«Los próximos seis a doce meses podrían representar la última posibilidad para una solución justa, viable y duradera» hacia la paz entre Palestina e Israel, advirtieron ex altos funcionarios del gobierno de Estados Unidos al presidente Barack Obama.
En su último informe, el Proyecto Estados Unidos/Medio Oriente (USMEP, por sus siglas en inglés), recomienda "un enfoque más pragmático hacia Hamás", acrónimo en árabe del Movimiento de Resistencia Islámica, triunfante en las elecciones legislativas palestinas de enero de 2006.
Ya desde su título, el estudio "La última oportunidad para un acuerdo de dos estados Israel-Palestina" alude a la urgencia de una participación más intensa y profunda de Estados Unidos en el proceso de paz.
"Es esencial que el gobierno convierta la paz árabe-israelí en una alta prioridad de seguridad nacional", señala el informe, firmado, según el periodista Roger Cohen, del diario The New York Times, por "ex altos funcionarios cuya prédica respeta" el presidente Obama.
Cohen también consideró que el contenido del estudio coincide con lo que piensa el consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, general Jim Jones, y con el enviado del gobierno a Medio Oriente, George Mitchell, y pronosticó que, finalmente, Obama se reunirá con sus autores.
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El grupo de expertos fue convocado por el presidente de USMEP, Henry Siegman, ex miembro del Consejo de Relaciones Exteriores (CFR), ex presidente del Congreso Judío de Estados Unidos durante 16 años y profesor de la Facultad de Estudios Orientales y Africanos de la Universidad de Londres.
Entre los autores y firmantes figura el presidente de la Junta Internacional de USMEP, ex consejero de Seguridad Nacional de los presidentes Gerald Ford (1974-1977) y George Bush (1989-1993) Brent Scowcroft, del hoy opositor Partido Republicano.
También participaron el consejero de Seguridad Nacional de la presidencia de Jimmy Carter (1977-1981) Zbgniew Brzezinski, los ex legisladores republicanos Check Hagel y Nancy Kassebaum y el demócrata Lee Hamilton, el ex embajador en la ONU, India y Rusia Thomas Pickering y el ex presidente de la Reserva Federal y actual presidente del Grupo Asesor de Economía de Obama, Paul Volcker.
El informe contiene recomendaciones políticas específicas, desacredita argumentos contra concesiones hacia los sectores radicales y calcula los beneficios de acciones como transacciones con Hamás por parte de la comunidad internacional.
Hamás controla la franja de Gaza, que sufrió un intenso ataque durante tres semanas, en enero y diciembre, por Israel.
Los autores admitieron lo que ya repiten muchos expertos hace años: que el movimiento islámico representa la esperanza más certera para salvar una solución conflicto palestino-israelí basada sobre la constitución de dos estados.
El informe no exhorta a una transacción directa entre Estados Unidos y Hamás, considerado por Washington una organización terrorista, pero lo considera "simplemente demasiado poderoso y demasiado importante como para ignorarlo".
"Un bando palestino legítimo, unificado y fortalecido para negociar con Israel es importante para alcanzar e implementar cualquier acuerdo", indica el estudio.
"Una transacción directa de Estados Unidos con Hamás podría no ser práctica ahora, pero aislar a Gaza y al movimiento solo lo fortalecerá mientras debilitará a Fatah", el partido secular que domina Cisjordania y a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) con sede en Ramalah, agrega.
En la comunidad internacional muchos consideran que el presidente de la ANP, Mahmoud Abbas, es un negociador más aceptable que potable que los líderes de Hamás. Pero los propios palestinos cuestionan a Fatah por corrupto e ineficaz en el manejo del gobierno y de las deliberaciones de paz.
Luego de ganar las elecciones de 2006, Hamás integró brevemente un gobierno de unidad nacional con Fatah, al que se opuso con fuerza buena parte de la comunidad internacional, especialmente Estados Unidos, que lo boicoteó, le retiró su asistencia y, supuestamente, ayudó a Fatah a preparar un golpe de Estado-.
Hamás, que no reconoce al estado de Israel, como sí Fatah, aseguró que tomó por las armas el control de Gaza al año siguiente como una suerte de "golpe de Estado preventivo".
El estudio de USMEP indica que el reconocimiento de Israel no debería ser una precondición para participar en el proceso de paz. El Cuarteto, instancia de mediación integrada por la ONU, Estados Unidos, Rusia y la Unión Europea, exige a Hamás eliminar esa cláusula de sus declaraciones.
El texto indica que el gobierno de Obama debería "dejar de desalentar la reconciliación nacional palestina" y "levantar el objetivo estadounidense de obligar a Hamás a modificar su comportamiento".
El líder de Hamás en el exilio en Damasco, Khaled Meshaal, le aseguró a Siegman que su partido estaba dispuesta a participar en con un gobierno de unidad nacional que someta un acuerdo de paz con Israel a referendo.
"El reconocimiento, más de hecho que de derecho, podría ser la base de una relación constructiva", sostuvo el periodista Cohen, para quien Israel está al tanto de los beneficios de tal enfoque.
Según el estudio de USMEP, Hamas sufre divisiones ideológicas que pueden ser explotadas. La mayoría de la dirigencia en Gaza promueve un cese del fuego prolongado con Israel, por ejemplo.