ENERGÍA: China sale de compras

Los puntos que se anotaron altos funcionarios chinos con una serie de acuerdos energéticos logrados en las últimas semanas para garantizar abastecimiento a su voraz economía revelan el oportunismo de Beijing en la materia, según varios analistas nacionales.

"El éxito de los acuerdos entre gobiernos crea antecedentes para futuros emprendimientos de alto nivel en el sector energético", señaló Wu Jiandong, analista y asesor de la revista China Reform.

"Los pronósticos indican que la crisis financiera internacional durara entre tres y cinco años, lo que favorecerá que aparezcan más países interesados en sellar acuerdos a largo plazo con China", apuntó Wu.

Las autoridades chinas concluyeron acuerdos con Brasil, Rusia y Venezuela por más de 41.000 millones de dólares. Lo más llamativo es que los convenios fueron logrados por altos funcionarios del gobierno.

Tras la gira del vicepresidente chino Xi Jinping por los principales productores de petróleo de América Latina en enero, Venezuela obtuvo un préstamo de 6.000 millones de dólares a cambio de aumentar sus exportaciones de crudo a este país.
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En Brasil, Xi selló un acuerdo de "asistencia por petróleo" con la empresa estatal Petrobrás por un monto de 10.000 millones de dólares, que le garantiza a China más de 160.000 barriles (159 litros cada uno), al día, a precio de mercado.

Además, el primer ministro chino Wen Jiabao cerró otro acuerdo con su contraparte ruso en Beijing. Según el acuerdo, la compañía estatal de petróleo Rosneft y la responsable de los oleoductos Transneft recibirán 25.000 millones de dólares a cambio de 15 millones de toneladas de crudo al año, durante dos decenios.

El acuerdo con Rusia se logró tras casi 15 años de negociaciones entre Beijing y Moscú para extender un oleoducto clave, de Siberia al noreste de este país. Por apostar a vender su crudo a la mejor opción entre China y Japón, las autoridades rusas no dieron luz verde a la construcción de ese ramal.

Pero la visita del presidente Hu Jintao en febrero a Arabia Saudita, principal proveedor de este país, reveló la determinación de Beijing a recurrir a una diplomacia más contundente para asegurarse el suministro de petróleo a largo plazo, según observadores locales.

"La visita de Hu a Arabia Saudita y la decisión de Beijing de diversificar sus fuentes de petróleo hizo sonar la alarma en Rusia, que debió darse cuenta de que las cosas cambiaron y de que China ya no está dispuesta a esperar", dijo Wang Lijiu, del Instituto de Relaciones Internacionales Contemporáneas a la publicación China Business Journal.

La iniciativa de China para consolidar acuerdos tiene lugar en un contexto de inestabilidad mundial, que llevó el precio del barril de un máximo histórico de 145 dólares, a mediados de 2008, a los 40 dólares de hoy.

Además, la caída de las ganancias y la crisis del crédito hicieron que las corporaciones extranjeras y los gobiernos, que antes eran cautelosos, ahora valoren más las propuestas de las ricas compañías chinas.

"Esta es una oportunidad que China no puede desaprovechar", sostuvo Wang Xia, especialista en energía de la estatal China University of Petroleum. "Si esperamos a que la economía se recupere y vuelvan a subir los precios, será mucho más difícil garantizar acuerdos a largo plazo".

Conciente de que la crisis representa una oportunidad singular, la Administración Nacional de Energía creó un fondo especial para que las compañías estatales del sector vayan a comprar crudo al extranjero.

Las beneficiarias de tal generosidad son China National Offshore Oil Corporation (CNOC), China National Petroleum Corporation y Sinopec.

La asignación de casi dos billones de dólares a las empresas beneficiarias le permite contar con préstamos de bajo interés y capital directo para financiar sus compras de petróleo.

Pero la iniciativa puede hacer sonar la alarma internacional pues las empresas estatales chinas han sido acusadas de dar a sus compañías ventajas frente a la competencia.

Ese temor frustró los planes de CNOC de comprar la empresa estadounidense Unocal en 2005, pese a que su oferta era mejor que la de Chevron. La presión de Washington la obligó a retirarse de la competencia.

Pero la profundización de la crisis financiera y su enorme impacto sobre los países ricos hizo cambiar la percepción de la situación, según la analista Tong Lixia.

"Ante la falta de divisas cuando hay dificultad para otorgar créditos fortalece la posición negociadora de China", señaló.

Al bajar también los precios de otros bienes clave, China recorrió el mundo a fin de asegurar sus reservas de petróleo y de otros recursos naturales.

La empresa estatal productora de aluminio Chinalco anunció en febrero una inversión de 19.500 millones dólares en la compañía minera anglo-australiana Rio Tinto, especializada en minerales de hierro, cobre y aluminio.

China Minmetals Corporation adquirió la compañía australiana OZ Minerals, gran productora de zinc, por 1.700 millones de dólares.

Algunos analistas sugirieron que además de asegurarse ciertos recursos clave, las empresas chinas deberían aprovechar la crisis para adquirir tecnología y empresas extranjeras.

El próximo objetivo de algunas compañías chinas podría ser los atribulados fabricantes de automóviles de Estados Unidos y Europa, según Li Caokui, director del Centro para China en la Economía Mundial, de la Universidad Tsinghua.

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