MUJERES: ONU aún no coordina acciones

Más de dos años después de la propuesta de crear una «nueva arquitectura de género» en la ONU, persisten las dudas sobre su concreción.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon. Crédito: UN DPI Photo
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon. Crédito: UN DPI Photo
A fines de 2006, un panel de alto nivel integrado por líderes políticos y altos funcionarios gubernamentales presentó un estudio sobre cómo eliminar redundancias y fortalecer la coordinación entre los muchos organismos de la ONU (Organización de las Naciones Unidas).

También recomendó crear una agencia especializada para las mujeres que aspirara a coordinar y consolidar todas las actividades relacionadas con temas de género.

Pero más de dos años después, y tras la sesión número 53 de la Comisión de las Naciones Unidas sobre el Estatus de las Mujeres, realizada del 2 al 13 de este mes, parece probable que se abandone la propuesta original.

La opción más viable es que se cree un departamento separado para asuntos de género en la secretaría general de la ONU —muy parecido al existente Departamento de Asuntos Económicos y Sociales—, en vez de una agencia separada. O tal vez una combinación de ambas cosas.
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A diferencia de un departamento, una agencia de la ONU no sólo sería autónoma, sino que también buscaría un presupuesto masivo, posiblemente de unos 1.000 millones de dólares, tal como reclaman organizaciones feministas y no gubernamentales.

Pero esa agencia separada para las mujeres no ha generado un apoyo fuerte entre la mayoría de los estados miembro, por razones tanto políticas como financieras.

Actualmente hay cuatro organismos de la ONU que se centran en asuntos de género: el Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (Unifem), la Oficina del Asesor Especial sobre Asuntos de Género (Osagi), la División para el Avance de las Mujeres (DAW) y el Instituto Internacional de Investigaciones y Capacitación de las Naciones Unidas para la Promoción de la Mujer (Instraw).

A consecuencia, el secretario general Ban Ki-moon admitió que "la arquitectura de género de la ONU carece de un conductor reconocido" y probablemente está en peligro de encaminarse en diferentes direcciones.

"Está fragmentada, financiada inadecuadamente, y centrada de modo insuficiente en las demandas por país", se lamentó ante una reunión de estados miembro días atrás.

También hay brechas entre las políticas de género y su implementación, alegó.

Ban dijo estar considerando dos enfoques. El primero es dejar la arquitectura de género como está ahora, en manos de cuatro entidades del foro mundial, al tiempo de sumar recursos y mejorar la cooperación entre agencias.

El segundo es unificar los cuatro bajo un mismo techo, con varias opciones institucionales para la propuesta consolidación.

Éstas incluyen un fondo o programa similar al Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) o el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), ambos considerados agencias de la ONU.

Y otra opción es crear un departamento separado en la secretaría de la ONU.

Pero el escenario más probable es la creación de una entidad compuesta que combine las características de un fondo y un departamento, dijo Ban.

Todas estas propuestas fueron presentadas al presidente de la Asamblea General, Miguel D'Escoto Brockmann, para que las evalúen los 192 miembros de la misma en su actual sesión, que concluye a comienzos de septiembre. Se espera una decisión final para entonces.

Expresando su propia preferencia, Ban dijo que un departamento no brindará una robusta presencia de campo. Y un fondo o programa no eliminará completamente la fragmentación, ni vinculará la normativa y el trabajo operativo, ni ejercerá el grado de autoridad necesaria para hacer que todas las entidades se responsabilicen por su desempeño.

"Por lo tanto, la entidad compuesta es la opción más promisoria", expresó a los delegados.

Taina Bien-Aimé es directora ejecutiva de la organización Igualdad Ya (Equality Now), con sede en Nueva York. "Comprendemos que ahora la Asamblea General está considerando varias opciones para la creación de una entidad consolidada a fin de abordar las cuestiones de las mujeres", dijo a IPS.

"Creemos que esta entidad es muy necesaria y que se debería acelerar su creación", agregó.

Bien-Aimé observó que, tras años de debates, es tiempo de avanzar, y la idea de racionalizar y fortalecer la arquitectura de género del sistema de la ONU es muy bienvenida.

"Sin dudas, las reformas propuestas potenciarán la capacidad de la ONU de promover el progreso de las mujeres en todo el mundo", declaró.

Mientras, en el cierre de su sesión de dos semanas, la Comisión sobre el Estatus de las Mujeres adoptó varias resoluciones que enfatizaron la necesidad de compartir de modo equitativo las responsabilidades entre mujeres y hombres, lo que incluye brindar cuidados en el contexto del VIH/sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida).

Sin embargo, hubo dos quejas en las conclusiones de la Comisión. Primero, que no había ninguna referencia a la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. Y segundo, tampoco la hubo sobre las mujeres que viven en territorios ocupados.

Una resolución que urgió a que la ONU brinde asistencia a las mujeres palestinas se adoptó por 30 votos contra tres, con ocho abstenciones. Los únicos tres países de la Comisión, de 45 miembros, en votar en contra, fueron Holanda, Estados Unidos y Gran Bretaña.

Entre las resoluciones adoptadas por consenso hubo una que pidió a los gobiernos, junto con la ONU, la sociedad civil y el sector privado, intensificar los esfuerzos por implementar plenamente la Plataforma de Acción de Beijing (1995), que exigió eliminar todas las barreras a la participación femenina en todas las esferas de la vida pública y privada.

Dos de los asuntos que la Comisión tiene por delante son la descentralización y los derechos de las mujeres, junto con los cuidados brindados a pacientes con VIH/sida, dijo a IPS Francisco Cos-Montiel, experto en ciudadanía y derechos femeninos del Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo, con sede en Ottawa.

Cuando servicios como la salud son transferidos a localidades con poca capacidad o con ingresos fiscales limitados, las mujeres —y no los hombres— son quienes se encargan de cuidar a los pacientes en ausencia de estos servicios públicos.

Esto, a cambio, puede tener importantes consecuencias, por ejemplo en la educación de las niñas. O puede limitar la capacidad de las mujeres para ingresar al mercado laboral, agregó.

"Pienso que por primera vez se subrayó la necesidad de tener políticas de descentralización sensibles al género" en la sesión de la Comisión, declaró Cos-Montiel.

En la ocasión también se presentaron las potenciales ventajas que pueden tener estas políticas, además de los riesgos que plantean para las mujeres, dijo.

Bien-Aimé, del grupo Igualdad Ya, dijo a IPS que, aunque el tema central —la igual distribución de responsabilidades entre mujeres y hombres— es importante, también es tan amplio que los gobiernos nuevamente parecen paralizados en su avance hacia una acción concreta y urgente para poner en práctica la Plataforma de Acción de Beijing.

El próximo año se celebrarán los 15 años de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, realizada en Beijing, y entonces persistirá la pregunta de si la Comisión hizo algo concreto para remediar la discriminación y la violencia basadas en el género, añadió.

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