Con la convicción de seguir tras el ideal de que «las mujeres vivan una vida libre de violencias y de discriminaciones», representantes del Cladem recibieron este martes el premio Rey de España de Derechos Humanos, otorgado por la Universidad de Alcalá y el Defensor del Pueblo.
El premio, dotado con 30.000 euros (40.000 dólares), fue entregado por los propios reyes Juan Carlos I y Sofía a la coordinadora regional del Cladem (Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer), Norma Henríquez, y a su directora, Mónica de las Casas, en un acto en la histórica Universidad de Alcalá, ubicada en el municipio de Alcalá de Henares, a 30 kilómetros de Madrid.
El jurado para premiar a la organización no gubernamental latinoamericana tomó en cuenta "la exigibilidad del principio de igualdad de género y, especialmente, la erradicación de la violencia contra la mujer".
El Cladem tiene 226 agrupaciones asociadas en 17 países, donde actúa para impulsar el cambio social, recibiendo denuncias individuales y sigue el cumplimiento o no de los Estados de la legislación internacional en especial sobre derechos humanos, explicó Henríquez en rueda de prensa. Fue fundada en 1987 en San José de Costa Rica pero su sede central está ahora en Lima.
Acerca de su principal objetivo, Henríquez dio a IPS ejemplos de trabajos realizados y los resultados obtenidos.
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Henríquez narró el caso de una adolescente en Perú que nos se le permitió el aborto terapéutico pese a que análisis médicos habían diagnosticado que el feto era anaencefálico. Gracias a la actuación del Cladem, ese estado fue condenado en 2005 por tratos crueles y degradantes por parte del Comité de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas.
También recordó que se logró poner en la órbita de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, con sede en San José de Costa Rica, la investigación del asesinato de una joven de 16 años en la mexicana Ciudad Juárez.
Al preguntársele sobre la situación en España, sobre todo por la fuerte violencia de género que se sufre, la activista puntualizó dos medidas: que se tome plena conciencia en la sociedad que ese es un problema de todos y que las mujeres se sientan como sujetos de derechos y autonomía.
"Esto no es que sea una u otra forma de gobierno, sino una opción de vida y que los derechos humanos son integrales", aclaró.
De lo que vieron en tres días en Madrid, les llamaron la atención los avances en materia de género y el debate sobre los derechos sexuales en España.
Henríquez respondió de modo más cauto ante la consulta sobre la discusión entre la derecha y la izquierda acerca de la modificación de la ley que impulsa el gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero, que podría incluir el derecho de las mujeres a decidir si abortar o no, aunque fuesen menores de 16 años.
"Si se reconocen a las menores sensibilidades en otros temas, también deben reconocérseles en los derechos de la vida, tanto a ser madres como a decidir", indicó.
"Pero sus derechos deben sopesarse en el debate en el que también tienen derecho a participar y después adoptar las leyes que rijan para todos", aclaró.
"Es fundamental que esos derechos se pongan sobre el tapete, pues sobre el acceso al aborto deben decidir las personas afectadas", añadió.
Una cosa que Henríquez destacó con alegría es "la amabilidad y sociabilidad de los españolas y las españolas en general". Y al respecto destacó a los periodistas "que manifiestan un interés real en querer informarse y ello en el marco grande de respeto al que no estamos muy habituados en América Latina, porque allá se repiten una y otra vez las descalificaciones", concluyó.
Desde que se otorgó en 2004 el primer premio Rey de España de Derechos Humanos, que es bianual, esta es la primera vez que el jurado valoró la igualdad de género y que se otorga a una red que opera con una perspectiva feminista, apuntando en especial a erradicar la violencia contra las mujeres.
Su labor en el ámbito jurídico llevó a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a adjudicarle el status consultivo en categoría segunda desde 1995, mientras que la Organización de los Estados Americanos le reconoció en 2005 su derecho a participar en sus reuniones.
Para optar al premio se presentaron 78 candidaturas, 10 más que en la anterior convocatoria, la mayoría provenientes de Brasil, de donde llegaron 13, seguido de Colombia, México y Perú con nueve cada uno, Argentina con seis, Portugal con cinco, España con cuatro, Bolivia con tres, República Dominicana con dos y Cuba, Ecuador, El Salvador, Honduras, Panamá, Puerto Rico y Uruguay con una cada uno.
La primera edición del premio Rey de España de Derechos Humanos fue otorgado en 2004 a la Pastoral do Crianza (pastoral de los niños), de la Iglesia Católica de Brasil, y el segundo fue en 2006 a la Fundación Myma Mack, de Guatemala.
En un comunicado emitido al enterarse de que se le había concedido el galardón, el Cladem dijo compartirlo "con todas las activistas del movimiento feminista de la región y fuera de ella, al igual que compartimos con ellas la apuesta e ideal político de contribuir desde una perspectiva feminista a la construcción de democracias más reales con justicia social, libres de discriminación y con ejercicio pleno de los derechos humanos para todas las personas".