Cuba y la Unión Europea (UE) entraron de lleno en la senda de normalización de sus relaciones de cooperación y comenzaron a identificar prioridades mediante el intercambio directo entre autoridades, cooperantes internacionales y sectores no gubernamentales de este país caribeño.
Esta es una "oportunidad excepcional" para el conocimiento mutuo, la definición de estrategias y la identificación de cómo y qué vamos a hacer en materia de colaboración, dijo el ministro cubano de Colaboración y de Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca, en un encuentro de dos días realizado en la urbe habanera hasta este viernes. La UE y el gobierno de Cuba relanzaron sus vínculos de cooperación en octubre pasado, cuando también acordaron formalizar el diálogo político. La distensión trajo un clima favorable para organizaciones europeas que en ese período, pese a las dificultades, continuaron sus programas de colaboración. "Esta apertura trae nuevas posibilidades a las instituciones con que estamos trabajando en Cuba", señaló a IPS, Dineke van den Oudenalder, directora de la Oficina Regional del Instituto Humanista de Cooperación al Desarrollo de Holanda (Hivos) para Centroamérica y Cuba, con sede en Costa Rica.
En su opinión, el reacercamiento entre Cuba y la UE permitirá que organizaciones no gubernamentales (ONG) europeas cuenten con fondos de sus gobiernos, además de los privados, para apoyar proyectos que sus contrapartes cubanas no han podido realizar por falta de recursos.
"Pero no sólo se trata de dinero. La normalización de vínculos contribuye al acercamiento y mayor intercambio entre organizaciones cubanas y europeas", añadió la ejecutiva de Hivos, una institución no gubernamental con proyectos de colaboración desde hace más de 10 años en Cuba. Van den Oudenalder asistió a un seminario sobre cooperación entre la Comisión Europea, el órgano ejecutivo de la UE, y Cuba inaugurado el jueves por Malmierca y el comisario para el Desarrollo y la Ayuda Humanitaria de la UE, Louis Michel, quien confirmó fondos por 42 millones de euros para la isla caribeña.
Lo esencial es que se trata de proyectos que benefician al pueblo cubano y apoyan las reformas en curso como las de sector agrícola, clave para resolver de forma sostenida el problema de la seguridad alimentaria, mediante el aumento de la producción nacional, indicó Michel, quien fue recibido por el presidente del país anfitrión, Raúl Castro. El apoyo europeo abarca programas relacionados con la rehabilitación por los daños que causaron los tres huracanes que azotaron Cuba el pasado año, prevención y reducción de riesgos ante desastres, ambiente y cambio climático, entre otras áreas.
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En el seminario participaron funcionarios gubernamentales de Cuba, directivos de la UE y organizaciones de la sociedad civil europeas, como Agro Acción Alemana y Oxfam Internacional, las cubanas, como Cubasolar y Pronaturaleza, entre otras. Considerado interlocutor serio y responsable por el gobierno cubano, Michel logró sentar bases para el reacercamiento que, en su opinión, deja además una fuerte señal de que muchos países "están listos para comprometerse en la cooperación" con esta isla caribeña. En este su tercer viaje a La Habana en los últimos 12 meses, consideró necesario dar nuevos pasos de avance en los vínculos políticos y actuar con mayor confianza mutua en ese camino. "Lo importante es que la vía del diálogo abierto en 2008, no se cierre sin esperanzas", recalcó.
En ese sentido, Cuba asistirá en mayo próximo a una conferencia con ministros de Relaciones Exteriores de la UE en Bruselas, según confirmaron Michel y el canciller cubano Bruno Rodríguez, tras sostener conversaciones oficiales el pasado miércoles.
"Hemos coincidido en que (…) es posible continuar avanzando hacia el establecimiento de un nuevo marco integral de relacionamiento entre la UE y Cuba", dijo Rodríguez, designado en el cargo el 2 de este mes en sustitución de Felipe Pérez Roque.
El nuevo jefe de la diplomacia cubana descartó variaciones en la política exterior de su país a raíz del cambio ministerial y ratificó también la voluntad de continuar el diálogo político, que podría incluir el ámbito de los derechos humanos, un tema en el cual La Habana no acepta señalamientos.
Al respecto, Michel aclaró a periodistas que la UE "nunca impone", sino que "trata de sugerir" y "convencer". El comisionario europeo agregó que, en sus encuentros con los ministros cubanos, aceptan hablar de todo, "pero respetándonos el uno al otro, no unilateralmente, con lecciones moralizantes, no diciéndoles qué hacer".
Las UE eliminó definitivamente en octubre el paquete de medidas diplomáticas con que reaccionó al arresto en 2003 de 75 disidentes, condenados a severas penas bajo cargo de conspirar con Washington con fines subversivos. Pero el gobierno cubano espera que también desaparezca, por "injerencista", la llamada "posición común".
Esa postura del bloque fue promovida en 1996 por el gobierno español de la época, encabezado por el derechista José María Aznar, con el propósito de fomentar el proceso de transición hacia el pluralismo democrático y el respeto de los derechos humanos y de las libertades fundamentales en Cuba ". Sobre este asunto, que La Habana considera un obstáculo para la normalización plena, Michel consideró que se podría evaluar un nuevo marco de condiciones y modificar en los próximos meses la "posición común", a fin de abrir un espacio con "formas diversas", como un acuerdo de asociación.