetros de frontera con México para combatir la delincuencia, y el nombramiento de un funcionario especial para atender los problemas de esa zona.

Pero la construcción del muro fronterizo (medida que Obama apoyó cuando era senador), continúa, igual que las redadas contra los inmigrantes.

"Cierto que Obama tiene un discurso diferente, pero hasta la fecha sólo son palabras", dijo Jennifer Allen, directora de la no gubernamental Red de Acción Fronteriza (Border Action Network), radicada en el estadounidense estado de Arizona.

"En el discurso de Obama vemos cambios definitivos respecto al predecesor (George W.) Bush, sobre todo en migración, que es nuestro tema, pero aún esperamos hechos", declaró Allen.

Enrique Morones, líder de la no gubernamental Ángeles de la Frontera, organización que trabaja a favor de los inmigrantes, declaró desde la sudoccidental ciudad estadounidense de San Diego que Obama merece aún su plena confianza.

"Nosotros le damos todo este año para demostrar con hechos lo que ahora es un discurso", expresó.

Según datos de la Oficina de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos, en 2008 fueron arrestados 96.000 inmigrantes indocumentados, la mayoría mexicanos. Muchos de ellos fueron detenidos en sus hogares o sus puestos de trabajo.

Arturo López, jefe de la oficina de Atención al Migrante del municipio de Ecatepec, en el estado de México, vecino a la capital, declaró que no encuentra diferencias entre la política migratoria de Bush y Obama.

"El discurso es similar. Bush reforzó las fronteras con el pretexto del terrorismo, Obama por el narcotráfico y las armas. Sigue igual, con los migrantes como chivos expiatorios", manifestó.

Hugo Rosell, portavoz del Centro de Investigación Laboral y Asesoría Sindical de México, indicó que su organización aún espera, pero con poca esperanza, que Obama proceda a revisar el TLCAN, como ofreció cuando era candidato.

Para un amplio sector de activistas, sindicalistas y políticos, el TLCAN, al que pertenecen Canadá, Estados Unidos y México, no ha sido el motor de desarrollo y crecimiento prometido, cuando entró en vigencia en 1994. El gobierno de Calderón se opone a renegociar el instrumento.

Los opositores al tratado sostienen que el TLCAN sólo acentuó la dependencia de México respecto de Estados Unidos.

En 1993, cuando las exportaciones de México al mundo fueron de 51.832 millones de dólares y las importaciones de 65.366 millones, las ventas a Estados Unidos representaban 82 por ciento del total y las compras 69 por ciento.

En 2008, luego de 14 años de vigencia del TLCAN, las exportaciones mexicanas treparon a 292.636 millones y las importaciones a 310.132. En este último año las ventas a Estados Unidos representaron 80 por ciento y las compras 49 por ciento. "Obama sí va a producir cambios locales e internacionales, la atención especial a México es un ejemplo, pero tenemos que esperar, hay que darle tiempo", expresó Morones.

"Vemos que la seguridad es importante en la relación con México, debido a la violencia que reina ahora allí. Lo que aguardamos y por eso lucharemos es que eso no cubra a los demás temas, sobre todo la reforma migratoria en Estados Unidos, que la esperamos este año", dijo este activista.

Para el politólogo Blanco, de aquí en adelante "los mexicanos no esperamos más 'adulos' y 'apapachos' (cariños) de Obama, sino acciones y soluciones, el tiempo corre", concluyó.

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