La policía de México advierte que 12 minutos bastan para que un pedófilo conocedor de Internet contacte a una niña o niño y lo induzca a desnudarse o ver pornografía. A partir de ese momento, el menor pasa, sin saberlo, a ser parte de redes de los llamados ciberpederastas.
Las autoridades informaron el miércoles que desmantelaron un grupo de intercambio y venta de pornografía infantil por Internet, entre cuyos líderes había un sacerdote católico y un funcionario del área informática de la cancillería mexicana. Esta organización distribuyó unas 100.000 imágenes, entre ellas de bebés y menores de hasta unos 10 años.
"Fue un golpe certero, quizá se trate de uno de los más importante registrado en los países de América Latina, pero es apenas la punta de un iceberg", dijo a IPS Teresa Ulloa, directora de la Coalición Regional contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe, con sede en la capital mexicana.
La red de ciberpederastas, al parecer creada y conducida por un grupo de siete mexicanos, mantuvo contactos con personas de Argentina, Brasil, Bulgaria, Colombia, Chile, España, Estados Unidos y Venezuela.
La unidad de cibernética de la policía de la capital mexicana descubrió la red al detectar el 4 de marzo un correo electrónico de contenido sexual originado en la cancillería. A partir de tal información se rastreó la computadora y al usuario, quien resultó ser Luis Vergara, uno de los directores del área de informática de esa dependencia del gobierno.
El domicilio de Vergara fue cateado y allí se encontró la evidencia de la operación de la red pornografía infantil. Siete personas de diferentes ciudades mexicanas, a quienes se incautó computadoras y memorias portátiles con imágenes de menores, han sido detenidas hasta el momento.
Ulloa espera que la policía consiga rastrear a los usuarios y miembros de la red en otros países para lograr, en colaboración con sus autoridades, detener a más delincuentes, que "sin duda los hay".
"Este caso debe tener repercusiones internacionales, se trata de un delito grave", señaló la directora de la Coalición Regional contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe, que reúne a unas 250 organizaciones no gubernamentales de 25 países.
La activista atribuye la expansión de la pornografía infantil en Internet a la tolerancia o descuido de los proveedores de los servicios de conexión a esa red y de los administradores de sitios como hi5, Facebook y My Space, donde es posible encontrar comunidades virtuales que en ocasiones ofrecen servicios sexuales e intercambian imágenes pornográficas de menores de 18 años.
Las empresas no aplican candados ni operan programas especiales que detecten a los pederastas, se trata de un "asunto muy grave", denunció.
En un informe de junio de 2008, la Unidad de Investigación Cibernética de la Procuraduría (fiscalía) General de Justicia de la capital mexicana indicó que sus agentes descubrieron que en 12 minutos un pederasta conectado a Internet puede llegar a engañar a un menor y conseguir que se desnude o ingrese a páginas de contenido sexual explícito.
En América Latina existen al menos 100 foros virtuales donde se intercambia pornografía infantil, un tercio de esos se ubican en México, afirmó en octubre Dimitri Senmache Artola, presidente de la Red Peruana contra la Pornografía Infantil, al participar en un foro internacional sobre ese tema realizado en México.
Uno de los motores entre los que impulsan las redes de pornografía infantil, es la falta de controles de los padres sobre sus hijos cuando navegan en Internet, además de la ausencia de programas educativos sobre el tema en las escuelas, puntualizó Ulloa.
Gerardo Sauri, director de la mexicana Red por los Derechos de la Infancia, piensa algo similar. El problema empieza en el hogar, apuntó.
Este activista considera que hace falta más educación, pero también mayor infraestructura policial para seguir la pista a los ciberpederastas.
En la capital mexicana, donde viven 20 millones de personas si se suman las del llamado distrito federal y de la zona conurbana del vecino estado de México, la unidad de policía cibernética cuenta con menos de una docena de agentes.
A nivel nacional, la policía cibernética dependiente del gobierno nacional de Felipe Calderón, tiene unos 300 agentes. La población de México es de poco más de 104 millones.
Según Ulloa, México es el segundo o tercer país con mayores problemas de pornografía infantil y trata de personas en el mundo.
No hay consenso estadístico sobre el tema. En un estudio de 2004 realizado por la investigadora Elena Azaola, se afirma que unos 17.000 menores de 18 años son víctimas del comercio sexual en todo México.
Mientras, en junio de 2008, un diputado del opositor e izquierdista Partido de la Revolución Democrática afirmó que sólo en la capital hay unos 20.000 menores de edad atrapados en el negocio de la prostitución. Cuatro meses después, el presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la ciudad, Emilio Álvarez, indicó que no eran más de 7.000.
