Con Cuba se puede hablar de «cualquier tema» y ha «llegado el momento» de hacerlo, concluyeron congresistas estadounidenses del gobernante Partido Demócrata al finalizar este martes una visita a la isla, en la que conversaron con los hermanos Raúl y Fidel Castro.
Ese es el mensaje que llevamos de vuelta, dijo la representante Barbara Lee, del occidental estado de California, quien encabezó el grupo de legisladores afroestadounidenses que llegaron a La Habana el viernes pasado para explorar las posibilidades de acercamiento entre dos países separados por un conflicto de casi medio siglo.
Los visitantes sostuvieron el lunes un encuentro de cuatro horas y media con el presidente de Cuba, Raúl Castro.
Fue una reunión "franca", hablamos de una "amplia" gama de asuntos, y "estamos convencidos de que el presidente Castro cree que la normalización de relaciones y el término del embargo beneficiaría a ambos países", dijo la legisladora.
A su vez, una nota oficial publicada este martes en Cuba especificó que en ese intercambio "se abordaron diversos temas, con énfasis en la posible futura evolución de las relaciones bilaterales y los vínculos económicos luego de la llegada al poder de una nueva administración norteamericana", en referencia a la asunción como presidente de Estados Unidos el 20 de enero de Barack Obama.
[related_articles]
En conferencia de prensa junto a algunos de sus compañeros de viaje, Lee agregó que con Castro y funcionarios del gobierno cubano con quienes se entrevistaron no se habló de temas o pasos "específicos", sino de los principios generales en que debe llevarse a cabo un diálogo.
Sobre la base del respeto a la soberanía, todos los temas pueden ser discutidos y se puede conversar para normalizar las relaciones, comentó, a su vez, la representante Laura Richardson, también de California, quien mencionó el combate contra el narcotráfico y la trata de humanos entre las cosas que los dos países pueden encarar "juntos".
El grupo visitante estuvo integrado, además de Richardson y Lee, por Melvin Luther Watt, de Carolina del Norte, Michael Makoto Honda, de California, Bobby Rush, de Illinois, Marcia L. Fudge, de Ohio, y Emanuel Cleaver II, de Missouri.
Todos integran comisiones de alguna relevancia en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, donde pertenecen al grupo de legisladores negros de 42 miembros y con votos e influencia en el Congreso, según aclaró Lee, su presidenta, quien es admirada por el ex mandatario cubano Fidel Castro por su "espíritu combativo y capacidad de lucha".
"En general, piensan (los legisladores visitantes) que el 68 por ciento de la opinión pública norteamericana favorece un cambio de política con Cuba", comentó Fidel Castro en un artículo dedicado a informar sobre el "sensible tema" de las relaciones bilaterales bajo Obama y la visita de los legisladores negros.
Según un portavoz de la Oficina de Intereses de Washington en La Habana, Lee y otros dos congresistas se reunieron también con Fidel Castro, retirado de las actividades públicas desde julio de 2006 por razones de salud. La fuente no añadió detalles de este encuentro, sostenido con posterioridad al contacto con la prensa.
A su regreso, los congresistas se proponen presentar al presidente Obama y al Departamento de Estado un informe con las impresiones y recomendaciones del grupo, antes de la V Cumbre de las Américas que tendrá lugar del 17 al 19 de este mes en Puerto España.
La agenda de trabajo en la isla de los legisladores incluyó entrevistas con el presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Ricardo Alarcón, el canciller Bruno Rodríguez, y el ministro de Comercio Exterior y para la Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca, así como con familiares de los cinco cubanos presos desde hace más de 10 años en Estados Unidos acusados de espionaje.
Además visitaron la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), donde ya se han graduado varios jóvenes estadounidenses y otros podrían beneficiarse si se normalizaran los vínculos bilaterales, comentaron los legisladores, que también recorrieron el Centro de Biotecnología e Ingeniería Genética, entidad líder del desarrollo científico cubano.
En un artículo publicado este lunes, Fidel Castro reportó la iniciativa lanzada a Obama por el senador por Indiana Richard Lugar, del opositor Partido Republicano, de nombrar un enviado especial para iniciar conversaciones directas con el gobierno cubano, y aseguró que su país no teme dialogar con Estados Unidos.
"No necesitamos tampoco la confrontación para existir, como piensan algunos tontos; existimos precisamente porque creemos en nuestras ideas y nunca hemos temido dialogar con el adversario. Es la única forma de procurar la amistad y la paz entre los pueblos", indicó el mayor de los Castro, quien conserva la jefatura del Partido Comunista de Cuba.
Frente al consenso que parece haber en el gobierno cubano respecto de que con el nuevo gobierno estadounidense se podría negociar, aunque "sin condicionamientos", y el creciente movimiento en el país norteamericano a favor de una normalización de los vínculos con la isla, no faltan los observadores escépticos.
"Ya he visto en el pasado episodios parecidos que no fructifican. Prefiero no pecar de entusiasta", dijo una analista conocedora del tema que no quiso identificarse.
Desde el sector académico, una fuente consultada consideró que Obama podría estar esperando el resultado del debate político en el Congreso en torno a medidas de flexibilización hacia Cuba para abrirse a una eventual negociación. "Por ahora, la prioridad en el tema económico es muy alta", consideró.
Este investigador considera posible el inicio de diálogo bilateral aún sin el desmonte previo del embargo que Washington mantiene sobre Cuba desde 1962 o una solución al caso de los cinco cubanos presos, condenados a severas penas por cargos que incluyen conspiración para el espionaje, que según La Habana nunca pudieron ser probados.
"Lo más lógico y lo que todo el mundo espera es empezar por los temas de menor conflicto y de claro interés y posibilidades de colaboración: migraciones, interdicción del narcotráfico, comercio de alimentos y medicinas en mejores condiciones que las actuales, por ejemplo, dejando para después los temas más complejos, consideró.