La crisis económica mundial impactó de modo severo en América Central y República Dominicana, al punto de que el desempleo y la pobreza aumentarán de forma significativa, según un estudio presentado este miércoles por la Cepal.
La publicación de la Cepal (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) analiza los efectos en la región de la depresión internacional nacida en Estados Unidos, identifica los "canales de transmisión" de la misma y postula una serie de recomendaciones en materia de políticas públicas, tendientes a mitigar el golpe.
Jorge Máttar, director de la regional de la Cepal con sede en México, dijo a IPS que la mayoría de las economías centroamericanas padecen de una "fuerte vulnerabilidad" por su dependencia con Estados Unidos.
A su juicio, el panorama es de "incertidumbre", porque todavía no se puede determinar si lo peor de la crisis aún está por llegar y cuánto durará. De lo que sí se manifestó convencido es que este año será "muy negativo".
El libro titulado "Enfrentado la crisis. Istmo centroamericano y República Dominicana: Evaluación económica 2008 y perspectivas para 2009" fue presentado en San Salvador ante unos 300 economistas, funcionarios, representantes de la sociedad civil y asesores económicos del presidente electo, el izquierdista Mauricio Funes, quien reemplazará el 1 de junio al derechista Elías Antonio Saca.
Las vías más importantes de la "contaminación" se reflejan en la caída de las exportaciones, del envío de remesas de dinero de los emigrantes, de la inversión extranjera directa y del turismo, así como en las restricciones en el financiamiento internacional, que provocan menor disposición de créditos en los ámbitos nacionales, explican los especialistas.
"Los países más impactados por la crisis serían aquellos que han reducido sus ingresos vía remesas y exportaciones hacia Estados Unidos", subrayó el especialista.
El presidente de la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador (CCIES), Jorge Daboub, confirmó a IPS a inicios de abril que 57 por ciento de las exportaciones salvadoreñas tienen como destino Estados Unidos.
En tanto, el Banco Central de Reserva (BCR) reportó una caída de las remesas de entre 6,7 y 8,4 por ciento en los últimos tres meses de este año.
Datos del BCR indican que El Salvador captó por esta vía 3.787 millones de dólares en 2008, equivalentes a 17,1 por ciento del producto interno bruto (PIB) de ese año. La mayoría de esos fondos llegaron desde Estados Unidos, donde viven 90 por ciento de los 2,9 millones de emigrados de este país.
El gobierno salvadoreño ha estimado el crecimiento para este año en uno por ciento, pero economistas consideran que será nulo o, incluso, que se contraerá la economía. En 2008, las autoridades reportaron un crecimiento de 3,2 por ciento.
Según cifras oficiales, la pobreza afecta a casi 40 por ciento de los 5,7 millones de salvadoreños y el desempleo se estima alcanza a siete por ciento de la población económicamente activa, aunque el subempleo alcanza a 43 por ciento.
Por su parte, el ingreso de las remesas para Honduras representa 20 por ciento del PIB, según la Cepal.
Daboub también corroboró que se han perdido en ese país 36.000 empleos desde agosto y que las exportaciones cayeron 21,4 por ciento entre febrero de 2008 y el mismo mes de este año, principalmente aquellas con destino a Estados Unidos.
La crisis podría provocar la pérdida de unos 120.000 empleos en 2009 en esta región de unos 40 millones de habitantes, lo cual "da indicios de la magnitud de la crisis", según Máttar.
Igor Paunovic, jefe de unidad de Desarrollo Económico de la Cepal, agregó que la crisis sumaría unos 400.000 nuevos pobres en la zona centroamericana, aumentando de 51 a 52 por ciento la población en esa situación.
Los economistas de la Cepal indicaron que el crecimiento promedio de la región en 2008 fue de siete por ciento y que para 2009 se calcula que no superará el uno por ciento, mientras que el envío de remesas podría caer entre cinco y 15 por ciento este año, respecto del anterior.
Para ambos, "el principal impacto de la crisis es debido a la caída de las exportaciones", ya que la mayoría de estos países, si no todos, "tienen a Estados Unidos como principal socio comercial", con porcentajes que van de 40 a 60 por ciento.
Esto hace que el impacto se "refleje de inmediato", apuntó Máttar.
El Fondo Monetario Internacional señalo en marzo que la debacle económica mundial será considerablemente más profunda" de lo que incluso se había proyectado y que su "recuperación" podría ser "tan solo gradual en 2010", con un crecimiento de 1,9 por ciento.
Alexander Segovia, asesor económico de Funes, aseguró que afrontar la crisis requiere de la implementación de políticas públicas integrales que combinen las medidas macroeconómicas con las sociales, para proteger a los más vulnerables.
Criticó que en el pasado la derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena), en el gobierno desde 1989, de forma recurrente ha pedido a los más pobres "ajustarse el cinturón" haciéndoles pagar el impacto de las crisis y reajustes estructurales, para no afectar a los empresarios.
"No es justo que los más vulnerables sean los que paguen por esta crisis", sostuvo el economista.
Esta realidad requiere un aumento del gasto público, para brindar a "los más vulnerables algún tipo de protección, porque ellos son los que más sufren durante estas crisis", recomendó Paunovic.
Incrementar la inversión del Estado en salud, educación y construcción de infraestructura para generar empleos y volver estas economías más competitivas, son otras de las recomendaciones de esta agencia para de la Organización de las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe.
"Los países (de la región) deben tomar medidas de corto, mediano y largo plazo" y hacer un seguimiento de la situación de forma permanente, que les permita "prepararse para un escenario de una crisis prolongada", concluyeron los expertos.